En accidente cerebrovascular (ACV) isquémico agudo, la terapia endovascular se suele evitar cuando el infarto es grande. Pero, el efecto de este abordaje junto con atención médica en comparación con la atención médica sola para los ACV grandes no ha sido bien evaluado en esta situación.
Sin embargo, el equipo de Sinichi Yoshimura, del Departamento de Epidemiología de la Escuela de Medicina de Hyogo, en Japón, ha llevado a cabo un análisis en el que se pone de manifiesto que los pacientes con grandes infartos cerebrales de la tuvieron mejores resultados funcionales con terapia endovascular que con atención médica sola, pero tuvieron más hemorragias intracraneales.
El objetivo del ensayo, publicado en The New England Journal of Medicine, era evaluar el efecto de la terapia endovascular con atención médica, en comparación con la atención médica sola, en pacientes con accidente cerebrovascular isquémico agudo causado por la oclusión de grandes vasos y una gran región isquémica, definida como un valor recogida en la escala de puntuación tomográfica computarizada temprana ASPECTS de 3 a 5. No se evaluaron pacientes con un valor de ASPECTS de 2 o menos porque tienen un infarto extenso y es poco probable que recuperen la independencia funcional.
Según los investigadores japoneses, la terapia endovascular puede convertirse en uno de los tratamientos estándar para el accidente cerebrovascular agudo causado por la oclusión de grandes vasos, aunque las actuales guías terapéuticas no son contundentes al respecto.
Tradicionalmente, y según Carlos Gómez-Escalonilla Escobar, de la Unidad de Patología Cerebrovascular, del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid, este tipo de pacientes no eran candidatos al tratamiento endovascular, aunque recibían los mejores cuidados médicos disponibles, incluyendo la utilización del tratamiento fibrinolítico intravenoso. "No obstante, el desarrollo y la mejora de las técnicas endovasculares que consiguen mayores tasas de recanalización arterial, nos permite ampliar la posibilidad de actuación en pacientes complejos".
Opciones para casos complejos
En estos momentos, no está claramente definido el papel del tratamiento endovascular en los pacientes con infartos de gran tamaño por oclusión de gran vaso. Esto, según el especialista del Clínico, es debido a que estos pacientes "fueron excluidos de los principales ensayos clínicos, los cuales sí demostraron el beneficio de esta terapia de reperfusión en los ictus de pequeño y moderado tamaño por oclusión de gran vaso intracraneal".
La única evidencia que sugiere un posible beneficio en los pacientes con infartos de gran tamaño ha sido, hasta el momento, la publicación de diversas series retrospectivas. "Ante esta falta de evidencia científica, en las actuales guías clínicas no se realizan recomendaciones específicas al respecto. No obstante, con el fin de dar respuesta a esta importante cuestión, se están llevando a cabo varios ensayos clínicos con este tipo de pacientes".
No obstante, Gómez-Escalonilla Escobar considera que el estudio que publica The New England Journal of Medicine, es de gran relevancia al ser el primer ensayo clínico publicado que aborda la cuestión sobre la utilidad del tratamiento endovascular en los pacientes con infartos de gran tamaño y cuyo resultado ha sido favorable. "Puede ser un primer paso para plantear la modificación de nuestros protocolos de actuación, y así valorar la posibilidad de esta terapia en estos pacientes".
En el artículo que publica el equipo japonés se señala que las guías recomiendan considerar la terapia endovascular cuando hay una oclusión del segmento M1 (tronco principal) de la arteria cerebral media o la arteria carótida interna y cuando los resultados de las imágenes indican que el tamaño del área del infarto -también llamado núcleo isquémico- es no grande, según lo definido por un valor de puntuación tomográfica computarizada temprana ASPECTS del programa de accidente cerebrovascular de Alberta de al menos 6 (rango de 0 a 10, con valores más bajos que indican una mayor carga de infarto), o cuando hay una falta de coincidencia entre el volumen central isquémico y el volumen del área de retraso de la perfusión.
Un total de 203 pacientes fueron aleatorizados: 101 fueron asignados al grupo de terapia endovascular y 102 al grupo de atención médica, según el estudio financiado por el Fondo de Promoción de la Investigación de Trastornos Cerebrovasculares de Mihara y la Sociedad Japonesa de Terapia Neuroendovascular.
Los pacientes fueron asignados al azar en una proporción de 1:1 para recibir terapia endovascular con atención médica o atención médica sola dentro de las 6 horas posteriores a la última vez que se supo que estaban bien o dentro de las 24 horas si no hubo un cambio temprano en las imágenes de recuperación de la inversión atenuada por líquido. Se utilizó alteplasa (0,6 mg por kilogramo de peso corporal) cuando fue apropiado en ambos grupos.
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