Está considerado como uno de los 'padres' del Servicio Vasco de Salud-Osakidetza y ha ocupado la Consejería del ramo en esa autonomía. Durante 14 años lideró la Dirección de Sistemas de Salud en la Organización Mundial de la Salud y ha sido también asesor del presidente Barak Obama para la reforma del sistema sanitario estadounidense con la que se pretendió que la asistencia sanitaria de aquel país fuera universal y no abocada a la contratación de un seguro privado.
Hoy, Rafael Bengoa (Caracas, 1951), codirige el Instituto de Salud y Estrategia (SI-Health) desde donde sigue asesorando a diferentes administraciones sanitarias nacionales e internacionales en la transformación y mejora de sus servicios de salud. Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco (UPV) y máster en Salud Comunitaria y Gestión por la Universidad de Londres, es un firme defensor de un sistema sanitario basado en la atención al enfermo crónico y agudo, en el que la prevención ha de jugar también un papel fundamental así como la continuidad asistencial de una sociedad cada vez más envejecida.
Sostiene que el Sistema Nacional de Salud atraviesa una crisis estructural, "la más grave de su historia", según ha reconocido, y cree que es hora de hacer un análisis acerca de las reformas que se necesitan si lo que se pretende es mantener una asistencia universal basada en la equidad. Para ello y con el fin de alejar la sanidad de los intereses políticos, defiende "la elaboración de una estrategia por parte de una organización independiente como la Airef que se base en evidencias y no en ocurrencias políticas a corto plazo". Bengoa considera también que la sostenibilidad del sistema público de salud pasa por eliminar todo aquello que no aporta ningún valor clínico a los pacientes y que supone "un desperdicio".
PREGUNTA. Se acercan las elecciones autonómicas y municipales y la sanidad vuelve a cobrar protagonismo, pero en muchas casos para ser un arma arrojadiza entre los partidos ¿Qué habría que hacer para que siempre estuviera en la agenda política y no solo en las campañas electorales?
RESPUESTA. Una sanidad pública como la nuestra financiada por impuestos siempre estará en la agenda policita de los partidos. Por eso no se puede separar completamente de lo político. Pero sí sugiero que se aleje de lo político para lograr una visión más estratégica y no una en el corto plazo de hoy.
P. ¿Cómo se logra ese alejamiento de lo político?
R. La opción de privatizar la sanidad lo haría, pero provocaría enormes desigualdades y no solucionaría los problemas estructurales que tiene la sanidad como son los de los recursos humanos, la atención primaria y la relación con los servicios sociales. Lo mejor para alejar la sanidad de lo político sería solicitar la elaboración de una estrategia a una organización independiente como Airef que se basaría en evidencias y análisis y no en ocurrencias políticas a corto plazo.
P. En alguna ocasión ha comentado que el Sistema Nacional de Salud español está atravesando la crisis más grave de su historia. ¿Qué habría que hacer para salir de ella y que el sistema avanzara?
R. Lo más importante sería aceptar por todos que efectivamente es una crisis nacional, no hacer como que ya pasará. Es muy importante realizar el análisis que sugiero arriba. En otros sectores, el Gobierno tiene una visión a medio plazo. En sanidad no es así.
P. La atención primaria está en plena crisis y hay estudios que hablan de que los sistemas de salud que tienen éxito son aquellos en los que su eje central es este nivel asistencial. ¿Está de acuerdo? Y si no es así, ¿cuál debería ser la base de la asistencia pública?
R. Como marco general es necesario un modelo asistencial y organizativo que sea preventivo y basado en atención primaria. Hoy no lo es.La prevención no es algo que viene bien y que ya haremos más adelante. La experiencia del último siglo confirma que nunca llega ese momento. Debe ser el eje de la sanidad.
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