Si algo parece quedar claro a poco más de 24 horas de que finalice este atípico -y muy polémico- proceso de adjudicación de plazas MIR de la convocatoria 2020-2021 es que Medicina de Familia sigue sin concitar el interés de los futuros especialistas en formación. La especialidad que más plazas acumulaba al inicio del proceso (2.338) es también la que más difícil lo tiene para ocuparlas, y eso -que ya es una tónica en todas las convocatorias- se hace aún más evidente en la que termina mañana sábado, ya que la especialidad de primaria ha registrado este año el peor ritmo de elección de la última década. Sólo un dato: ayer, cuando terminó de elegir el aspirante con número de orden 7.400, Familia había adjudicado el 55,52% de sus plazas (quedaban vacantes 1.040); a estas alturas del proceso, el año pasado había asignado el 63,26% de las 2.224 que ofertaba.
Ni el presunto papel de esta especialidad como pieza clave en la desescalada de la pandemia, ni su institucionalmente publicitado valor como "eje del sistema", ni las constantes reivindicaciones de los profesionales que ejercen en el nivel han conseguido que la nueva generación de residentes se decante más por Familia, y la prueba es que los candidatos que tienen mejor número de orden y, por tanto, una panoplia más amplia de especialidades donde elegir, se inclinan antes por otras.
El primero en elegir Familia lo hizo con el número 170, frente al 80 del año pasado
El informe que anualmente hace el Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada, que coordina Vicente Matas, sobre la evolución del proceso de adjudicación de las plazas MIR en liza da una idea bastante aproximada del pobre balance de Medicina de Familia en la convocatoria actual. De los aspirantes con número de orden hasta el 6.000, habían elegido esta especialidad 563, lo que supone un descenso del 13,4% sobre las 692 elecciones de la convocatoria 2019-2020, pero además este dato representa el registro más bajo de la última década: en 2019, a la altura del número 6.000, se habían asignado 873 plazas de Medicina de Familia; 925 en 2018, 942 en 2017, 1.008 en 2016, 950 en 2015, 1.011 en 2014, 882 en 2013, 532 en 2012 y 702 en 2011.
Y no sólo es que tarden más en agotarse, es que este año, además, se han empezado a asignar significativamente más tarde que en las convocatorias previas. Si en la convocatoria 2018-2019 se disparó la euforia de la Comisión Nacional de Medicina de Familia y de las sociedades científicas porque el primer aspirante en escoger una plaza de la especialidad fue nada menos que el 11º en elegir (el aspirante con mejor nota en decantarse por esta especialidad en muchos años), en esta convocatoria ha habido que esperar hasta el candidato que eligió plaza con el número de orden 170.
No es sólo que esa primera elección esté a años luz de ese histórico número 11, es que también está muy lejos de todos los registros previos. Sin ir más lejos, en la convocatoria 2019-2020, María Minué, número 80 del MIR, eligió cursar la residencia de Familia en el Hospital Infanta Leonor, de Madrid. Pero es que, además, en esa misma convocatoria, 13 de las 2.224 plazas que Familia tenía para repartir se agotaron en la primera jornada de adjudicación: nunca, en los diez años previos, Familia había dado salida a tantos puestos de formación durante el primer día.
Sus 2.338 plazas suponen ya el 29,2% de la oferta total de las 44 especialidades
Con estos mimbres, las 2.338 plazas que la especialidad reparte este año (un 29,2% de la oferta total) pueden parecer un regalo envenenado, pero el informe de Matas argumenta que ese volumen de puestos se justifica por la necesidad de compensar los recortes de plazas de primaria en las plantillas autonómicas desde la crisis de 2010, "unos recortes que ahora, durante la pandemia, se han hecho más evidentes, ya que el primer nivel afronta la actual crisis sanitaria con menos recursos y sin apenas sustitutos o refuerzos por falta de médicos de Familia y pediatras".
La evolución de la oferta de plazas MIR de Medicina de Familia en los últimos años corrobora que los incrementos que demanda Matas se vienen produciendo sólo desde el año 2015 (y en algunas convocatorias, de forma muy leve), y esos aumentos venían precedidos de continuos descensos de plazas de Familia en los años previos: si en 2012, la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud (SNS) aprobó un total de 1.860 puestos, en 2013 la oferta se redujo a 1.775 plazas y le siguieron dos bajadas consecutivas: en 2014 (1.682) y 2015 (1.654 puestos).
El incremento de plazas ha sido sostenido, pero en ocasiones muy leve, desde 2015
La racha ascendente comienza a partir de 2016, con un ligerísimo incremento con respecto a la convocatoria previa (1.690 plazas), y se ha mantenido constante durante el último lustro, hasta llegar al histórico récord que marcan las 2.338 plazas que se reparten en el proceso de adjudicación que se cierra mañana. Aun así, el 29,2% que ese número de plazas supone con respecto a la oferta global de las 44 especialidades sigue estando muy lejos del 50% que tanto la comisión de Familia con las sociedades científicas de primaria han pedido en alguna ocasión. Comisión y sociedades argumentan que si la Organización Mundial de la Salud recomienda que el 50% de los médicos del sistema sanitario tienem que ser de Familia, la convocatoria MIR debe parecerse mucho a esos parámetros.
Puestos a buscar explicaciones, Matas, que además es vocal de Atención Primaria Urbana de la Organización Médica Colegial, arguye que uno no elige lo que no conoce, en referencia a la "escasa presencia" que Familia sigue teniendo en los planes de estudio de las 46 facultades de Medicina, aunque admite, a renglón seguido, que "este importante problema parece que se empieza a solucionar", en referencia a su generalización como asignatura obligatoria en el grado.
Lo que es innegable es que las condiciones laborales, profesionales y retributivas de los médicos que ejercen en España en el primer nivel -y que Matas define eufemísticamente como "manifiestamente mejorables"-, son también un factor disuasorio clave. "En manos de la Administración, de todas las administraciones, está mejorar las condiciones de ejercicio en primaria, como la forma más eficiente de superar esta pandemia, pero también de estar pertrechados para futuras crisis".
"Relegada a segundo plano"
La queja de Matas se ha tornado esta misma semana en una denuncia unánime e institucional cuando el Foro de Médicos de Atención Primaria ha expresado en un comunicado su "honda preocupación" por la renqueante evolución de la adjudicación de plazas de Familia en la actual convocatoria.
La "falta de interés" por parte de los futuros especialistas demuestra, según las sociedades de primaria, CESM y la propia OMC, que Familia "ha quedado relegada a un segundo plano, y mucho tiene que ver el hecho de que el Ministerio de Sanidad y las consejerías no la hayan dotado de los recursos necesarios e imprescindibles para potenciarla durante la evolución de la pandemia".
El Foro de AP llega a hablar de "intencionado abandono" por parte de la Administración
El órgano que reúne a los especialistas del primer nivel coinciden en que esta dejadez institucional ha convertido su trabajo en algo "farragoso, contrarreloj y agotador, nada atrayente para los futuros especialistas y que nada tiene que ver con la verdadera naturaleza de la especialidad, que es lo que la convierte en esencial para asegurar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud".
Muy alarmado por la incapacidad de Medicina de Familia para generar entusiasmo entre quienes estos días eligen su plaza MIR, el Foro llega a hablar de un "intencionado abandono" de primaria por parte de la Administración sanitaria, "con las graves consecuencias que eso conlleva para el propio SNS".
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3ANNvhu
No hay comentarios:
Publicar un comentario