La situación de la covid-19 en mujeres embarazadas ha generado muchas dudas que continúan surgiendo en grupo de población en relación con el parto, la lactancia o la vacunación. En este sentido, especialistas de la Unidad Neonatal y de Cuidados Intermedios Pediátricos del Hospital de Manises (Valencia) recuerdan que la infección por covid-19 materna no supone un cambio en las recomendaciones generales sobre la lactancia.
“La infección de la madre por covid-19 no supone ningún problema para iniciar y/o continuar con la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de vida del bebé y posteriormente complementarla con otros alimentos durante el tiempo que ambos deseen”, explica Blanca Garrido, pediatra neonatóloga de la citada unidad.
Sin contagio al bebé
Aunque se han detectado restos de SARS-CoV-2 en aproximadamente el 10% de las muestras de leche materna analizadas en diferentes estudios en curso, “no se ha detectado virus viable ni transmisible en leche materna y no hay casos documentados de contagio al lactante a través de leche materna, al igual que ocurre con otras infecciones mucho más estudiadas y conocidas como puede ser la hepatitis C”.
Dado el beneficio tan enorme que supone la alimentación con lactancia materna y la ausencia de evidencia de transmisión por leche materna de la infección por SARS-CoV-2, “no está justificado cambiar la recomendación de que la lactancia materna es el mejor alimento para el recién nacido, aunque su madre tenga una infección covid-19”, apunta Garrido.
Además, la Sociedad Española de Neonatología (SENEO) puso en marcha un registro de casos de hijos de madre con infección covid-19 en el que se ha visto que la tasa de transmisión madre-hijo es muy baja (0,9% de los casos registrados).
“Estos casos se han atribuido transmisión postnatal y, en su mayoría, los recién nacidos contagiados han permanecido asintomáticos o con síntomas leves. Estos datos avalan no separar a la madre y al recién nacido tras el nacimiento y no contraindicar la lactancia materna. Debemos tener en cuenta que la separación de la madre y el recién nacido y las intervenciones que perjudican la lactancia materna tienen efectos negativos, tanto en la salud de la madre como en la del bebé”, añade la pediatra.
Las especialistas del Hospital de Manises además recuerdan que, a pesar de que la evidencia científica actual es limitada, cada vez existen más estudios que demuestran la presencia de anticuerpos frente a SARS-CoV-2 en la leche materna de las mujeres con covid-19 y también en aquellas que han recibido la vacuna (estudios de Pace 2021, Kelly 2021 y Perl 2021).
Esta evidencia científica que va poco a poco materializándose en estudios avala la idea inicial de que “es lógico pensar que si la madre ha estado infectada por covid-19 o se ha vacunado frente a la enfermedad y ha generado anticuerpos, éstos pueden pasar a la leche materna y, por tanto, al bebé al igual que ocurre con los anticuerpos generados tras otras infecciones”, explica Garrido.
La pediatra advierte de que “en cualquier caso, las madres infectadas deben mantener las medidas de higiene, como el lavado de manos y el uso materno de mascarilla durante la toma, delegando el resto de los cuidados del bebé a una tercera persona no afectada por la infección, siempre que esto último sea posible”.
Si el estado físico de la madre por la infección le impidiese amamantar de forma directa, existe la posibilidad de extraerse leche materna y poder dársela a su bebé de forma diferida, sin que esa leche tenga que pasar por ningún proceso especial para poder ser administrada.
Otra de las incertidumbres más extendidas entre el colectivo de mujeres embarazadas y lactantes es la de la vacunación contra la covid-19 y ante esto, y en la misma línea de las indicaciones de las autoridades sanitarias, las especialistas del Hospital de Manises recomiendan la inmunización de este colectivo en tiempo y forma que les sea recomendado.
“Las vacunas de Moderna y Pfizer-BioNTech son vacunas ARN mensajero, es decir, no contienen el virus vivo que causa la covid-19 y, por lo tanto, no tienen riesgo de provocar la enfermedad en quienes se vacunan”, explica la pediatra.
Vacunación compatible con la lactancia
La evidencia científica disponible actualmente, principalmente estudios realizados en EEUU y Reino Unido, avala la seguridad de la vacunación de las embarazadas a partir del segundo trimestre de gestación. “No se han visto más efectos secundarios que en la población general y no se ha detectado ningún efecto adverso significativo sobre el embarazo”, añade Garrido.
En España, el Consejo Interterritorial de Salud decidió en mayo autorizar la vacunación de embarazadas con vacunas de ARNm, cuando les corresponda según el tramo de edad y grupo de priorización al que pertenezcan.
Con respecto a las madres lactantes, la administración de la vacuna no está contraindicada y no condiciona ningún tipo de modificación en las recomendaciones de lactancia, habiendo sido catalogada como de “riesgo muy bajo, segura y compatible con la lactancia” en portales de consulta de referencia en nuestra práctica clínica diaria como e-lactancia.org. De hecho, Moderna y Pfizer ya han retirado de sus fichas técnicas su recomendación inicial de no administrar en madres lactantes.
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3xteyNj
No hay comentarios:
Publicar un comentario