El yoduro potásico, administrado por vía oral, se utiliza como un pretratamiento y tratamiento frente a posibles exposiciones a yodo radiactivo causadas por una detonación o accidente nuclear. Es un medicamento huérfano, no comercializado en España, pero de interés estratégico para las Fuerzas Armadas y la seguridad y defensa nacional. Por ello, el pasado 7 de junio se suscribió por primera vez un convenio entre el Ministerio de Defensa y el Foro de la Industria Nuclear Española para el aprovisionamiento de yoduro potásico por el Centro Militar de Farmacia de la Defensa (Cemilfardef), vigente cuatro años (2021-2025).
En dicho convenio, el Foro establece que necesita disponer de yoduro potásico en cápsulas o comprimidos para la protección de sus trabajadores. También señala su indicación en situaciones excepcionales entre la población de las localidades incluidas en los Planes de Emergencia Nuclear como elemento de profilaxis.
Antes de la firma de este convenio, el suministro correspondía a Protección Civil, como explican a este medio fuentes del Foro de la Industria Nuclear Española: "Pero, de un tiempo a esta parte, comunicaron que no podrían seguir suministrando a las centrales nucleares, sino solo a la población de los entornos nucleares. Por tanto, se ha firmado este convenio con el Ministerio de Defensa, de forma que cuando las centrales nucleares lo necesiten, lo solicitarán y se proveerá al precio estipulado".
La estimación del gasto para provisionarles de yoduro potásico hasta 2025 es de 12.000 euros para 100.000 cápsulas de 130 mg o 16.000 euros para 201.000 comprimidos de 65 mg. En el convenio se aclara que las centrales nucleares prefieren la presentación en cápsulas, en la medida en que ésta esté disponible, adaptándose a la presentación en comprimidos cuando aquélla no lo esté.
Siete reactores nucleares en España
En España hay cinco centrales nucleares y un total de siete reactores, ya que dos emplazamientos tienen dos reactores (Almaraz I y II en Cáceres-, Ascó I y II en Tarragona, Cofrentes en Valencia, Vandellós II en Tarragona y Trillo en Guadalajara). El yoduro potásico se almacena en las propias centrales nucleares con un stock suficiente para, en caso de emergencia, poder atender a todo su personal, y está gestionado por los servicios médicos de cada central nuclear, según detalla el Foro Nuclear a este medio.
Si bien en España nunca ha habido que utilizarlo, como explica el coronel farmacéutico Antonio Juberías Sánchez, director del Cemilfardef, sí señala que es vital administrar este yodo a la población expuesta a un accidente nuclear lo antes posible, preferiblemente antes de que hayan transcurrido 12 horas del accidente o incidente: "Si pasamos las 12 horas, la protección no es eficaz. Por eso es importante que haya un preposicionamiento de este tipo de producto en los lugares donde pueda haber riesgo. Y por eso forma parte de los planes de emergencia nuclear, para proteger a las poblaciones posiblemente afectadas de un accidente o incidente, y de los propios trabajadores", señala. En cuanto a si este convenio va a suponerles una mayor producción, sostiene que no es una gran cantidad, y que en 2024 es una renovación de los productos que entran en caducidad. Sí aclara que el yoduro potásico presenta diferentes dosificaciones según la edad: para adultos la dosis es 130 mg al día. "De ahí que las cápsulas que fabrican las Fuerzas Armadas sean de 130 mg, porque nosotros destinamos nuestra producción a población adulta", señala Juberías.
Cómo fabrican las Fuerzas Armadas el yoduro
Sin embargo, Protección Civil les planteó la posibilidad de fabricar comprimidos biranurados (con doble bisel), con una dosificación de 65 mg, para que un comprimido se pudiera partir en cuatro trozos, y así poder dar uno, medio y un cuarto: "Es una forma versátil pensando en toda la población que puede verse afectada por un plan de emergencia nuclear", sostiene. Y es que la dosificación para niños de entre 3 y 12 años es de 65 mg/ día, para niños menores de 3 años y hasta un mes son 32 mg, y para niños entre 0 y 1 mes son 16 mg. "Nosotros entregamos el yoduro potásico a los servicios de Protección Civil territoriales y ellos se encargan de custodiarlo y repartirlo, determinando en qué cantidad, dentro del plan estratégico nuclear y planes de emergencia nuclear", comenta el coronel.
Fuentes de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias señalan a CF que en las centrales en desmantelamiento no hacen falta pastillas de yoduro potásico, porque, pasado un tiempo, no emiten yodo radiactivo en caso de accidente. Y señalan que las pastillas se reparten a través de las Subdelegaciones del Gobierno a ayuntamientos y centros de salud, nunca a población o farmacias.
"Nosotros tenemos un acuerdo de colaboración con el Centro Militar de Farmacia de la Defensa, que es quien fabrica y gestiona los residuos, y esto se hace en aplicación de nuestros planes de protección civil. Y está funcionando correctamente", sostienen fuentes de la Dirección General de Protección Civil. Y añaden que el Foro Nuclear decidió firmar otro convenio para contar con una dotación de pastillas para proteger a sus trabajadores que, por alguna razón, no pudieran ser evacuados a tiempo.
Accidentes de Chernóbil y Fukushima
Imposible no acordarse de los accidentes nucleares de Chernóbil, el 26 de abril de 1986 en Ucrania, y el de Fukushima, el 11 de marzo de 2011, en Japón, del que se cumplen 10 años.
El director del Cemilfardef menciona un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a raíz del accidente de Chernóbil, realizado en 2006, en el que se planteaba la necesidad de disponer de una forma de dosificación de yoduro potásico adecuada para la población infantil, ante el incremento de cáncer de tiroides observado en niños: "La energía nuclear que se libera produce isótopos radiactivos que se fijan a la glándula tiroides y puede provocar alteraciones cancerosas", aclara Juberías.
Según las estimaciones del informe de la OMS, en los países más afectados se ha diagnosticado cáncer tiroideo a unas 5.000 personas que eran niños o adolescentes cuando se produjo el accidente. Además, es probable que se notifiquen nuevos casos de cáncer tiroideo en las próximas décadas.
A su vez, la OMS estima en casi 9.000 el exceso de defunciones por cáncer que ha causado el accidente entre las personas que trabajaban en las operaciones de limpieza, los evacuados y los residentes de las regiones muy o poco contaminadas de Belarús, la Federación de Rusia y Ucrania.
El informe también señala que tras el accidente de Chernóbil sólo se administró yoduro potásico durante las primeras semanas posteriores a los trabajadores de la central nuclear y a algunos evacuados en un radio de 30 kilómetros, principalmente de la zona de Prípiat, al norte de Ucrania. El documento también señala que se comprobó cómo la ingesta de yoduro potásico entre las 6 y 30 horas posteriores al accidente nuclear redujeron las dosis de yodo radiactivo en una sexta parte a los residentes de Prípiat, y esto, combinado con la medida de permanecer en sus casas, redujo la exposición en una décima parte.
Para deficiencias nutricionales
A día de hoy, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitaros (Aemps) señala 13 presentaciones disponibles en España de yoduro potásico, cinco de ellas de uso hospitalario (tres de estas cinco, Pediaven, con problemas de suministro). Las 13 presentaciones son de seis laboratorios, ninguno español.
Todos los medicamentos que figuran para ser dispensados en oficina de farmacia están sujetos a prescripción médica y necesitan, por tanto, receta. Entre sus indicaciones figura la corrección de las deficiencias nutricionales en adultos y la prevención de trastornos neurológicos fetales en embarazadas.
Aparte de estas 13 presentaciones comerciales, también hay farmacias que realizan fórmulas magistrales con yoduro potásico. Sin embargo, en el caso de Cayetano Gutiérrez Solano, con botica en San Vicente del Raspeig (Alicante), no es muy frecuente, y el último caso que recuerda es de 2011: "Lo hemos hecho en jarabes, con 300 mg/ml, para un paciente que iba a recibir radiaciones que afectaban al yodo de tiroides. Normalmente se suele dar en el servicio de farmacia del hospital", sostiene.
Mientras en farmacias de países como Bélgica, cercanas a centrales nucleares, dispensan gratuitamente el yoduro potásico a la población, no ocurre así en España, según confirma a CF tanto Protección Civil como una farmacéutica ubicada en Frías (Burgos), cerca de la localidad de Santa María de Garoña. Aquí está pendiente de desmantelar la central nuclear de Garoña, que empleaba el mismo modelo de reactor que el de Fukushima. "Nunca ha habido yoduro en farmacias a modo preventivo, pero sí que antes había disponibilidad en el centro de salud cuando la central estaba operativa", recuerda.
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