La calidad de la evidencia disponible sobre la seguridad y la efectividad clínica de los glucómetros es incierta en pacientes con diabetes tipo I, diabetes tipo II, diabetes gestacional, hiperglicemia o hipo-glicemia o con sospecha de las mismas, así como en pacientes que reciben un tratamiento quirúrgico. También es incierta en el caso de los gasómetros en pacientes con EPOC, en ventilación mecánica o con o con sospecha de acidosis respiratoria o metabólica, alcalosis respiratoria o metabólica, hipoxemia, hipercapnia, hipocapnia, hipoxia y/o hiperoxia, así como en pacientes que reciben una intervención quirúrgica. Y lo mismo sucede con los coagulómetros en pacientes con sospecha de coagulopatía por defecto o por exceso, bajo tratamiento anticoagulante o que reciben un tratamiento quirúrgico.
Es lo que concluye el informe de evaluación Seguridad, efectividad y eficiencia de glucómetros, gasómetros y coagulómetros , realizado por la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias (AQuAS) de Cataluña en el marco de la financiación del Ministerio de Sanidad para el desarrollo de las actividades del Plan Anual de Trabajo de la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud (SNS).
Recoge el documento que las mediciones puntuales de glucosa, gases y coagulación en sangre se utilizan de forma protocolizada en muchos contextos clínicos y en múltiples ocasiones. En algunos contextos se realizan en un lugar cercano al punto de atención al paciente, con el objetivo de acelerar el proceso hasta el diagnóstico o la decisión terapéutica. “A pesar de su amplia incorporación en la práctica clínica, todavía existe incertidumbre sobre su valor clínico y el grado de cumplimiento con los estándares de calidad y el reglamento europeo en términos de desempeño diagnóstico”.
El informe se centra en pruebas diagnósticas puntuales que el personal asistencial realiza con un dispositivo point-of-care testing (POCT), comprendiendo la medición electroquímica hasta la interpretación de los resultados en las siguientes magnitudes biológicas: glucosa, hemoglobina gli-cosilada, pH, saturación de oxígeno, presión parcial de dióxido de carbono y presión parcial de oxígeno. Se han realizado tres búsquedas sistemáticas de estudios publicados entre los años 2009 y 2019, de manera independiente para cada tipo de dispositivo, y finalmente se han incluido un total de 31 estudios para la evaluación de glucómetros, 5 en el caso de gasómetros y 36 en el caso de coagulómetros.
“Una de las principales conclusiones del presente estudio es que, en la práctica clínica, algunas estrategias POCT obtienen resultados que se encuentran por debajo de los estándares de calidad requeridos, teniendo un impacto en el diagnóstico y tratamiento de los pacientes. En segundo lugar, se ha observado que existe incertidumbre sobre el coste-efectividad de estas tecnologías
Sugiere el informe el estudio de la implementación de los dispositivos POCT en los diferentes ámbitos clínicos con la finalidad de comparar su coste y efectividad con la prueba de laboratorio. Y también propone analizar el impacto en salud de los errores preanalíticos, analíticos y posanalíticos en las tres magnitudes biológicas de interés.
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