De momento, no hay evidencias específicas sobre el nivel y duración de la inmunidad de las vacunas frente al SARS-CoV-2 en los pacientes oncohematológicos y trasplantados hematopoyéticos, pero el riesgo de estos pacientes ante la covid-19 no plantea otra opción: deben ser vacunados de forma prioritaria. Así lo destacan los hematólogos, que han puesto en marcha un estudio sobre la respuesta de las vacunas en estos enfermos.
Los pacientes hematológicos, especialmente los afectados por cáncer y los receptores de trasplante de médula ósea, registran una elevada mortalidad por covid-19, mayor incluso que la observada en pacientes con tumor sólido y en los mayores de 80 años, por lo que constituyen un grupo prioritario para la vacunación frente al coronavirus. En concreto, la tasa de mortalidad por covid de los pacientes onconhematológicos se sitúa en torno al 30% y en los trasplantados de médula ósea, entre el 20% y el 30%.
Además, los estudios han señalado por su especial vulnerabilidad dentro de este grupo de enfermos a aquellos con edad avanzada (>60-70 años), estado general debilitado, neutropenia, enfermedad activa, tratamiento con anticuerpos monoclonales y leucemia mieloblástica aguda o neoplasias linfoproliferativas.
Se estima que en España, hay unos 20.000 receptores de trasplante hematopoyético y unos 64.000 pacientes con los cánceres de la sangre más frecuentes (mielomas, linfomas y leucemias), por lo que Rafael de la Cámara de Llanza, coordinador del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Europea de Trasplante Hematopoyético (EBMT en sus siglas inglesas), ha destacado que “no es un grupo cuantitativamente sino cualitativamente importante, pues la prevención en ellos supone evitar muchas muertes”.
Así lo ha reseñado el también jefe del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela, durante una rueda de prensa en la que se han abordado los datos y las expectativas de vacunación y seguimiento en este grupo de pacientes. Estas cuestiones forman parte del su programa científico de la XXVI Reunión Anual del Grupo Español de Trasplante Hematopoyético (GETH), de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), que dedica un simposio monográfico sobre covid-19.
En busca de los pacientes inmunocomprometidos
El experto ha destacado que con el criterio actual de priorización para administrar las vacunas, que es el de la mortalidad, “estos pacientes son un grupo a priorizar con respecto a otros, fallecen más por la infección”. Según la estrategia de vacunación de covid, tras los primeros grupos prioritarios de las residencias geriátricas, el personal sanitario de primera línea y los mayores de 80 años, serán vacunados los pacientes inmunocomprometidos.
“Esto entraña la gran dificultad de que a diferencia de en los anteriores grupos, no existe un registro nacional o una base de datos de personas inmunocomprometidas. Las sociedades científicas posiblemente tendrán un papel importante en establecer quiénes son”.
Al respecto, Anna Sureda Balari, presidenta del GETH, ha añadido que desde los hospitales, donde se establece un estrecho contacto con este tipo de enfermos, “ya se están generando listados de pacientes trasplantados, para que la vacunación pueda empezar cuanto antes”.
Evidencia sobre la eficacia de las vacunas
“El desarrollo y potencial uso de vacunas en los pacientes con cáncer de la sangre y/o receptores de trasplante de médula ósea es especialmente relevante, pero han sido excluidos de todos los ensayos clínicos que las han probado”, ha explicado la jefa del Servicio de Hematología Clínica en el Instituto Catalán de Oncología L’Hospitalet.
En ello ha abundado De la Cámara: “De momento, hay una ausencia de evidencia de la eficacia de las vacunas, pero sabemos que no hay problemas de seguridad. Así ocurre de forma habitual con otras vacunas que administramos en estos pacientes”.
El GETH fue uno de los primeros grupos cooperativos que elaboró recomendaciones con medidas preventivas y terapéuticas frente al SARS-CoV-2 en pacientes trasplantados de médula ósea y recintemente, ha coordinado el documento de “Recomendaciones Vacuna COVID-19 en Paciente Hematológico”.
Además, ha recordado Sureda, “está en fase de desarrollo un estudio prospectivo que pretende analizar la respuesta inmunológica de nuestros pacientes a las vacunas”.
Con ello se dispondrán de datos –que aún son una incógnita- sobre la duración del efecto protector de las vacunas frente al SARS-CoV-2, aunque se intuye que pueda ser “más corta en pacientes inmunodeprimidos que en individuos sanos, como se ha demostrado con otras vacunas”, ha apuntado De la Cámara.
Por tanto, “las dosis de refuerzo serán probablemente necesarias, aunque no está claro cuándo deben administrarse”. El experto ha recordado que “quizá todos debamos revacunarnos cada cierto tiempo, como hacemos con la gripe, debido a las nuevas mutaciones, para algunas de las cuales puede que no sean eficaces. Esto lo veremos a medida que evolucione la pandemia”.
Y dado que los pacientes con cáncer de la sangre podrían tener una menor tasa de respuesta a la vacunación, es importante que los cuidadores y/o convivientes reciban la vacuna, recalcan desde la GETH. Y aunque la vacuna sea efectiva, también se recomienda seguir utilizando mascarilla, mantener la distancia física y el lavado frecuente de manos o el uso de geles hidroalcohólicos.
Tipos de vacuna anticovidíca
Sobre las vacunas autorizadas, De la Cámara ha comentado que “todas las vacunas licenciadas en la Unión Europea son aplicables en los pacientes oncohematológicos, ninguna plantea problemas de seguridad, pues no son atenuadas ni vectorizadas por agentes virales replicantes, lo que sí está contraindicado. Existe una recomendación del EBMT para utilizar la vacuna de AstraZeneca prioritariamente en de pacientes inmunodeficientes, porque cuenta con una experiencia escasa en personas de más de 60 años, y por la poca eficacia mostrada frente a ciertas variantes del coronavirus, como la sudafricana. Eso no significa que no haya que emplearla, sino que preferentemente debería usarse las de ARN mensajero”.
Momento idóneo para la vacunación
De la Cámara también ha subrayado que en los pacientes oncohematológicos, “en cada caso y para cada enfermedad, se debe sopesar el beneficio de una protección inmediata frente a un retraso de la vacunación para mejorar la probabilidad de respuesta”.
Concretando más, y como ya se recoge en el documento de “Recomendaciones Vacuna COVID-19 en Paciente Hematológico”, en los receptores de trasplante, se aconseja vacunar a los tres meses, si el entorno del paciente tiene una incidencia alta, y si no, esperar a los seis meses para asegurar la respuesta.
En la XXVI Reunión Anual del GETH también se abordarán otros asuntos destacados, como las lecciones aprendidas en terapia CAR-T, el acondicionamiento para trasplante de médula ósea en niños o los avances y mejoras en el régimen de acondicionamiento (tratamiento que se le administra al paciente antes del trasplante). También “hemos querido dar relevancia a la producción científica del GETH”, apunta la presidenta del GETH.
Candidatura española a la EBMT
Anna Sureda Balari ha presentado su candidatura a la presidencia del EBMT. Sus propuestas se centran en “la optimización del registro de pacientes trasplantados como herramienta fundamental para la realización de estudios retrospectivos, pero también como herramienta de ‘benchmarking’; la mejora de las plataformas digitales para continuar con las estrategias de formación continuada y con las inspecciones de centros de trasplante enmarcadas dentro del programa de acreditación JACIE; y la optimización de todos los procesos relacionados con el registro y análisis de los datos derivados de los tratamientos con células CART”.
En definitiva, se pretende “mejorar los resultados del tratamiento y la supervivencia de nuestros pacientes”, explica. Por supuesto, “el análisis de los pacientes trasplantados e infectados por SARS-CoV-2 también está también es un objetivo clave”, concluye.
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