Con casi tres lustros de retraso sobre lo que estipula el real decreto de 2007 y con un coste estimado de 15.790 euros el primer año, el Ministerio de Sanidad ha sentado las bases para poner en marcha la Comisión de Formación Continuada de las Profesiones Sanitarias del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa). Es decir, el órgano que velará por que la formación que reciben los sanitarios de Ceuta y Melilla tenga unos estándares de calidad homogéneos.
El Real Decreto 1142/2007, que regula la composición y funciones de la Comisión de Formación Continuada del Sistema Nacional de Salud (SNS), ya especificaba en su artículo 9 que las comunidades y el Ministerio de Sanidad crearían órganos específicos de acreditación, pero Ceuta y Melilla han tenido que esperar casi 15 años para tener el suyo propio. El proyecto de orden de creación del órgano acreditador de Ingesa, que Sanidad ha sometido a trámite de audiencia hasta el próximo 17 de septiembre, especifica, de hecho, que este órgano formará parte de la Comisión del SNS.
El ministerio prevé acreditar unas 128 actividades al año en Ceuta y Melilla
Y también específica que el impacto presupuestario de su creación para las arcas de la Administración General del Estado es prácticamente simbólico, dado el volumen de profesionales sanitarios adscritos a Ingesa (un total de 1.240) y el número medio de actividades que presumiblemente se acreditarán cada año (en torno a 128). Con esas cifras, Sanidad prevé que el primer año invertirá un total de 15.790 euros en poner en marcha la Comisión, de los que 9.500 se destinarán a la puesta en marcha de una aplicación informática específica y el resto a las dietas de los evaluadores y al coste de las reuniones (dos anuales) de los miembros de la comisión de formación.
Al margen del desembolso inicial, el Ministerio de Sanidad prevé unos costes anuales que variarán según el volumen de solicitudes a acreditar. Tomando como referencia las 128 actividades que Sanidad prevé acreditar cada año, el coste medio anual del funcionamiento de la Comisión estaría en 8.856 euros. En cualquier caso, "el impacto en los presupuestos de Ingesa, y por tanto de la Administración General, supone un 0,0114% de su presupuesto total", según la memoria del proyecto.
Sanidad ha descartado que Andalucía acredite en Ingesa por "dificultades jurídicas"
Cabe recordar que el Tribunal Constitucional decretó en febrero de 2011 que la competencia de la ejecución en materia de acreditación de la formación continuada correspondía a las comunidades en virtud de sus competencias sanitarias, y no al ministerio, pero el proyecto elaborado para Ingesa especifica que, al no tener Ceuta y Melilla transferidas esas competencias, la acreditación formativa de sus sanitarios corresponde al ministerio de Carolina Darias.
Entre las alternativas que Sanidad contemplaba para subsanar la ausencia de este órgano en Ceuta y Melilla estaba que la acreditación de sus profesionales corriera a cargo del Servicio Andaluz de Salud (SAS), pero, según el borrador ministerial, esta alternativa "queda descartada" por las dificultades de carácter jurídico que entraña, lo que haría "que estas acreditaciones tuvieran carácter marginal y no resolverían, por tanto, el 100% de las necesidades de acreditación en Ingesa".
Los cursos y actividades acreditados por la Comisión de Formación del SNS -y ahora también por la de Ingesa- son puntuables en los concurso-oposición, concursos de traslados, concursos de méritos, listas de contratación y bolsas de empleo convocados por cualquier administración sanitaria.
La OMC reivindica su papel
Coincidiendo con el inicio del trámite de audiencia del proyecto de Ingesa, la Organización Médica Colegial (OMC) ha hecho público hoy un comunicado en el que reclama la "revitalización" de la formación médica continuada y el desarrollo profesional continuo, insta a la Administración a apoyar las actividades promovidas por las organizaciones profesionales (colegios y sociedades científicas) y reivindica el papel de los colegios como "casa común" para armonizar esta formación.
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El comunicado del órgano que reúne a todos los colegios de médicos se publica curiosamente apenas un mes después de que la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme), que agrupa a las sociedades científicas (precisamente, las otras organizaciones profesionales que cita la OMC), se reivindicase como "agente decisor" en materia de formación médica.
Ahora bien, si entonces Facme tendía la mano a los colegios, la OMC hace ahora lo propio, al reclamar "una fuerte alianza con las especialidades y las asociaciones y sociedades científico médicas, que representan, actualizan, mantienen y custodian el saber especialista". Pero como lo cortés no quita lo valiente, la OMC también puntualiza que el Consejo General de Colegios de Médicos es el órgano ideal para "cuidar y armonizar la diversidad y complejidad de las competencias, acreditar las actividades formativas y de desarrollo profesional y dar garantías al ciudadano de que los médicos colegiados están al día y en condiciones de prestarles asistencia excelente".
Para asegurar la calidad de esa formación y garantizar que las actividades ofertadas estén libres de "conflictos de intereses", la OMC concluye que la foto ideal "requiere de, al menos, tres protagonistas: los colegios, las sociedades sientíficas y la Administración sanitaria, seguramente representada por la Dirección General de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad".
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