"Existe desconocimiento, ya no solo por parte del consumidor también por parte de profesionales, sobre los ingredientes y su seguridad de los cosméticos. En la gran mayoría de los casos, muchos profesionales se forman en qué ingredientes o productos usar para determinadas patologías, pero se deja de lado el ámbito legal, con el que podemos desmontar la gran mayoría de estos miedos sobre conservantes u otros como las sales de aluminio. Hay que ayudar en el día a día al paciente, y buscar la evidencia, no solo sobre su eficacia, también sobre la seguridad de los ingredientes, es fundamental". Esta es la opinión de Raquel Marcos Esteban, doctora en Química y autora del libro 'Belleza con ciencia. Lo que nadie te cuenta sobre tus cosméticos'.
En esta obra uno de los capítulos más interesantes es el que habla de la seguridad de los cosméticos. Según la autora, la regulación que se centra en este aspecto "es de las más estrictas a nivel mundial". Y añade: "Los fabricantes realizan las evaluaciones de seguridad previa puesta en el mercado, al igual que existe su posterior vigilancia".
Marcos deja claro también que, de acuerdo con la legislación actual, "lo importante en un cosmético es su seguridad, no su eficacia. Esta última, se demuestra siempre y cuando, el fabricante quiera realizar una reivindicación determinada. De ahí, que podamos encontrar en el mercado productos con una evidencia probada más sólida y otros con estudios apoyados en la literatura o ensayos del distribuidor".
Desde su punto de vista, "realizar un estudio clínico comparable a los que se realizan en la industria farmacéutica es muy poco gestionable en marcas pequeñas, ya que tienen un coste muy elevado. En este caso, los datos que se ofrecen por parte del distribuidor de materias primas, así como los datos de la literatura ofrecen una idea de la efectividad de la fórmula desarrollada".
Demasiadas expectativas
Preguntada por si existen muchos falsos mitos sobre los cosmético, la experta afirma que más que falsas creencias lo que existen son "demasiadas expectativas". "La cosmética funciona, pero hasta cierto punto. Puede ayudar a reducir y atenuar algunas arrugas gracias a ingredientes como los retinoides, pero no podemos revertir un daño ocasionado por el sol durante años en tres meses usando una crema", defiende.
En su opinión, una de las creencias más populares, sin duda, es que un champú sea capaz de hacer crecer el pelo. "Este tipo de mensajes -continúa- son perjudiciales para aquellos pacientes que realmente están pasando por una caída capilar y buscan en un champú la solución".
Según Marcos, "lo aconsejable es entender el producto que tenemos delante, saber qué se está recomendando, revisando la ficha del fabricante, así como la legislación y estudios actuales y, en base eso, aconsejar. Además, es importante en este tipo de productos es informar al usuario de los posibles efectos a corto y largo plazo".
En el libro también menciona algunos remedios caseros que circulan por la red para el cuidado de la piel. En su opinión, el más llamativo es el uso de sustancias como el bicarbonato, "una sustancia alcalina que a largo plazo puede ocasionar una alteración de la barrera cutánea. Suele emplearse para desodorantes caseros, limpieza del cabello e incluso como exfoliante facial", dice.
Ingredientes más interesantes
El libro de Marcos también hace un repaso por aquellos ingredientes que a su parecer son más interesantes. Así, se centra en el ácido hialurónico, la glicerina, las ceramidas, los aceites esenciales, el alcohol denat y glicoles, la vitamina A y los retinoides, los despigmentantes, las vitaminas B3, B5, C y E, las siliconas, los hidroxiácidos y exfoliantes químicos, el ácido salicílico, la urea y el dimetilaminoetanol y los péptidos.
Sobre la innovación, la autora cree que "realmente hay pocos ingredientes nuevos en la industria cosmética, solo se cambia su enfoque y se adapta al conocimiento de la piel o las tendencias actuales". Es más, dice: "Si analizamos las fórmulas, seguimos usando los mismos ingredientes desde hace 50 años, quizás en diferente proporción, combinación o diseñando el producto con otro objetivo, pero casi iguales".
Marcos también responde en sus páginas a cuestiones que puede formular los usuarios al farmacéutico, entre ellas, cómo funcionan las mascarillas, si necesitan o no un contorno de ojo, si pueden crecer las pestañas, si la manicura permanente es segura o si se pueden congelar los cosméticos. Sobre esta última pregunta, aclara que es cierto que no es habitual que se congelen los cosméticos, pero confiesa que sí es una pregunta que ha recibido en ocasiones. "En su mayoría, el objetivo es ralentizar la fecha de caducidad de los productos cosméticos por exceso de productos para uso doméstico -explica-. Como se aconseja en el libro no es una buena idea por pérdida de homogeneidad de la fórmula".
Fotoprotectores solares
Un capítulo que puede resultar de especial interés para el farmacéutico es el que se refiere a los fotoprotectores. Así, relata cómo funcionan, que son las nanopartículas, cómo se mide la eficacia de un fotoprotector y cuáles son las dudas más frecuentes relacionadas con estos productos. Algunas de estas dudas son cuánta cantidad hay que aplicar, qué ocurre si un protector solar supera la fecha PAO, si es cierto que un protector solar necesita veinte minutos para que empiece a funcionar, si se puede mezclar una crema con el fotoprotector y si una hidratante con SPF sirve como protector solar.
La obra se cierra con un apartado dedicado a la medicina estética y menciona en concreto el ácido hialurónico, los materiales de relleno y la toxina butolínica.
Raquel Marcos Esteban, doctora en Química, es la autora de esta obra, en la que habla de seguridad de estos productos y recoge las dudas más frecuentes de los usuarios sobre el cuidado de su piel. Off Gema Suárez Mellado Farmacia Comunitaria Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/38VIGGB
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