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domingo, 25 de julio de 2021

Olímpicos y médicos: cuando la Medicina es la vía de escape 

Profesión
saradomingo
Dom, 25/07/2021 - 08:00
Juegos Olímpicos Tokio 2020
Combinar Medicina y deporte de élite necesita organización y mucha pasión por ambas disciplinas. (L.E y M.V.)
Combinar Medicina y deporte de élite necesita organización y mucha pasión por ambas disciplinas. (L.E y M.V.)

Estudiar Medicina y ser médico no es fácil. Ser deportista de élite, tampoco. Pero si se combinan las dos cosas, se necesita mucha pasión por ambas para llegar a la meta. Recientemente esta dualidad de médico y deportista profesional ha sido portada de la revista Time con el nombre de Susana Rodríguez, triatleta paralímpica española y médico. "Ha sido una cosa para mí totalmente inesperada porque pues yo en mi día a día hago mi trabajo, mis cosas, y no pensaba nunca que por este motivo fue a acabar en una portada de una revista así", confiesa esta viguesa de 33 años que solo cuenta con una visión del 10%. 

Su esfuerzo para sacarse primero la carrera de fisioterapia, después la de Medicina y terminar el MIR en Medicina Física y Rehabilitación compaginándolo con una carrera deportiva profesional como triatleta, le ha valido esa portada. Quedó quinta en los juegos Paralímpicos de Río 2016, consiguió la medalla de bronce en el Campeonato de Europa de Triatlón de 2016, y acumula una plata en el mundial de 2013 y dos bronces en el de 2015 y 2014.

Susana Rodríguez, triatleta paralímpica española y médico. A la derecha, con su guía en la Copa del Mundo de Paratriatlón en A Coruña (FOTO: @Jcdfotografia)
Susana Rodríguez, triatleta paralímpica española y médico. A la derecha, con su guía en la Copa del Mundo de Paratriatlón en A Coruña (FOTO: @Jcdfotografia)

Pero esta combinación imposible de esfuerzo físico y mental se da también en otros olímpicos que están de camino a  los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

El atletismo ocupa de momento el cien por cien del tiempo de la mediofondista Marta Pérez (28 años, Soria) y de la triatleta Miriam Casillas (29 años, Badajoz). Marta lleva haciendo atletismo toda la vida y Miriam por recomendación médica, debido a su leve escoliosis tenía que hacer natación. Pero a ella lo que le gustaba era el deporte al aire libre, así que se decantó por el triatlón para combinar lo obligatorio con lo que le divertía. Ambas estudiaron Medicina en la Universidad Complutense de Madrid y terminaron en 2017 y aunque aún no han ejercido como tal, siguen formándose para no perder el hilo con la Medicina mientras compiten. El MIR quedó en pausa por centrarse en el atletismo. "Hacer la residencia es bastante incompatible con nuestra vida profesional , no es como estudiar la carrea", confiesa Miriam. "Aparqué el MIR y decidí seguir corriendo porque pensé que iban a ser tres o cuatro años, hasta los Juegos de Tokio", pensó Marta. "Ahora que estoy aquí metida, no lo veo nada claro, no quiero dejar el estilo de vida que tengo ahora, no quiero abandonarlo de momento", añade. 

Pero no sólo en atletismo hay médicos. Raúl Martínez (30 años, Elche) hace taekwondo desde los 4 años que comenzó en el gimnasio que sus padres tienen en su ciudad natal, y con 14 ya competía a nivel internacional; y Lola Riera (30 años, Valencia) es jugadora de hockey hierba, donde llegó por casualidad tras apuntarse a una extraescolar en el colegio. Ambos, aunque empezaron a estudiar Medicina en otras universidades, actualmente la cursan en la Universidad Católica de Murcia.

Estudiar y competir

Como en cualquier carrera, estudiar mientras se trabaja es complejo, pero si se depende de competiciones en las que el tiempo de preparación prácticamente anula cualquier otra actividad, puede resultar prácticamente imposible. Aprovechar cada tiempo muerto para estudiar es la única opción. "Siempre me llevaba alguna libreta o apunte y aprovechaba aunque fueran 20 minutos para estudiar algo". Durante los largos viajes internacionales pedía a sus compañeros de entrenamiento que le preguntaran la lección. "Mis libros han viajado por todo el mundo", recuerda Miriam, para quien estos serán sus segundos juegos tras pasar por Río 2016. Los amigos de carrera son también los que ayudaron a Marta con los apuntes y el estudio. "Nos organizábamos muy bien", recuerda. Porque la organización es fundamental. "Cuando ya ha pasado el tiempo parece fácil, pero ahora no sé si sería capaz de hacerlo", dice Miriam, sombrada de cómo lo consiguió. "En la complu todas las clases y las prácticas son por la mañana, así que por la tarde entrenaba", apunta Marta, a quien ese horario le vino bien.

Marta Pérez, especialista en la prueba de 1.500 metros.
Marta Pérez, especialista en la prueba de 1.500 metros.

Cambiar exámenes o pedir aplazamientos de trabajos era una constante en la rutina estudiantil de todos ellos. A Lola, que comenzó sus estudios en la UCM, le causaba mucho estrés tener que pedir esos favores, por lo que decidió cambiarse a la UCAM. Raúl, por su parte, aprovecha cada cuatrimestre según esté de desahogado en la competición para apretar más en los estudios. "Durante la preparación de los Juegos me he sacado alguna asignatura de pocos créditos pero después, si tengo unos meses más tranquilos me dedicaré cien por cien a la carrera", dice Raúl. 

Estar concentrado al cien por cien en lo que se está haciendo, también ayuda. "Si estaba en clase, estudiando me olvidaba cien por cien del triatlón, si había tenido un mal entreno o lo que fuera, y lo mismo al revés, si estaba entrenando me olvidaba de si me quedaban cosas por estudiar o me había salido mal un examen. Eso es lo que más me ayudó", añade Miriam. 

Una forma de escape

Siempre se ha dicho que el deporte es una vía de escape a la rutina de oficina, pero cuando en vez de estar ocho horas sentado delante de un ordenador estás doce entrenando, ponerte delante de unos apuntes es casi una liberación. "El mundo del deporte es muy exigente y hermético", dice Marta, donde, sobre todo en los Centros de Alto Rendimiento (CAR), sólo hay deporte, se habla de deporte y todos son deportistas. "Cuando estamos internos en el CAR,  todo es taekwondo, nos entrenamos con compañeros y todo gira en torno al taekwondo. Estudiar es cambiar el chip, me evado del mundo del taekwondo y viceversa. Si estoy un poco colapsado del temario me bajo a entrenar y me ayuda para luego rendir más en el estudio", explica Raúl. 
"Tener dos mundos separados te sirve para tener una visión más amplia y relativizar las cosas", añade Marta. "Tener otra cosa, otra motivación, otro objetivo, siempre me ha hecho verlo con distinta perspectiva. Cuando he estado lesionada o he tenido una mala competición siempre tenía otra cosa en la que centrarme y que me hiciera ver el deporte como una cosa más y no todo en mi vida", confiesa Miriam. 

"Estudiar me ha ayudado mucho y de hecho sigo estudiando", dice Marta. "Solo hubo un año que no estudié y estuve peor. Prefiero estudiar porque me hace pensar en otras cosas, tener otros objetivos y estar conectada a un mundo que me gusta y que es muy real porque la final la salud está en todo", añade. 

Raúl Martínez lucha por la medalla de Oro en Taekwondo. (FOTOS: UCAM)
Raúl Martínez lucha por la medalla de Oro en Taekwondo. (FOTOS: UCAM)

Dos disciplinas conectadas

Esfuerzo y sacrificio son dos palabras que podrían definir a la Medicina y al deporte de élite. "Para aprobar y para ganar se requiere muchísima disciplina, mucha planificación, esfuerzo y sacrificio", define Raúl para quien compaginarlos y llevarlos a la perfección está siendo muy difícil. "En todas las cosa que te propongas tienes que marcarte el objetivo,  saber el sacrificio y esfuerzo que eso supone y ser conscientes de que el esfuerzo no te garantiza un resultado", apunta Lola. "En el deporte puedes ir preparado al cien por cien y a lo mejor no te sale". Y esta idea la ha aplicado también a su carrera formativa.

Todos ellos comenzaron con el deporte antes que con la Medicina, por lo que ya sabían lo que era esforzarse y compatibilizar el instituto con las carreras o los partidos. Marta asegura que desde siempre ha tenido que organizarse para poder estudiar y competir, a llevarlo todo al día o adelantado porque los fines de semana, que es cuando sus compañeros estudiaban, ella competía, así que cuando llegó a la universidad, eso ya lo tenía interiorizado . "Con el deporte he aprendido a organizarme de otra manera y estoy más acostumbrada a gestionar situaciones de estrés", dice. 

En el caso de Susana, asegura que ha encontrado el equilibrio entre ambas. "He aprendido a darle la prioridad que tiene el descanso. Si tienes un momento para descansar es para descansar, si es para leer, es para leer..." Para ella, la palabra que une sus dos trabajos es lucha. "En el triatlón al final luchas más por ti misma y contra ti misma porque es para mejorar o para conseguir resultados con la carrera y en medicina luchas por el bienestar de los pacientes".

La herramienta de trabajo de los deportistas es su cuerpo, y cuando más se conozca esa herramienta, mejor. "No digo que tengas que ser graduado, pero tener unos conocimientos básicos, sí. Nosotros trabajamos con nuestro cuerpo, exigiéndole al máximo y haciéndole muchas barbaridades. Al final nos lesionamos o tienes dolores y cuanto más sepas de lo que te está pasando mejor porque estás todo el tiempo intentando que tu cuerpo esté lo más sano posible", dice Marta. Para Miriam, a veces saber demasiado a veces puede jugar una mala pasada. "Yo cuando voy al médico voy como paciente, porque saber de más puede estresar".

Fin de la carrera: volver a la Medicina

Todos estudiaron Medicina porque les apasionaba, con o sin influencia de familiares sanitarios. Y todos saben que la carrera del deportista es mucho más corta que la de médico. Aunque ahora la prioridad son los Juegos Olímpicos, estos deportistas tienen claro que su futuro después de la competición está en la Medicina. "Me costó mucho tomar la decisión de dejar la Medicina y una de las cosas que más echo de menos no haber podido estudias el MIR con mis amigos porque fue durísimo pero les veía que lo estaban compartiendo, compartían un proyecto, igual que yo con mis compañeras comparto el proyecto de los Juegos", recuerda Marta. "No sé dónde acabaré porque ha cambiado mucho mi proyecto de vida, va cambiando cada año. No sé en qué punto de mi vida voy a estar cuando vuelva a la Medicina", añade. "Cuando acabas la carrera quieres meterte en un hospital, hacer el MIR y meterte en una especialidad. Pero yo igual acabo cuando tenga 35 años, así que no lo sé". 

A Miriam le gustaría seguir vinculada al deporte pero no desde esa especialidad sino desde la  Cardiología o la Psiquiatría. "Según te metes más en el deporte tienes más ganas de ayudar como médico". 

Lola Riera, jugadora de hockey hierba.
Lola Riera, jugadora de hockey hierba.

Susana también tiene claro que retomará la Medicina cuando vuelva de Tokio aunque no sabe "cómo, ni qué, ni dónde porque tampoco tengo claro deportivamente cuál va a ser mi plan. Primero hay que ir a por este objetivo y después ya pensaremos por lo siguiente".

En el caso de los estudiantes Raúl y Lola, sí pretenden hacer el MIR cuando acaben la carrera. "Me gustan las asignaturas clínicas. A mi pareja la tengo loca porque un día le digo que quiero ser una cosa y cuando estudio otra asignatura le digo que quiero ser otra. Al final depende mucho de cómo te vaya el MIR, prefiero no pensarlo, y disfrutar de cada asignatura que voy estudiando", dice Raúl. 

A Lola, por su parte, le gusta mucho Traumatología y la cirugía traumatológica. "Las veces que he podido entrar en quirófano me ha gustado porque hay mucha variedad de técnicas y me parece fundamental que un deportista pueda acceder a un buen trauma para que la recuperación sea rápida y buena", apunta. Le encantaría llegar a ser traumatóloga en la selección de hockey hierba. "El deporte tiene fecha de caducidad y a nivel personal me va a llenar mucho poder dedicarme a algo que también es mi pasión más tarde", añade. 

Pandemia a destiempo

Cuando la pandemia acechaba el año pasado y poco a poco se fueron cancelando grandes eventos, los deportistas, que llevaban meses preparándose para su gran cita, contuvieron el aliento. "Era imposible que los juegos fueran el año pasado dada toda la situación, yo tenía claro que no podían celebrarse", dice Susana que durante la pandemia estuvo trabajando en el Servicio Gallego de Salud recogiendo datos de posibles pacientes  con covid-19. 

Miriam Casillas, durante el Campeonato de España de Triatlón Sprint 2020 celebrado en Pontevedra, donde logró el bronce (FOTO: FETRI)
Miriam Casillas, durante el Campeonato de España de Triatlón Sprint 2020 celebrado en Pontevedra, donde logró el bronce (FOTO: FETRI)

Todos han sabido sacar beneficio de este retraso. "Trabajo para ser mejor triatleta cada día, me encuentro en una época en la que cada día soy un poco mejor, supongo que por la edad y la experiencia. Creo que este retraso hizo que el año pasado diera un punto más de calidad y creo que me encuentro incluso mejor de lo que podría estar el año pasado", asegura Miriam. 

A Marta el confinamiento le sentó muy mal, le costó mucho gestionarlo por la vinculación que tiene con sus amigos, muchos médicos, y las barbaridades que ocurrían en los hospitales. "Me costó mucho mantener la motivación por el deporte, perdí mucho la forma. Si hubiesen sido después del confinamiento me hubiese perjudicado". Sin embargo, este año le ha servido para recuperarse deportivamente. 

A Raúl también le ha beneficiado el retraso de los juegos, ya que para clasificarse en 2019 sufrió una lesión que, aunque hubiese estado recuperado para 2020, este tiempo extra le ha servido para mejorar la recuperación y "pulir algunos detalles". 

El equipo de hockey hierba, llegaba a 2020 con muy buenos resultados pero tras el malestar por la incertidumbre de las primeras semanas antes de la cancelación definitiva, aceptaron la nueva fecha y se pusieron a mejorar los pequeños detalles. 

Todos ellos son, o serán, médicos. Alguno puede que dentro de unos días vuelvan de Tokio con alguna medalla al cuello, "si es de oro, mejor", comenta Raúl. Y seguro que una vez finalizada la carrera deportiva retoman su otra pasión: la Medicina. "Es una profesión muy bonita, me gusta mucho pero, aunque no suena nada nuevo, le faltan muchos recursos, muchos profesionales, muchísimo tiempo y unas condiciones laborales mejores", dice Marta. 

En opinión de Lola, la profesión "está poco valorada. En la pandemia se le ha dado más valor pero ahora hemos visto que hemos vuelto para atrás, pensábamos que íbamos a salir reforzados de esta situación tan grave pero creo que se le tendría que dar mucho más valor a la profesión sanitaria en general porque son puestos de trabajo muy importantes".

A Raúl, con esta pandemia más que nunca le ha picado el gusanillo de la Medicina: "Cuando estaba en casa sentía esas ganas de terminar para poder ayudar en un año tan difícil como este. Se ha visto que en  momentos duros los sanitarios son los que nos sacan adelante". 

Sobre la portada del Time, que pilló tan desprevenida a Susana, cree que "bienvenida sea si esto ayuda a dar visibilidad tanto al deporte paralímpico como a todas las personas de la sanidad que han trabajado y siguen trabajando, y que trabajan siempre aunque no haya pandemia. Quizás se haya puesto en valor más en este momento pero al final esto es un trabajo continuo".

Todos ellos se llevan el oro en el esfuerzo y la dedicación a dos pasiones tan duras en solitario y más en conjunto.

Deporte y Medicina son dos profesiones que necesitan una gran pasión para dedicarse a ellas. Cinco deportistas que van a los JJOO de Tokio 2020 cuentan cómo combinar ambas. Off Sara Domingo Off

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1 comentario:

  1. Interesante articulo llevo mucho tiempo pensando en hacer el técnico en cuidados auxiliares de enfermería en esta web https://tecnicofp.es/c-T%C3%A9cnico-en-Cuidados-Auxiliares-de-Enfermer%C3%ADa pero primero me gustaría saber sus opiniones de ello.

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