El Hospital del Vall d’Hebron de Barcelona ha realizado el primer trasplante pulmonar a un paciente post covid-19 en España. El beneficiario de esta excepcional intervención, que se realizó por primera vez en China y se está usando bastante en Estados Unidos, es un hombre de 51 años que antes estuvo 127 días en la UCI del Hospital de Bellvitge. La inflamación por el SARS-CoV-2 le había causado daños irreversibles a los pulmones pero el resto de órganos seguían funcionando correctamente y, además, no tenía ninguna otra patología de base. El paciente valoró otros pacientes antes pero Jordi, que es el nombre de este paciente, fue el primero en el que se consideró indicado.
"El paciente estará unos días en planta para avanzar en la recuperación, antes de volver a casa", ha informado Carlos Bravo, responsable de Trasplante Pulmonar del Servicio de Neumología del centro. Su equipo participará en el seguimiento y el manejo del tratamiento inmunosupresor.
"Se puede tener toda la tecnología, pero sin donante, no hay trasplante", ha recordado Carmen Vallés, supervisora de Coordinación de Trasplantes. En un trasplante de pulmón, participa mucha gente. Sólo hay ocho horas para extraer los pulmones e implantarlos.
Alberto Jáuregui, jefe de Cirugía torácica y Trasplante de pulmón, ha informado de que hay dos tipos de posibles subsidiarios de trasplante de pulmón: postcovid en UCI con neumonía grave y en ECMO o con secuelas que hayan pasado o no por UCI pero con secuelas irreversibles en pulmones. A su juicio, “éste es un hito para Cataluña y España. La historia comenzó con una infección muy grave, el paciente pasó antes por un hospital general y por Bellvitge, donde lo conectaron a ECMO. Cuatro meses más tarde, nos solicitaron valoración para ofrecerle trasplante de pulmón. Un equipo multidisciplinar se dirigió al centro para valorar al paciente, y vio que era apto y solo tenía afectación de pulmones y lo aceptaba”. Surgió rápidamente un donante compatible pero, al parecer, la cirugía fue complicada.
Vall d’Hebron es el centro que hace más trasplantes de este tipo de España y de Europa y uno de los que más hacen en el mundo. La afectación del covid-19, relata Jáuregui, hizo que la intervención se alargara hasta las 9 horas. Luego, el paso por la uci fue rápido y, a los pocos días, el enfermo dejó de necesitar oxígeno suplementario. Ahora está en planta respirando por sí mismo. Le falta una recuperación muy intensa; el cuerpo requiere rehabilitación. El trasplante de pulmón, “es cirugía y luego, subida a la montaña del postoperatorio y la recuperación. En una semana o poco más estará ya listo para el alta. Estamos muy contentos con este logro”, ha dicho Jáuregui. No obstante, están un poco preocupados, “porque estamos viendo más pacientes. Éste no será el único trasplantado por covid-19”.
Judit Sacanell, referente en trasplante de pulmón en la UCI del Vall d’Hebron, ha explicado, por su parte, que en Bellvitge vieron que el paciente no salía de ECMO y que el resto de órganos funcionaban correctamente. “En historia clínica no vimos contraindicación absoluta y el comité del Vall d’Hebron se trasladó para tomar una decisión y empezar un seguimiento exhaustivo de tres semanas hasta llegar a la conclusión de que no había otra opción. Decidimos trasladarlo a nuestra UCI e incluirlo en programa de trasplante. El traslado se hizo con el soporte extracorpóreo. Llegó el órgano, y tras la cirugía, volvió a la UCI. Ha ido todo bastante bien. Después de todo este año que llevamos, poder dar esta noticia abre esperanzas: es el primero, pero no será el último”.
Cuando no hay salida a la ECMO
Jordi Riera, de ECMO, ha recordado que esta máquina se usa, “cuando el resto ha fallado. Nuestros pacientes son los más graves. No cura nada, no es un tratamiento, solo permite que el pulmón descanse. Hemos tratado a 75 pacientes con este coronavirus y el 70% están en su casa. Somos el centro del sur de Europa que más casos hemos hecho. No se puede aplicar a todos los pacientes con coronavirus: requiere que sean jóvenes y que no tengan disfunción de otros órganos y que la patología de base se pueda solucionar. El pulmón queda agredido y sin función, que fue el caso de Jordi. Los pulmones estaban destrozados. Vimos que no podían recuperarse. Se nos planteó como solución quitarlos y poner otros nuevos. Es un caso excepcional. En ECMO, Jordi estaba despierto y era capaz de participar en decisiones. Se trasladó en ECMO al Vall d’Hebron y estuvo una semana, hasta que llegó el momento. El donante y su familia quisieron salvar una vida. Se dio soporte en ECMO también en cardio para que el corazón no sufriera tanto durante la intervención. Y siguió en ECMO un tiempo, para facilitar la recuperación tras el trasplante”.
La anestesia, especialmente compleja
Maribel Rochera, anestesióloga, ha precisado que la anestesia, en este caso, “requirió un cuidado muy especial”. Se controla desde anestesia que el paciente esté dormido y no tenga dolor pero esta, “es una parte pequeña de nuestro trabajo. Tenemos que controlar muchas más cosas; en 9 horas, hemos de ir tomando decisiones y solventar posibles complicaciones. En este caso el reto era mayor puesto que el paciente llevaba 4 meses en ECMO y no teníamos experiencia previa con un soporte tan prolongado. Durante la operación usamos una maquina más compleja de lo habitual, que hace funciones de pulmón y de corazón y que requiere que la sangre sea más liquida de lo habitual. Eso es algo que no va bien para las suturas quirúrgicas. Ese equilibrio se mueve dentro de una línea muy fina”.
Bravo ha informado de que “hemos realizado más de 1.500 trasplantes de pulmón. Somos centro de referencia para Cataluña, Baleares y Aragón. Un 20% de nuestros pacientes proceden de fuera de Cataluña. En pacientes con covid-19 severo puede ser su última opción, pero deben ser muy bien seleccionados. Los resultados de supervivencia son similares a los trasplantados por cualquier otra patología”, según la experiencia de otros países.
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