La inmunoterapia ha sido aprobada recientemente como primera línea de tratamiento en tumores de mama triple negativo, aumentando su esperanza de vida.
Sin embargo, solo un 20% de las pacientes responden al tratamiento de manera permanente, fenómeno que requiere de más resoluciones como la propuesta por Pilar Baldominos Flores, doctoranda por la Universitat Politècnica de València (UPV) en el Dana-Farber Cancer Institute de la Universidad de Harvard, Estados Unidos.
La investigadora ha desarrollado un estudio sobre los mecanismos de defensa que presentan algunas células tumorales para sobrevivir al sistema inmune y a la inmunoterapia en el tratamiento contra el cáncer.
Su trabajo, publicado en Cell, revela que existen células tumorales que apenas se dividen y generan a su alrededor un ambiente hostil para el sistema inmune, lo que hace que, a pesar de los esfuerzos por revitalizarlo, la terapia siga fracasando y sobrevivan a ella.
El avance se ha conseguido gracias a la combinación del manejo de la tecnología pionera PADMEseq (Photoconversion of Areas to Determine Micro Environments), desarrollada por Baldominos durante su doctorado con una beca de Fundación "la Caixa", y el uso de ratones JEDI (Just eGFP Death Inducer), creados en el laboratorio norteamericano, dirigido por la española Judith Agudo.
El fenómeno 'immunoediting'
"Estudiar las células que el sistema inmune intenta matar, pero no puede, es muy complejo, ya que necesitamos saber cuál es la diana que nuestros linfocitos están buscando y comprobar que las células tumorales que sobreviven la siguen teniendo y no la han perdido; es lo que se conoce como 'immunoediting'", explica Baldominos.
En este escenario, el ratón Jedi ha permitido observar este fenómeno por primera vez, ya que sus linfocitos están modificados para reconocer una proteína verde fluorescente que podemos introducir en las células tumorales".
Este modelo no solo permite que la interacción entre linfocito y célula tumoral sea totalmente controlada por los profesionales, sino que además "podremos aislar de manera inequívoca las células que siguen teniéndola y a pesar de ello no han sido eliminadas por el sistema inmune", destaca la investigadora.
Una vez identificados estos micro-vecindarios tumorales que provocan la resistencia a la terapia, el siguiente paso del equipo de investigación fue estudiar qué células se encuentran en ellos y su estado (células del sistema inmune pueden actuar a favor o en contra del tumor). Para ello desarrollaron la tecnología PADMEseq.
"Usando un ratón cuyas células son capaces de cambiar de color verde fluorescente a rojo es como podemos marcar bajo el microscopio las regiones donde se encuentran estas células que el sistema inmune no es capaz de matar y compararlas con otras regiones tumorales. De esta forma podemos conseguir una resolución muy precisa".
Con este trabajo, se ha identificado una población de células en los tumores que son capaces de resistir a la inmunoterapia y que en principio parecen dormidas, pero que tienen capacidad de generar un nuevo tumor.
"Gracias a nuestra técnica, sabemos que estas células resistentes están agrupadas en una especie de vecindarios hostiles y prácticamente impenetrables para las células del sistema inmune, que son las que en principio deberían matarlas. De hecho, las pocas que consiguen entrar son muy disfuncionales y juegan más a favor del tumor que en su contra".
Para Baldominos, ese carácter pro-tumoral de aquellas que penetran es "lo que imposibilita la correcta activación del sistema inmune y explica la resistencia a la terapia".
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/OztxFAP
No hay comentarios:
Publicar un comentario