Con un porcentaje de feminización que, según datos de 2020, alcanza ya el 66,8%, la profesión médica es un buen barómetro para medir la implantación de medidas correctoras ante posibles brechas de género. Aunque los avances normativos de los últimos años son importantes en algunos puntos, la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) ha aprovechado hoy la conmemoración de este atípico 8 de marzo para denunciar la pervivencia en 4 comunidades (Canarias, La Rioja, Murcia y Extremadura) de una discriminación de género evidente: la que impide a las médicas en situación de baja por maternidad cobrar el complemento de guardias.
En las 13 comunidades restantes, sus respectivos gobiernos han legislado, con mayor o menor intensidad, para fijar un complemento retributivo que permita a sus médicas el cobro de un porcentaje de las guardias durante periodos de riesgo gestacional, suspensión por maternidad y/o periodos de lactancia. Desde el desarrollo -sólo "parcial"- de estos derechos que contempla Navarra hasta la situación más avanzada de Galicia o el Principado de Asturias, que han aprobado sendas leyes específicas, pasando por la situación intermedia que representan el grueso de las comunidades: las siete autonomías que han puesto en marcha decretos o resoluciones (ver mapa).
La heterogeneidad normativa reinante en el Sistema Nacional de Salud (SNS) es el primer síntoma de la radiografía que ha hecho la Secretaría de Igualdad de CESM con motivo de este 8-M, y subsanar esa heterogeneidad, "en la medida de lo posible", es la primera obligación que se ha autoimpuesto su responsable, Rocío Fernández Rodríguez: "Vamos a constituir un grupo de trabajo para recopilar esa legislación tan dispar y estudiar con la Asesoría Jurídica del sindicato la posibilidad de plantear la aprobación de una legislación única para todo el territorio nacional. Nuestra idea es elevar una propuesta normativa concreta al Gobierno", apunta Fernández Rodríguez.
La portavoz sindical, que ejerce en el Principado de Asturias, pone precisamente la Ley 3/2020, aprobada en diciembre en el Principado, como ejemplo de "buena norma". Desde el pasado enero, las médicas asturianas tienen derecho a cobrar un promedio del complemento de atención continuada percibido en los 6 meses anteriores a la baja por embarazo de riesgo, permiso maternal o lactancia, y ese derecho se hace extensivo a los permisos de paternidad, tutela y adopción.
Aunque satisfecha por el contenido y la entidad jurídica de ese acuerdo -sólo en Galicia y Asturias tiene rango de ley-, la secretaria de Igualdad de CESM matiza que todo es mejorable, y la pandemia ha evidenciado precisamente algún aspecto de mejora: "La situación generada en el último año con la covid ha hecho que para evitar riesgos innecesarios muchas mujeres se vieran privadas de la posibilidad de hacer guardias incluso en el primer trimestre de embarazo. Esto nos ha hecho ver que los 6 meses aprobados como referencia para el cálculo del complemento se quedan bastante cortos, y que quizás convendría aumentar ese periodo a uno o dos años".
Fernández Rodríguez pone especialmente la mirada en las 4 comunidades donde no existe aún regulación alguna, "y en las que, por tanto, las mujeres que ejercen la Medicina se ven privadas de un complemento del que sí disfrutan sus colegas varones por razones única y exclusivamente de género". La representante sindical recuerda que este complemento puede suponer hasta un tercio de las retribuciones médicas, "y privar a una profesional de ese complemento durante más de un año es una clara situación de discriminación, máxime cuando en situaciones normales las guardias no son voluntarias sino una imposición del sistema para quien ejerce esta profesión".
A la discriminación laboral, Fernández Rodríguez suma el "lastre que pueden suponer situaciones de este tipo para un país donde la natalidad no deja de caer". CESM recuerda que los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísica (INE) revelan una caída del 4,2% en el número de nacimientos en España durante los seis primeros meses de 2020.
Cambio organizativo y de mentalidad
Aunque persistan "situaciones tan lacerantes como ésta", la responsable sindical de Igualdad reconoce que la creciente feminización de la profesión ha venido acompañada en los últimos años de una "obligada regulación" tendente a favorecer la conciliación, como las reducciones horarias o las situaciones de exención laboral, pero matiza que "todo ello debe ir acompañado de un cambio organizativo y de mentalidad que posibilite nuevas formas de trabajo, mayor flexibilidad horaria y un planteamiento de gestión que permita una conciliación real y efectiva".
En cualquier caso, Fernández Rodríguez reconoce que, "pese a la evidente lentitud política en algunos temas", si algo caracteriza a la profesión es la solidaridad de los médicos varones con respecto a la situación de sus colegas femeninas. "La ruptura de muchas de las brechas de género ha sido posible en los últimos años gracias a la empatía y solidaridad de nuestros compañeros, que perciben esas mejoras como una generalizada mejora de la profesión. La pervivencia de muchos desequilibrios, sobre todo en el acceso a determinados puestos, tiene que ver en parte con la tardía incorporación de la mujer a la profesión, pero a la hora de reivindicar mejoras concretas para las mujeres, que ya somos mayoritarias en el sector, el colectivo médico reacciona al unísono".
La secretaria de Igualdad de CESM aboga por una norma homogénea en el SNS para garantizar el cobro de las guardias en las bajas por maternidad. Off Francisco Goiri. Madrid Profesión MIR Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3qrJR6K
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