El Real Decreto 589/2022, de 19 de julio, por el que se regulan "la formación transversal de las especialidades en Ciencias de la Salud, el procedimiento y criterios para la propuesta de un nuevo título de especialista en Ciencias de la Salud o diploma de área de capacitación específica (ACE), y la revisión de los establecidos, y el acceso y la formación de las áreas de capacitación específica; y se establecen las normas aplicables a las pruebas anuales de acceso a plazas de formación en especialidades en Ciencias de la Salud", ha abierto el proceso de solicitud de nuevas disciplinas y ACE sanitarias.
Pueden hacerlo “una o varias sociedades científicas de ámbito nacional, válidamente constituidas en relación con el área de especialización en Ciencias de la Salud correspondiente, que acrediten la representación de, al menos, el 70% de los profesionales de esa área o por la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud (SNS)".
Este decreto responde a la anulación por parte del Tribunal Supremo, en diciembre de 2016, del Real Decreto 639/2014, de 25 de julio, por el que se reguló la troncalidad, una decisión que no se debió al contenido de la norma sino a la falta de suficiente información acerca de sus efectos económicos.
El nuevo decreto establece claramente las reglas para presentar una solicitud de nueva especialidad o ACE al Ministerio de Sanidad, que también serán la referencia para revisar los títulos cada 10 años como mínimo (la mayoría de especialidades lleva 15 años con el mismo programa formativo). Y antes de seis meses el ministerio deberá dar respuesta a cada petición que, en el caso de resultar negativa, obligará a las sociedades científicas solicitantes a esperar cinco años para poder repetir el mismo proceso.
Hay que tener en cuenta que algunas de las especialidades candidatas a reconocimiento oficial llevan años reivindicándolo y algunas de ellas, como Genética Clínica o Neonatología, incluso lo lograron con el decreto de troncalidad (solo faltaba el desarrollo de los programas). Otras, como Medicina Forense o Psiquiatría Infanto-Juvenil, corrieron mejor suerte y no tuvieron que esperar al real decreto de este año para poder ser aprobadas.
Resulta a todas luces incongruente que especialidades médicas que se ven bien reflejadas en la cartera de servicios del SNS y cuyos especialistas son contratados para tales funciones específicas, estén tardando tantos años en ser reconocidas formalmente.
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