La jornada El sector farmacéutico como elemento clave frente a la pandemia covid 19 en España, organizada ayer por la Real Academia Nacional de Farmacia (RANF), bajo el patrocinio de Gilead Sciences, S.L.U., se convirtió en un homenaje al sector farmacéutico por su encomiable labor durante la pandemia. Pero el acto, presentado por Antonio L. Doadrio Villarejo, presidente de la RANF, y Raquel Yotti, directora general del Instituto de Salud Carlos III, también permitió mostrar lo aprendido hasta el momento, que se centra sobre todo en la imprescindible y fluida colaboración entre todos los actores implicados para hacer frente a un contexto tan complejo como cambiante.
César Nombela, académico de número de la RANF, destacó que la covid-19 ha supuesto “la primera pandemia del siglo XXI” y su impacto “a todos los niveles” aún está “por inventariar”. En este contexto, incluyendo momentos de “verdadera zozobra”, las oficinas de farmacia han vuelto a surgir “en la primera línea de los cuidados de salud”, sin olvidar el papel de la farmacia hospitalaria, sometida a un escenario de rapidez y escasez de medios, y otros estamentos como los especialistas en diagnóstico microbiológico, la Administración pública y o el sistema regulatorio.
Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de COF, también destacó esa colaboración, señalando que “juntos formamos una profesión fuerte, sólida y cohesionada”. Para Aguilar, el farmacéutico ha sido un “ejemplo de compromiso, trabajo y entrega a la sociedad” en un momento de emergencia sanitaria global, en especial por su capacidad de esta “en primera línea en todo momento”, resolviendo cuestiones como la atención domiciliaria y “ayudando a incrementar la capacidad asistencial del sistema”. En este sentido, incidió en que todo ello se ha realizado a partir de “propuestas claras y protocolizadas para atender a las necesidades” (atención farmacéutica domiciliaria, test y cribados, estrategia de vacunación....).
Jaime Acosta, miembro del Comité Ejecutivo de la Sección de Farmacia Comunitaria de la Federación Internacional Farmacéutica, hizo hincapié en que el importante papel del farmacéutico comunitario se ha vislumbrado en muchos otros países, permitiendo ampliación de competencias o de herramientas para combatir mejor la pandemia (manejo de fármacos hospitalarios, ampliación tratamientos...). Según Acosta, se trata de un labor “vital” porque, gracias a su accesibilidad y cercanía, han podido tener la capacidad de suministrar “información confiable y de alta calidad”, aliviar la presión del resto sistema de salud y colaborar en pruebas, cribados y servicios a distancia (manejo de fármacos y dispositivos, consultas...).
Por su parte, Olga Delgado, presidenta de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), expuso la realidad de su campo, señalando que “ha sido muy duro y hemos sufrido mucho en los hospitales como profesionales y personas”, sobre todo porque “no teníamos tratamiento eficaz y llegó un momento en que faltaron medicamentos”. En este duro panorama, se ha podido ir avanzando y, en su opinión, “con todo lo aprendido, esperamos dar un servicio aún mejor”. Entre las lecciones, destacó una sociedad que ha aumentado “su respeto por los mayores” y que la atención sanitaria, que siempre ha estado enfocada a los resultados en salud, se ha visto obligada a trabajar a veces en situaciones donde estos no estaban nada claros. Otro elemento clave está siendo, en palabras de Delgado, la colaboración con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) y la Administración.
Aemps, distribución e industria
El restos de actores han recogido y devuelto el reconocimiento de los profesionales farmacéuticos. Para María Jesús Lamas Díaz, directora de la Aemps, su aportación “ha sido y está siendo decisoria y piedra angular de la respuesta”, en especial por el compromiso del colectivo, la impresionante capacidad de adaptación y respuesta y “la vocación de servicio y cuidado de las personas”. De forma gráfica, Lamas señaló que “sin ellos, la Aemps no hubiera podido realizar su labor”, enfatizando que “el sistema respira por las oficinas de farmacia”, pero sin olvidar al resto de protagonistas.
Precisamente, Eduardo Pastor, presidente del Grupo Cofares, recordó el papel de la distribución “como columna vertebral del sistema” y que “continuó la labor en pandemia con plena normalidad”. En su opinión, el modelo español es “imbatible” y “no tiene parangón en Europa”, en especial porque “farmacia y distribución forman un binomio ganador” que posibilita “la igualdad real y efectiva en el acceso a fármacos”.
Pastor aprovechó para recordar que el compromiso de la distribución es claro con una “actuación activa y transparente” y que “aquello que se ha dejado de atender por la pandemia, debe preocupar y ocupar...”, además de ser un campo abierto y oportunidad para el desarrollo de la atención farmacéutica.
Por último, María Río Presa, general manager de Gilead Sciences España, se congratuló de que en menos de un año ya existan tratamientos y vacunas contra la covid-19, en contraste con los seis años para el primer tratamiento contra el VIH. A modo de ejemplo, comentó el trabajo realizado con un fármaco de su laboratorio, remdesivir, y los retos a nivel de investigación, producción y acceso que ha supuesto su manejo. “Nuestro mayor orgullo es que nadie se ha quedado sin producto en el mundo”, expuso. Para Presa, “desde todos los ámbitos, la dedicación y compromiso han sido absolutos” y, cerrando el círculo, transmitió un agradecimiento especial a la farmacia comunitaria y la hospitalaria.
Vacunas
En la jornada también se pusieron de manifiesto los retos que pueden surgir de la situación actual. En este sentido, Lamas mostró su “miedo” a la ruptura de la estrategia única vacunal de la Unión Europea (UE) frente a la covid-19, que en estos últimos tiempos se está viendo seriamente amenazada. En su opinión, ello contrasta con la lección de que “juntos somos más fuertes”, que también compartió Aguilar y Delgado, sobre todo porque, como comentó Delgado, la propia pandemia nos ha mostrado que “somos muy débiles y vulnerables”. No obstante, Aguilar matizó que la pandemia ha puesto de relieve que nuestro sistema sanitario es bueno, “pero con poca cintura”. En este escenario, incidió en que si la Administración cuenta al máximo con las farmacias, “todos sus objetivos se verán ampliamente cumplidos”, aprovechando que, como enfatizó Acosta, “la farmacia siempre tiene capacidad de adaptación y responde”.
Pastor recordó precisamente que esa capacidad de adaptación se aprecia en como durante la pandemia se ha “desestimado” la burocracia y apostado por la innovación. Por todo ello, Río Presa dijo que la respuesta del sector ha sido de "10, por no decir de 11” y es “algo que perdurará”. Y esto es algo que debe tenerse en cuenta y valorarse porque, como asevero Nombel, “el riesgo de pandemia sigue vigente” y siempre es buen momento para “la preparación sanitaria” de cara a “la próxima”.
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