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viernes, 2 de julio de 2021

Medias y geles fríos contra la insuficiencia venosa

Autocuidado
manuelbustelo
Sáb, 03/07/2021 - 07:00
Sistema circulatorio
El sedentarismo, la obesidad y el calor pueden provocar síntomas propios de la insuficiencia venosa. (Ilustración: Lourdes Esparza)
El sedentarismo, la obesidad y el calor pueden provocar síntomas propios de la insuficiencia venosa. (Ilustración: Lourdes Esparza)

La sensación de piernas cansadas, hinchazón y retención de líquidos, picor u hormigueo suelen ser signos característicos del inicio de la denominada insuficiencia venosa, “cuya evolución puede llevar a situaciones patológicas más graves, como la aparición de varices, trombosis venosas o incluso úlceras varicosas”, expone a CF Nieves Mijimolle, vocal de Ortopedia del COF de Madrid

No obstante, Ramiro Verdejo, jefe de la Unidad de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Quirónsalud Valencia, advierte de que ante esa sintomatología “no es suficiente con el tan popular y extendido autodiagnóstico de tengo problemas de circulación”, siendo necesario “un buen diagnóstico diferencial para poder aplicar el tratamiento más adecuado”. 

Además de los trastornos del sistema venoso (varices y síndrome postrombótico, entre otros), enfermedades linfáticas, trastornos del tejido adiposo (lipedemas), alteraciones del aparato locomotor o insuficiencia cardíaca o renal, pueden ser causa de dicha sintomatología. Al mismo tiempo, existen factores predisponentes, que, incluso, sin alteraciones patológicas previas, la desencadenan, como el sedentarismo, la obesidad o el  calor.  De forma general, el farmacéutico puede dar una serie de recomendaciones a quienes acudan a él con este problema. 

Estos consejos están encaminados a facilitar ese retorno venoso o, como mínimo, evitar que progrese, en especial en una época donde “el calor es un coadyuvante de primera magnitud en exacerbar los síntomas cuando hay patologías previas responsables o, incluso, puede provocar los mismos en ausencia de dichas patologías”, según Verdejo. Esto es debido a la vasodilatación fisiológica que se produce en el sistema venolinfático, lo que provoca una disminución de la eficiencia del sistema de retorno. “Si a esto le añadimos circunstancias como vivir en zonas próximas a la costa, donde la presión hidrostática es mayor que en las de montaña, tenemos una explicación de lo que les ocurre a muchas personas en los meses de verano con la aparición del edema”, señala. 

Beber agua y moverse

Ante la aparición de los primeros síntomas es importante insistir desde la botica en incorporar ciertos hábitos que ayudan a prevenir la aparición de varices. Mijimolle señala lo efectivo que es evitar la deshidratación y, por ello, “se recomienda beber, al menos, 2 litros de agua al día”, además de seguir una alimentación baja en sal.

Asimismo, es necesario evitar el sobrepeso, ya que el aumento del tejido adiposo anula el efecto que el músculo ejerce sobre la propia vena, comprimiéndola y favoreciendo el retorno venoso. Otro factor que hay que combatir es el sedentarismo, porque “estar quietos de pie o sentados de forma continua favorece la dilatación de las venas y la formación de edemas, aumentando la propensión a la formación de varices”.  En este sentido, en el mostrador se puede recomendar hacer ejercicios en el agua por los beneficios que aporta. 

El estreñimiento también juega en contra de los problemas de retorno venoso, pues puede conducir al aumento de la presión que ejerce el abdomen. 

Otras recomendaciones son practicar duchas de agua fría en pies y pantorrillas al finalizar el día para favorecer la vasoconstricción; en invierno, evitar la utilización de braseros o colocar las piernas muy cerca de los radiadores, puesto que provocan la dilatación de venas y dificultan el impulso de la sangre, y, en cualquier época del año, no llevar ropa muy ajustada, porque puede estrangular los vasos y complicar, por tanto, el retorno venoso. 

A esta lista, Verdoso añade otras recomendaciones, como llevar un calzado adecuado y en verano sustituir en la medida de lo posible la compresión elástica por masajes de drenaje venolinfático.

El especialista del Hospital Quirónsalud Valencia menciona también la idoneidad de aplicar geles fríos y cremas hidratantes en las piernas. 

“Existen emulsiones que llevan incorporados principios activos con actividad flebotónica –detalla el experto–, entre ellos, aceites reparadores y cicatrizantes, eucalipto o mentol, castaño de Indias, Ginkgo biloba, Vitis vinifera, centella asiática”. Además, se pueden conservar en nevera y aplicar como geles fríos”, apunta. 

Medias de compresión

Mijimolle apunta que existe un producto que resulta eficaz en la prevención y tratamiento de la insuficiencia venosa y sus posibles complicaciones: las medias de compresión. 

En caso de requerir compresión elástica, afirma Verdejo, “debe ser asesorado por su cirujano vascular acerca de cuál es la media más adecuada para esa época y su problema”, además de recordar que, “aunque contribuye de forma esencial a paliar este tipo de sintomatología, también es cierto que en los meses de calor esta resulta muy incómoda”.

Según el grado de compresión que ejerce a nivel del tobillo, se pueden distinguir los diferentes tipos de medias terapéuticas: de compresión ligera (18 a 21 mm de Hg), que se recomienda para aliviar la sensación de pesadez, hormigueo o cansancio; de compresión normal (22 a 29 mm de Hg), indicadas por los angiólogos para tratar las molestias intensas, formación de varices o edemas, y las de compresión fuerte (30-40 mm de Hg), en los casos de insuficiencia venosa profunda con varices, fuerte tendencia al desarrollo del edema y alto riesgo de desarrollo de trombosis venosas. 

Las medias de compresión, para poder llevar a cabo su efecto beneficioso sobre el retorno venoso, tienen que adaptarse perfectamente a la anatomía de la pierna del paciente. Para ello es fundamental tomar, con un metro flexible, la medida exacta del contorno del tobillo, pantorrilla y del centro del muslo. “Es importante que estas medidas se tomen por la mañana al levantarse. De esta forma nos aseguramos de que la pierna, tras el descanso, no se encuentra hinchada y, por tanto, la media seleccionada se va a adaptar perfectamente a ella”, resalta  Mijimolle.

El calor provoca vasodilatación fisiológica en el sistema venolinfático, por lo que el sistema de retorno es menos eficiente

¿Pero cómo se puede ayudar al paciente a que tome bien las medidas? Mijimolle dice que hay que explicar que se hace “pisando ligeramente la cinta métrica y, en función del tipo de media que se haya indicado –cortas (hasta la rodilla), largas (hasta el muslo) o tipo panty-, tomaremos la medida de la longitud de nuestra pierna correspondiente”. “Con estas medidas –continúa– los farmacéuticos ayudarán a buscar la media del mercado que más se adapta a la anatomía”, apunta el vocal de Ortopedia del COF de Madrid.

La farmacéutica hace hincapié en recordar a los pacientes que las medias de compresión terapéuticas constituyen un tratamiento para el sistema circulatorio, por lo que deben ponerse todos los días por la mañana, incluso cuando el paciente permanezca en casa. 

También es consciente de que, en ocasiones, pueden ser difíciles de poner -en especial las medias de compresión fuerte-, pero también para esto hay trucos que el farmacéutico puede recordar. Así, es aconsejable estirar las medias sin miedo y darles la vuelta, colocando primero la puntera y extendiéndola luego a lo largo de la pierna, como hacen los niños con sus calcetines. 

Además, afirma que si aplican polvos de talco o se utilizan guantes se favorecerá que la media se deslice a lo largo de la pierna. Por el contrario, se debe advertir de no aplicar crema hidratante sobre la pierna, ni llevar sortijas o tener las uñas demasiado largas, puesto que la media se podría enganchar fácilmente y romperse a veces. 

“Si nos resulta demasiado tedioso podemos recurrir a los denominados calzadores de medias –comenta Mijimolle–. Se trata de pequeños dispositivos que podemos dispensar en la farmacia y que ayudarán a deslizar la media a lo largo de nuestra pierna”.

El farmacéutico no debe pasar por alto explicar cuál es la mejor forma de que este producto conserve todas sus propiedades compresivas. En este sentido, se tiene que informar de que siempre se deben lavar a mano con agua templada (menos de 40 ºC) y emplear jabones especiales para prendas delicadas.  

“Nunca las retorceremos para escurrirlas y las dejaremos secar sobre una superficie horizontal, por ejemplo, sobre una toalla. Tampoco las colgaremos de una cuerda y mucho menos sobre un radiador, ya que de lo contrario las deformaremos y perderán sus propiedades terapéuticas”, advierte Mijimolle.

Tratamiento farmacológico

Por otro lado, Verdejo aclara que las medicaciones por vía oral representadas por los tan conocidos flebotónicos no deben ser utilizadas indiscriminadamente, ni de forma permanente, entre otras razones porque no siempre la causa es una alteración del sistema venoso. 

“Pueden ser útiles en este caso –añade– las infusiones diuréticas (cola de caballo, etc.), siempre y cuando no existan problemas de insuficiencia renal”.

La población suele decir con imprecisión que sufre problemas de circulación. Además de un diagnóstico, estas patologías precisan cuidados que la farmacia puede recordar. Off Enrique Mezquita Autocuidado Autocuidado Off

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