Como derivados del latín gemĭnus (dos iguales, doble, duplicado, en número de dos) tanto ‘gemelo’ (latín gemellus, diminutivo de gemĭnus) como ‘mellizo’ (también de gemellus, a través del latín vulgar gemellicius y el castellano antiguo emellizo) se entienden normalmente entre nosotros como referidos a los nacidos en un parto doble. Dos mellizas, pues, es lo esperable; no una ni tres ni cuatro: dos y solo dos.
Las tres mellizas, no obstante, es el título de una famosa colección de historias infantiles concebidas por la escritora e ilustradora infantil Roser Capdevila a partir de 1983. Las protagonistas son unas traviesas trillizas idénticas (claramente inspiradas en las trillizas de la propia autora: Anna, Helena y Teresa Batet Capdevila, nacidas en 1969). Las tres son tan tan parecidas que únicamente se diferencian por el nombre, el color de la ropa y algún rasgo de carácter: Ana, de azul, es romántica y dulce; Elena, que viste de verde, es glotona y siempre tiene hambre; Teresa, de rosa, es decidida y tiene madera de líder.
Si Ana, Elena y Teresa no son mellizas, sino trillizas, ¿por qué las llamamos *las tres mellizas*? La cosa nos viene del catalán, lengua en que se escribieron originalmente estas historias. La lengua catalana, igual que la castellana, distingue con claridad entre bessons (mellizos) y trigèmins (trillizos), pero Roser Capdevila optó por titular Les tres bessones en lugar de Les trigèmines para evitar que alguien pudiera asociar sus tiernos cuentos a la dolorosísima y molestísima neuralgia del trigémino.
Y sí, en catalán la explicación tiene cierta lógica. Pero no acabo de entender por qué se calcó esa solución cuando los relatos de Les tres bessones se tradujeron al español: ‘trillizas’ es una palabra preciosa en nuestra lengua, sin riesgo de que nadie la asocie a ningún lastimoso padecimiento, y además es más corto. De hecho, cuando las historias de las famosas trillizas catalanas hubieron de traducirse al inglés, las llamaron The Triplets (lógico: ¿se imagina alguien haber traducido *The Three Twins*?). Y lo mismo hicieron en Brasil (As Trigêmeas), en Suecia (Trillingarna), en los Países Bajos (De Drieling).
Mucho me temo, no obstante, que el desaguisado ya tiene mal remedio a estas alturas. La adaptación de los cuentos a dibujos animados para la televisión, con 104 capítulos en dos temporadas (1997-1999 y 2003) se tradujo a 35 lenguas y se emitió con éxito en 158 países, con lo que es, probablemente, la producción audiovisual catalana más exitosa de la historia. Me parece que, en español al menos, eso de las *tres trillizas* va para largo.
Fernando A. Navarro
Como derivado del vulgar 'gemellicius' (procedente a su vez de 'gemĭnus': dos iguales, doble, duplicado, en número de dos) el término "mellizo" se entiende normalmente en español como referido a los nacidos en un parto doble. Dos mellizas, pues, es lo esperable; no una ni tres ni cuatro. Off Fernando A. Navarro Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3qofQET
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