"Estuve andando el sábado pasado por los montes que rodean Ceuta y cada dos por tres te encuentras una cabañita hecha, con un grupo de gente dentro, de los que llegaron en avalancha el 19 de mayo y los días siguientes. No se sabe cuántos quedan, pero podemos calcular que unos 3.000". A Julián Domínguez, médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y jefe de Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario de Ceuta, le gusta andar por el monte, hacer senderismo. No nació en Ceuta, pero allí destinaron a su padre como Guardia Civil cuando él era un niño. "Como si hubiera nacido aquí", reconoce.
Entre los 84.000 ciudadanos que tiene censados la ciudad autónoma de Ceuta, hay quienes miran al sur, a Marruecos, al continente africano, y quienes miran al norte, a la península. Domínguez asegura que él mira a los dos sitios.
"De entrada, se necesitan médicos de Familia, pero también especialistas en Cardiología, Digestivo, Medicina Interna, Rehabilitación... hay un déficit de especialistas crónico en Ceuta"
Con la densidad de población más alta de España y el coste del metro cuadrado de la vivienda en alquiler y en compra similar al de muchas zonas de la ciudad de Madrid, Ceuta no es el destino deseado por recién graduados en Medicina. "De entrada, se necesitan médicos de Familia, pero también especialistas en Cardiología, Digestivo, Medicina Interna, Rehabilitación... En general, hay déficit en casi todas las especialidades. En mi especialidad, Preventiva, he tenido un especialista de apoyo seis meses y ahora tenemos una persona jubilada que está hasta el 31 de diciembre. Tengo residentes de Medicina del Trabajo, pero todavía no acaban. Hay un déficit en especialidades y no solo te hablo del Ingesa. También endocrinos, urólogos, oftalmólogos... Si te hago una lista, te termino diciendo todas las especialidades. Hay un déficit de especialistas crónico en Ceuta", cuenta Domínguez, que es portavoz de .
¿Qué queda de la avalancha del 19 de mayo?
A una semana de cumplirse dos meses de la avalancha de inmigrantes marroquís que sufrió la ciudad, el epidemiólogo Julián Domínguez apunta los aspectos que ayudan a entender las implicaciones desde el punto de vista de salud pública de esa masiva llegada de inmigrantes durante una pandemia, a una ciudad cuyo sistema sanitario está dimensionado para dar cobertura a una población de 84.000 habitantes.
A Domínguez le cuesta dar con el término correcto para calificar lo que ocurrió el 19 de mayo de 2021, cuando un número aproximado de 8.000 marroquís llegaron a Ceuta: "Avalancha, invasión seudopacífica...". En todo caso, de lo que no tiene dudas es de las repercusiones que la llegada masiva de estos inmigrantes ha producido en una población que, entonces, estaba saliendo más que airosa de la pandemia de coronavirus, con datos epidemiológicos de incidencia, vacunación e ingresos hospitalarios entre los mejores de España.
El cálculo oficial es que llegaron unos 8.000 marroquís. "Siguen quedando más de 1.000 menores aproximadamente y de adultos se calcula una cifra parecida. De ellos hay unos 500 menores deambulando por la ciudad y otros tantos, entre menores y adultos, en naves que se han ido habilitando progresivamente para acogerlos".
"Lo que no se hizo bien fue la segregación entre los que podían ser positivos"
Esa entrada masiva ha supuesto, ha fecha del pasado 5 de julio y según datos del Ingesa, 2.285 atenciones sanitarias registradas, lo que ha supuesto atender a 46 pacientes diarios más y los recursos sanitarios en Ceuta son limitados. Están dimensionados a la población de Ceuta, de 84.000 habitantes censados en estos momentos. Eso ha estresado a las Urgencias, bastante. Hay falta de recursos y dificultad de encontrarlos, porque no hay médicos".
Domínguez es crítico con la solución adoptada para ubicar a los inmigrantes. "No se han encontrado localizaciones o no se han sabido encontrar". Y da algunas ideas: "Tenemos un hospital militar, una antigua cárcel que está vacía y abandonada en estos momentos. Tenemos también varios campos de futbol y espacios abiertos en los que se podía haber habilitados un campo de refugiados, porque realmente es lo mas similar a lo que parece una invasión seudopacífica".
"Pero se haga lo que se haga ahora, lo que no se hizo bien fue la segregación entre los que podían ser positivos, que se quedaron en naves o contenedores adaptados. Eso lo hemos propuesto desde medicina preventiva durante toda la pandemia, en relación a tener un lugar para los aislamientos y un centro para las cuarentenas, que podía ser un hotel, que han estado vacíos durante casi todo el año. Por otra parte, ahora si esa decisión se hubieran tomado durante la pandemia hubiéramos tenido ocasión de utilizar esos espacios durante la invasión, bueno, quizá la palabra mejor sea avalancha migratoria. Es que es difícil de calificar esa presión que ha hecho Marruecos sobre España".
Pregunta: Desde el punto de vista epidemiológico una población flotante de esas características en medio de una pandemia no parece muy recomendable. ¿Qué estrategias diferenciales se debería aplicar para controlar esa población con esa singularidad?
Respuesta: "Tener una población flotante es algo grave. En una fase tardo pandémica como en la que estamos ahora, en una fase endemo-epidémica, hay casos sueltos y hay un porcentaje altísimos de vacunados. Estamos llegando casi al 60% de vacunados con la pauta completa [la entrevista se realizó hace diez días, este porcentaje ahora es de xxxxx], más los que han pasado la enfermedad y nosotros hemos superado el 80% con una sola dosis. Desde Prevención hicimos esa propuestas, vacunar rápido con una dosis.
En estas circunstancias meter un grupo de población no vacunado es una situación peligrosísima. No solo para el brote covid-19, si no también para otro tipo de enfermedades. Porque podemos estar expuestos, en un momento determinado, a un brote epidémico de otras características, que esperemos que no suceda y no tengamos la mala suerte de que nos entre cualquier tipo de virus, que podemos, en un momento determinado, tener en España y que con la globalización nos puede llegar por cualquier vía. Por ejemplo, fiebre del Valle del Nilo. No es lo esperable. No hay datos para poder decirlo, pero Marruecos tampoco es un país que sea transparente en esas informaciones. Es difícil saber qué ocurre. Por tanto eso es muy peligroso y en una situación de brote pandémico, más".
P.: Pero, sobre las medidas concretas...
R.: Hemos insistido mucho en la necesidad de un lugar de aislamiento de pacientes positivos con casos confirmados que no sean graves. Llámalo hotel sanitarizado. Llámalo un hotel de pandemias, un alojamiento de pandemias o un centro de internamiento de pacientes que sean casos confirmados. Simultáneamente, hay que tener un centro de internamiento o alojamiento para contactos que no puedan hacer su aislamiento correctamente.
Porque si Ceuta tiene una alta densidad de población, súmale la entrada de inmigrantes. Tenemos conocimiento de que en algunas viviendas se han alojado a personas que vinieron como inmigrantes ilegales, y a esa cifra súmale trabajadores que venían de Marruecos a Ceuta y han quedado atrapados sin volver... Hay mucho hacinamiento en las viviendas, de modo que el aislamiento en caso de positivos en covid-19 es muy complicado que se cumpla.
Además, hay otras personas que tampoco sabemos dónde están, si están en domicilios o están en la calle... Pero, además, de tener un alojamiento para positivos y otro para contactos hay que hacer un buen cribado. De modo que, según entra la persona, se criba, la paso a zona de negativos o de positivos. Y los contactos de positivos, los rastreo... Lo hemos hecho toda la vía en Medicina Preventiva. En la tuberculosis, con cualquier enfermedad de transmisión sexual o cualquier otro tipo de enfermedad que sea transmisible y sea prevenible".
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