El sistema de formación sanitaria especializada de España, sobre el papel uno de los mejores del mundo, engulle cada año a un porcentaje importante de los MIR antes de que terminen su formación y priva, por tanto, al Sistema Nacional de Salud (SNS) de nuevos (y muy necesarios) especialistas.
Según datos oficiales del propio del Ministerio de Sanidad, entre los años 2017 y 2021 terminaron su formación sanitaria especializada un total de 28.859 residentes de todas las especialidades médicas que se pueden cursar en las unidades docentes actualmente acreditadas en el SNS. El problema es que cuatro o cinco años antes (dependiendo de la duración de la especialidad) habían comenzado su formación un total de 30.489 residentes. Es decir, en el último quinquenio, el sistema MIR se ha dejado por el camino a nada menos que 1.630 posibles especialistas, un 5,3% del total.
Este es uno de los datos que se puede extraer del último estudio demográfico del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada (Simeg), y que cobra especial relevancia en pleno debate sobre el acuciante déficit de médicos que existe en algunas especialidades, y a la luz del ritmo de jubilaciones previsto. Según estimaciones del propio Simeg, antes de 2026 se jubilarán en España cerca de 40.000 médicos de todas las especialidades, y el número de MIR que terminará su formación en el mismo periodo se quedará en 36.637. No obstante, si a ese número máximo de nuevos titulados le restamos el 5,3% de posibles deserciones, la cifra real de nuevos especialistas se quedaría en 34.696, claramente insuficiente para cubrir las jubilaciones.
Desde 2017, la media anual de abandonos en el SNS es de 326, y en Cataluña supera los 77
En 2021, terminaron su formación MIR en España un total de 5.932 nuevos especialistas, lo que supone 333 médicos menos que los 6.265 que, según los datos del Ministerio de Sanidad, se incorporaron a sus respectivas unidades docentes en los años 2016 y 2017. La sangría no se limita, sin embargo, al último año, sino que es una tónica en todas las convocatorias previas y, a tenor de los datos extraídos del periodo de tiempo que abarca el estudio del Simeg, el número de abandonos es muy similar cada año.
Desde 2017, la media de médicos que no se convierte en especialistas se sitúa en 326, con un pico de 385 abandonos (un 6,5% de los que habían comenzado la residencia en su día) en el año 2018. El punto más bajo de abandonos del último lustro se registra en el año 2020, cuando terminaron su formación 5.782 especialistas, 287 menos (un 4,7%) que los 6.069 que habían elegido especialidad 4 o 5 años antes. Lo que no registran las estadísticas ministeriales es en qué momento del periodo de formación se produce exactamente el abandono ni por qué motivos concretos.
El adiós de los MIR antes de tiempo es una constante en todos los servicios de salud, pero las cifras son muy dispares por comunidades autónomas. Cataluña encabeza el ranking de deserciones registradas en los últimos 5 años, con una media de abandonos que se eleva hasta el 8,1% del total de residentes que inician su formación en unidades docentes catalanas. Dentro del periodo de estudio, en 2018 terminaron su formación 99 residentes menos de los que, en teoría, deberían haberlo hecho (un 10,5 % del total), pero es que en 2017 Cataluña ya había perdido por el camino a 97 MIR.
Por encima de la media de abandonos registrada en el Sistema Nacional de Salud desde 2017, se sitúan las comunidades de La Rioja, Galicia y Madrid, que han visto cómo en los últimos 5 años han terminado, respectivamente, un 6,8, un 6,4 y un 6,3% menos de residentes de los que, 4 o 5 años antes, empezaron a formarse en sus respectivas unidades docentes.
A tenor de los datos del Ministerio de Sanidad, los residentes más satisfechos con la formación especializada que reciben son los que cursan su residencia en Navarra. Entre 2017 y 2021, las unidades docentes de la comunidad foral solo han perdido a 11 residentes, apenas un 1,9% del total.
A los residentes que no terminan su formación porque la dejan antes de tiempo, hay que sumar a aquellos que lo harán más tarde de lo que les correspondería, y que, por tanto, se incorporarán más tarde a un mercado de trabajo especialmente deficitario. Son los recirculantes, y ahí se incluye a los residentes que abandonan la plaza formativa que ya tenían asignada para volver a presentarse al examen MIR y a los profesionales en ejercicio que cursan una nueva especialidad. En la última convocatoria, el ministerio ha contabilizado 170 residentes recirculantes y nada menos que 234 especialistas que han dejado su ejercicio profesional para optar a una nueva plaza MIR.
Entre 2017 y 2021, el número total de recirculantes (MIR y especialistas) registrados en las estadísticas del Ministerio de Sanidad asciende a 2.118, de forma que a los 1.630 médicos que abandonaron su formación MIR en ese periodo hay que sumar un importante contingente de más de 2.000 profesionales que, al menos momentáneamente, han salido del mercado de trabajo o que se incorporarán a él más tarde de lo previsto.
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