En un mes de septiembre marcado por el fuerte incremento en el número de contagios, conceptos como aislamiento, test o rastreo de contactos o se abren paso en la rutina de los ciudadanos. Las pruebas actuales, que consisten en detectar la presencia del virus con un hisopo nasal presentan ciertas limitaciones para esta nueva fase que requerirá de pruebas masivas coincidiendo con la vuelta al colegio y el regreso de las vacaciones. Máxime cuando avance el otoño y reaparezcan los virus estacionales, en muchas ocasiones con síntomas similares a los de la Covid-19. Por eso, el desarrollo de nuevas formas de diagnóstico más sencillas y rápidas, como los test de saliva, se perfila como una necesidad para hacer frente a los desafíos de esta nueva fase de la pandemia.
El presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, anunciaba a principios de semana que la comunidad pondrá en marcha a lo largo de septiembre un sistema de pruebas masivas de test de saliva, el primero en España. La estrategia anunciada por el presidente de la Xunta se realizará a partir de muestras que cada persona podrá tomar en su propia casa, registrando su información en una aplicación móvil antes de remitirla para que sea evaluada en un centro especializado. Según Núñez Feijóo, el análisis se automatizará en parte mediante robots con capacidad para realizar unas 100.000 pruebas mensuales.
En el nuevo sistema, que se está planificando en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, la persona entregará la muestra con un código de barras que ya habrá asociado a sus datos en la aplicación, lo que debe permitir la agilización del ritmo de las pruebas, aunque todavía no han dado detalles de dónde se depositarán y analizarán estas muestras. Este mismo miércoles, la consejera de Salud del Gobierno Vasco, Nekane Murga, anunciaba también en rueda de prensa que el servicio de salud (Osakidetza) está validando una prueba de diagnóstico de estas características.
Progreso científico
Aunque por el momento el hisopo nasal seguirá siendo la referencia para los test del SARS-Cov-2, la muestra salival comienza también a progresar como método para el examen de grandes grupos de población, respaldado por las primeras investigaciones de calado. Uno de los mayores estudios hasta la fecha, publicado hace sólo unas semanas en el Journal of Clinical Microbiology, señalaba que las muestras de saliva tomadas por los pacientes tenían una fiabilidad similar a las que se recogen en los centros sanitarios.
"En nuestra experiencia, la auto-recolección de muestras de saliva y de hisopos nasales exteriores puede resolver muchos de los problemas de recursos y de seguridad que implican las pruebas de diagnóstico del SARS-CoV-2", explica Kimberly Hanson, directora de la sección de microbiología clínica de la Universidad de Utah y autora principal del estudio. La investigadora subraya que es menos invasivo que el de los hisopos nasales profundos o nasofaríngeos. "Además, ambos tipos de muestras pueden ser recolectadas por el paciente, reduciendo el riesgo de exposición para los trabajadores de la salud y de laboratorios que toman las muestras".
En los últimos meses las autoridades sanitarias de Estados Unidos han acelerado la autorización de varios test de saliva. Estas pruebas tienen la ventaja adicional de no requerir reactivos indispensables en los PCR, cuya demanda está bajo presión por el avance de la enfermedad. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) emitió además una autorización de emergencia para otra prueba desarrollada en la Universidad de Yale, financiada por la NBA y la Asociación Nacional de Jugadores de Baloncesto estadounidense.
El test fue puesto a prueba en jugadores y personal de la NBA antes de la reanudación de la liga en la 'burbuja' de Orlando. Después se compararon los resultados con las pruebas nasales tomadas en el mismo; los resultados coincidieron de manera casi total, según una investigación publicada de forma preliminar. Los hallazgos están en la línea de los obtenidos por los investigadores de la Universidad de Utah.
Proyectos españoles
En España, científicos de la Universidad de Granada (UGR) y del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB-CSIC) están trabajando en el desarrollo de un nuevo dispositivo capaz de detectar la infección por SARS-CoV-2 utilizando un sistema microfluídico integrado en una matriz de sensores de grafeno.
"El objetivo del estudio es lograr un biosensor portátil que proporcione una sensibilidad y precisión similar a las de las pruebas PCR, pero con la rapidez y sencillez de un test serológico", explica la investigadora del CIB-CSIC Luisa Botella.
En paralelo, un equipo de investigadores de la Unidad de Transferencia Tecnológica (UTT) del Hospital Carlos III están embarcados en otra iniciativa de este tipo. Anabel Gil, Antonio Madejón y Pablo Castán han aprovechado el camino recorrido por los test moleculares en el diagnóstico de enfermedades como la malaria, la tuberculosis o la hepatitis C para crear un test que detecte el nuevo coronavirus a través de los niveles de inmunoglobulina (IgM e IgG) de manera ultrasensible. Su método ya se ha probado en condiciones reales en el aeropuerto de Manchester para monitorizar a los viajeros.
Precisamente la validación de una o más pruebas de con saliva aumentaría la capacidad de testado, con la posibilidad de crear diferentes canales según el objetivo: diagnóstico, seguimiento de los casos de contacto, cribado de la población, control de fronteras, etc. Pero los expertos advierten que el éxito de estas pruebas en el nuevo coronavirus no supondría una sustitución de las pruebas PCR a corto plazo, sino más bien una opción complementaria.
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