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miércoles, 14 de julio de 2021

La pandemia provocó la mayor interrupción en la vacunación infantil de la historia

Pediatría
soniamoreno
Jue, 15/07/2021 - 08:00
Informe de la OMS y UNICEF
Campaña de vacunación frente al sarampión en Etiopía.
Campaña de vacunación frente al sarampión en Etiopía. (UNICEF).

La vacunación infantil ha sido otro daño colateral de la pandemia, que puede estar detrás de la interrupción mundial más grande y generalizada de los programas de inmunización en niños, tanto en países ricos como con menos recursos, poniéndolos en riesgo de contraer sarampión, difteria, tétanos y tosferina, y abonando la probabilidad de futuros brotes.

Según los datos que acaba de publicar la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), 23 millones de niños se quedaron sin alguna de sus vacunas de rutina en 2020, lo que supone 3,7 millones más que el año anterior. Además, la mayoría de ellos, hasta 17 millones de niños, probablemente no han recibido una sola vacuna durante todo 2020, lo que ensancha las ya de por sí grandes desigualdades en el acceso a las inmunizaciones.

Como refiere en un comunicado la OMS, la mayoría de esos niños viven en comunidades afectadas por conflictos, en lugares remotos desatendidos o en entornos insalubres y sin la adecuada dotación sanitaria.

Antes de la pandemia de covid-19, las tasas mundiales de vacunación infantil contra la difteria, el tétanos, la tosferina, el sarampión y la poliomielitis se habían estancado durante varios años en alrededor del 86%, una tasa muy por debajo del 95% recomendado para proteger contra el sarampión e insuficiente para detener otras enfermedades prevenibles con vacunas.

Los datos oficiales indican que a nivel mundial, la tasa de vacunación con las tres dosis frente a difteria, tétanos y tosferina (DTP) se redujo al 83% en 2020, lo que significa que 22,7 millones de niños quedaron desprotegidos

La primera dosis contra el sarampión se inoculó en el 86% en 2019, frente al 84 % en 2020, afectando a 22,3 millones de niños. Para la segunda dosis, la tasa fue del 71% (el 70% en 2019).

Regiones más preocupantes

Los datos de la OMS indican que las regiones del Sudeste Asiático y el Mediterráneo Oriental fueron las más afectadas por la discontinuidad.

Pero también indican que los países de ingresos medios aportan una proporción cada vez mayor de niños que pierden al menos una dosis de vacunas. India está experimentando una caída especialmente preocupante, con la cobertura de la tercera dosis de la DTP cayendo del 91% al 85%. También preocupa América, donde solo el 82% de los niños están completamente vacunados frente a DTP, a diferencia del 91% en 2016.

“Incluso antes de la pandemia, había señales preocupantes de que estábamos empezando a perder terreno en la lucha para inmunizar a los niños contra las enfermedades infantiles prevenibles, con brotes generalizados de sarampión de hace dos años. La pandemia ha empeorado la situación", ha reconocido Henrietta Fore, la hasta ayer directora ejecutiva de UNICEF (el miércoles se conoció su dimisión por motivos de salud).

Junto a las enfermedades con riesgo de causar brotes, el informe advierte de las bajas tasas de vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH), que protege a las niñas del cáncer de cuello uterino, y que se ha visto muy afectada por el cierre de escuelas. A nivel mundial, solo el 13% de las niñas se vacunaron contra el VPH, en comparación con el 15% en 2019.

Campaña de vacunación oral contra la polio en Nigeria.
Campaña de vacunación oral contra la polio en Nigeria. (FOTO: UNICEF)

La comunicación de las cifras oficiales -las primeras sobre el efecto abrupto de la pandemia covídica en la tasa de vacunación infantil-  coinciden con la publicación de un nuevo estudio, en The Lancet, con similares conclusiones sobre la caída de la tasa vacunal pediátrica. El trabajo ha construido un modelo de estimación utilizando datos notificados por los países y los registros médicos electrónicos sobre la administración de vacunas y la cobertura de la inmunización del sarampión y la DTP durante 2020.

La investigación se llevó a cabo por científicos del Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud (IHME, por sus siglas en inglés), con sede en Washington. Sus estimaciones indican una caída en la cobertura mundial de la primera dosis de la vacuna contra el sarampión y de la tercera dosis de la vacuna contra la DTP por debajo del 80% en 2020 (8,9 y 8,5 millones de niños podrían haberlas perdido, respectivamente). Se trata de una disminución relativa de al menos el 7 % por debajo de los niveles esperados para ambas vacunas si no se hubiera producido la pandemia.

De nuevo, el sur de Asia fue la región más afectada, con una pérdida de 3,6 millones de dosis de la tercera dosis de DTP y de 2,2 millones de la primera dosis de la vacuna del sarampión, debido a la pandemia. Las interrupciones fueron menores en África subsahariana, donde se estimó una disminución de la cobertura de un 4% en 2020; no obstante, como recuerdan los autores, muchos países de esta región tenían ya unas bajas coberturas vacunales.

Estimación de la caída en España

El estudio también refleja, al igual que los datos de la OMS y UNICEF, que en los países de ingresos altos, el número de niños que omitieron dosis aumentó, en concreto, estiman que a más del doble: la tercera de la DTP pasó de 600.000 a una estimación de 1,2 millones, y las primera de sarampión que se olvidó, de 700.000 a 1,5 millones.

En España, calculan que la cobertura de la tercera dosis de la triple vírica pudo pasar del esperado 96,1% si no hubiera habido pandemia al 86,1%; y en el caso de la primera dosis del sarampión del 98,9% al 83,4%.

El mes fatídico de este apagón vacunal fue abril, con el mayor número de niños sin dosis e interrupciones globales que superaron el 30%.

Causas de la interrupción

Entre las razones de la interrupción esgrimidas en el estudio, destacan los confinamientos y el miedo a contraer la covid-19 al acudir a los centros sanitarios.

Kate Causey, investigadora de IHME y una de las autoras principales del estudio, declara que “los países han adoptado enfoques innovadores para llegar a los niños, con servicios de vacunación más seguros, incluso a través de visitas domiciliarias, uso de escuelas y supermercados, autoservicio y extensión de horarios”.

Causey propone “aprender de estos esfuerzos de adaptación y fortalecer los sistemas de datos” para orientar la recuperación a las comunidades desatendidas, con el objetivo de mejorar la salud infantil para las generaciones venideras.

Unos 17 millones de niños no recibieron ninguna vacuna de rutina en 2020, lo que supone la mayor interrupción en los programas de vacunación de la historia. Off Sonia Moreno Off

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