Si antes fue la llegada de la vacuna, el horizonte más cercano para recuperar "la normalidad", ahora son los green digital pass o pasaportes de vacunación, en los que el Gobierno de Sánchez pone sus esperanzas para recuperar "la movilidad".
En la mañana de este miércoles se han reunido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con las vicepresidentas Carmen Calvo y Nadia Calviño, la ministra de Exteriores, el ministro de Justicia, el ministro de Transportes, la ministra de Industria y la ministra de Sanidad, para abordar la puesta en marcha de estas cartillas de vacunación, sobre los que Europa ya anunció la semana pasada que estaba trabajando.
Reunión del Gobierno
Al final del encuentro, el Gobierno ha anunciado que "los certificados de vacunación o green digital pass -según la denominación utilizada por la Comisión Europea- serán un instrumento importante para facilitar la vuelta a una movilidad segura". Y han reiterado el apoyo de España a la Comisión Europea para que se regulen estos certificados respondiendo a un modelo único y estén operativos antes del verano. "Creemos que los certificados van a ser también muy útiles para recuperar la movilidad con terceros países", expresan desde Moncloa.
La Comisión Europea regulará estos certificados respondiendo a un modelo único para que estén operativos antes del verano
En este sentido, el Gobierno de Sánchez reconoce que su impulso a que "tanto en la Unión Europea como dentro de la OCDE se apruebe cuanto antes un marco para la creación de certificados digitales". El objetivo anunciado está claro: "recuperar cuanto antes la movilidad y el turismo sin aumentar el riesgo sanitario".
Pero, además, en su comunicado el Gobierno de Sánchez detalla que este certificado digital "no incluirá sólo datos de vacunación, sino también otros elementos sanitarios como las pruebas PCR, o si la persona ha superado la covid-19 y posee anticuerpos".
El objetivo es "recuperar cuanto antes la movilidad y el turismo sin aumentar el riesgo sanitario"
Desde Moncloa subrayan que "el uso de los certificados nunca va a ser discriminatorio para las personas no vacunadas, que podrán seguir viajando de acuerdo con las indicaciones sanitarias".
Recuperar el turismo
Y añaden que "España ha impulsado y está trabajando desde el principio en la elaboración de este certificado para su uso sanitario en la Unión Europea. Es clave tener las herramientas tecnológicas preparadas para iniciar la movilidad y volver a poner a Europa como destino de viajes seguros en el momento en que los datos de incidencia del virus lo permitan. Este uso sanitario está muy avanzado".
Con este comunicado, sin embargo, el Gobierno de Sánchez no despeja las dudas en relación a este certificado, que se resumen en la falta de evidencia científica de que la persona vacunada no contagie la enfermedad y, además, el cuestionamiento ético de permitir la movilidad a aquellos que han accedido antes a la vacunación -sin que, por el momento, exista un acceso universal-, hayan pasado la enfermedad o se haga una PCR que garantice no estar enfermo.
Protección de datos
Pero, además de no despejar ninguno de estos interrogantes, abre uno nuevo apuntado por varios expertos consultados y que tiene que ver con la protección de datos, teniendo en cuenta que la información sobre la salud tiene una protección reforzada en nuestro ordenamiento jurídico.
Íñigo de Miguel Beriain, investigador distinguido de la Universidad del País Vasco/EHU y una de las primeras voces que se escucharon en defensar de este tipo de pasaportes, reconoce razonable el apoyo del Gobierno y de Europa a este instrumento. Adelanta que los mayores problemas que puede haber tienen que ver con la protección de datos. "Sería una buena idea ir anunciando que esto no debería ser una app, sino algún tipo de dispositivo mucho más simple, que tampoco informe de si podemos acceder a un determinado espacio por alguna de las tres opciones que se nos da, sino solo advirtiendo de que la persona puede hacerlo. Esto es, sin, ni siquiera, dar información de si estamos vacunados o hemos pasado la enfermedad o hemos hecho el test", aconseja De Miguel.
Por otro lado, De Miguel recuerda las dudas científicas que persisten sobre si la persona vacunada puede o no contagiar o incluso volver a contraer la enfermedad. Sin embargo, el investigador considera que "el riesgo es asumible, poniendo en una balanza unas cuestiones y otras, aunque habría que tener en mente estas dudas".
Federico de Montalvo, considera que "no exigir el certificado de inmunidad por vacunación es lo acertado en el contexto actual, atendiendo al principio de justicia". Es decir, el presidente del Comité de Bioética de España y asesor de Sanidad en la Estrategia de vacunación respalda que "la objeción basada en la justicia puede salvarse si se permite acceder al certificado, no solo el inmune por vacunacion, sino también al inmune por enfermedad y al que se haga la PCR", como está planteando el Gobierno.
En relación a la protección de datos, De Montalvo considera que "hay cláusulas de excepción suficientes en el Reglamento General de Protección de Datos", que avalarían este certificado. Aunque, admite que puede existir algún problema en este ámbito, pero, subraya que este instrumento defiende el derecho a la movilidad.
En todo caso, habrá que ver cómo se materializa la puesta en marcha de este green digital pass.
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