Pregunta. Presidirá usted el Consejo General por sólo dos votos de diferencia con su rival. ¿Más reñido imposible?
Respuesta. La verdad es que ha sido un mano a mano muy ajustado y emocionante, sobre todo en el tramo final... En fin, como era de prever, éramos Serafín y yo los que competíamos.
P. Serafín-Tomás, Tomás-Serafín ¿Cree que ese resultado tan ajustado revela que sus respectivos programas ofrecían pocas diferencias al electorado?
R. Creo que revela exactamente lo que el resultado refleja. Serafín, a quien -no me cansaré de repetirlo- le tengo un grandísimo respecto y un enorme afecto, llevaba 14 años en la Comisión Permanente de la Organización Médica Colegial (OMC) y, en cierta forma, representaba el continuismo, y yo, de algún modo, encarnaba la modernización o la frescura, si queremos decirlo así, con toda la simplificación que implica resumir las cosas en dos bloques.
P. Cuatro votos en blanco de 52 posibles no parece baladí, sobre todo cuando tenían mucho donde elegir. ¿Hasta 4 presidentes han dicho que no les convencía ninguno de ustedes?
R. Creo que ahí se mezcla también, y mucho, el tema geopolítico, por decirlo de alguna forma. Hay determinados entornos autonómicos que ven a esta institución como un órgano centralista, y creo que no se ha sabido ver que la profesión médica está muy, muy por encima de los marcos y estructuras geopolíticas. La profesión está, desafortunadamente, muy por encima de la clase política que tenemos en el mundo, no ya en España, que también. Nuestro legado de servicio a los demás es incuestionable y tenemos que elevarnos varios pies por encima de un escenario político tan poco edificante y amable a nivel mundial: la enorme tristeza de que Reino Unido se vaya de este proyecto europeo que costó tanto conseguir, que triunfen en Polonia o Hungría nacionalismos a ultranza que nos retrotraen a principios del siglo XX, con dos guerras mundiales... Muy por encima de todos esos lamentables episodios está, y debe seguir estando, la profesión médica.
P. ¿Muy por encima, pero no ajena a esa realidad?
R. No, no, en absoluto ajena, sino muy consciente de la realidad que le describo. Y la prueba más palmaria es que cuando nos meten en contienda a los médicos militares siempre actuamos única y exclusivamente al servicio de los demás. Y lo digo plenamente consciente por la parte que me toca también como médico militar.
P. Bajando de nuevo a la micro realidad colegial, ¿entiendo que esos 4 votos en blanco y sus razones de fondo están perfectamente identificados?
R. En un voto secreto perfectamente identificado no hay nada, pero vamos...
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