España es el país líder en el uso de benzodiacepinas (1); “sin embargo, dos de cada tres de estos medicamentos no serían necesarios enseñando al paciente a mantener una buena higiene del sueño o tratando el insomnio intermitente desde la oficina de farmacia”, según expone Eduardo Jiménez Moreno, farmacéutico comunitario en Valencia, fundador de Ilusiónfarma y ponente de una FarmaClass, organizada por CORREO FARMACÉUTICO con la colaboración de Esteve. En su intervención, ha ahondado en las causas y factores que influyen en el insomnio y en la labor del farmacéutico en su manejo. En su opinión, este profesional tiene gran capacidad para ayudar al paciente con insomnio agudo, recomendándole medidas higienicodietéticas y farmacológicas que no precisan prescripción. "Es una categoría en creciente ascenso para la botica, en especial tras los casos de ansiedad destapados tras la pandemia", apunta.
En 2020, el consumo de benzodiacepinas en España alcanzó las 110 dosis diarias por cada 1.000 habitantes, según el último informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (2). Este uso se vincula, directa e indirectamente, con el gasto anual de ansiolíticos y sedantes, que asciende a 23.000 millones de euros (3).
A esto hay que sumarle los datos de otra investigación de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés, que revela que el 70% de los problemas de ansiedad se pueden solucionar en la propia consulta de un psicólogo y que solo el 10% de los pacientes van a requerir medicación.
En cuanto a los problemas de sueño, Jiménez Moreno sostiene que en el 80% de los casos la solución puede llegar de la mano de una buena higiene del sueño, "sin necesidad de acudir a ninguna sustancia adicional. Por ello, cree que “el farmacéutico comunitario tiene por delante una enorme labor", subraya.
Lo cierto es que las benzodiacepinas son los medicamentos que se utilizan para tratar la ansiedad generalizada y el insomnio. Actúan disminuyendo la excitación neuronal, pero es fundamental limitar su uso, sin llegar a sobrepasar nunca los tres meses, para evitar los efectos secundarios asociados (4).
Cómo afecta la falta de sueño
El insomnio se define como la falta de sueño a la hora de dormir e implica una sensación subjetiva de malestar respecto a la duración o calidad del sueño, de manera que este se percibe como insuficiente y no reparador, apunta el farmacéutico. Se trata de un trastorno que engloba la incapacidad para conciliar el sueño, el aumento de despertares nocturnos, la disminución del tiempo de sueño con despertares demasiado tempranos o la sensación de que el sueño no ha sido suficiente (5).
Afecta al 30% de la población y la mitad de las personas mayores de 65 años lo sufre de manera crónica (5). A menudo, los afectados presentan somnolencia durante el día, pero refieren no poder dormir cuando se producen los episodios de somnolencia. Por este motivo, se considera el insomnio como un estado de hiperalerta o trastorno de la vigilia que dura las 24 horas del día, recuerda Jiménez Moreno.
De lo que no cabe duda, añade, es de que quienes no duermen bien se angustian y se estresan por la noche y no rinden durante el día. "Se trata de una disfunción del ciclo sueño-vigilia que, en casos agudos, se puede resolver en la farmacia con fármacos OTC sin tener que recurrir a las benzodiacepinas", asegura (6).
Para entender cómo manejar el insomnio, el experto explica la importancia de reconocer las causas que han propiciado esa situación. Así, distingue cuatro tipos de factores desencadenantes del insomnio. Por un lado, están los patológicos, que tienen que ver con otras enfermedades que influyen en el sueño, entre ellas, los trastornos del movimiento, como el síndrome de piernas inquietas; los respiratorios, como disnea, tos, apnea del sueño…; el dolor crónico; las enfermedades prostáticas y endocrinas, o trastornos hormonales, como la menopausia, entre otros.
También hay factores ambientales, donde la falta de oscuridad o de silencio fomenta la incapacidad de conciliar el sueño. Aunque los cambios en los horarios, como los que sufren las personas que trabajan por turnos o los viajes transoceánicos, entrarían en esta categoría.
Otra causa tiene que ver con los problemas psicológicos derivados de preocupaciones familiares o laborales, el estrés o la depresión.
Finalmente, los factores toxicofarmacológicos producidos por síndromes de abstinencia, consumo de estimulantes o el uso de otros fármacos, como los diuréticos, betabloqueantes o antidepresivos, también provocan insomnio.
Higiene del sueño. Una vez se conoce el origen del problema, el farmacéutico puede ayudar a las personas con este trastorno “siempre y cuando no pertenezcan a los grupos de riesgo, en los que sería necesaria la intervención médica”, alerta Jiménez Moreno. Es el caso de los menores de 12 años y los mayores de 80, las embarazadas o mujeres en periodo de lactancia, los enfermos crónicos y polimedicados, las personas con problemas psíquicos, los inmunodeprimidos y los fumadores.
Lo mismo ocurre cuando se sospeche que el insomnio puede ser una reacción adversa a medicamentos, por consumo de sustancias o por la presencia de otras patologías.
Según el ponente, el primer paso que se debe dar en la farmacia es fomentar una buena higiene del sueño, sin necesidad de utilizar ningún fármaco. “Son muchas las ocasiones que se puede solucionar un insomnio con las medidas higiénico-dietéticas adecuadas”, asegura. Entre ellas, Jiménez Moreno menciona:
- Dormir siempre a la misma hora. Puede haber excepciones a esta rutina los fines de semana.
- Hacer ejercicio, pues mantiene la salud, ayuda a eliminar el estrés y las preocupaciones y provoca cansancio.
- Evitar comidas copiosas de noche y comer dos o tres horas antes de irse a la cama. Las comidas pesadas, picantes o azucaradas propician el insomnio.
- Limitar el tiempo de la siesta a 30 o 40 minutos para evitar que el sueño desaparezca entrada la noche.
- Evitar alcohol, tabaco, cafeína y cualquier excitante antes de acostarse.
- Mantener un ambiente libre de ruidos y de luces a la hora de dormir. También ayuda una buena ventilación en la habituación de descanso y una temperatura adecuada.
- Asociar la cama con dormir y evitar su uso para ver hacer otras actividades, como ver la televisión, leer o trabajar.
Tratamiento en la farmacia. Si fuera necesaria una ayuda complementaria, “una de las opciones que se puede ofrecer desde la farmacia es el uso de antihistamínicos”, ya que son fármacos muy eficaces con apenas efectos secundarios, argumenta el experto.
Dentro de esta categoría, Jiménez destaca como activo la doxilamina, que favorece la conciliación del sueño por sus propiedades sedantes (6).
Otra sustancia que puede ayudar a dormir es la melatonina, incluido en complementos alimenticios. Esta neurohormona informa al organismo de que cuando anochece es el momento de irse a dormir. “Se ha demostrado que la ingesta de 1 mg de melatonina contribuye a disminuir el tiempo necesario para conciliar el sueño”, indica.
Como una de las opciones para tratar el insomnio ocasional en el mostrador, Jiménez Moreno señala Dormidina, un medicamento que no requiere receta y cuyo principio activo es la doxilamina. También DormiNatur Triple Acción, un complemento alimenticio, que favorece el sueño y tiene efecto de renovación de cuerpo y mente mientras se duerme (ver información derecha) (7).
(1) El abuso de los fármacos. Ana Mª Fernández González.
(2) El Periódico de España. 02/04/2022. Disponible en: https://ift.tt/mKcijq6.
(3) Scaliter, J. 26 de junio de 2022. España lidera el consumo europeo de ansiolíticos. La Razón. www.larazon.es
(4) DM. Campagnea, J. García-Campayo. El Inadecuado uso de las benzodiacepinas. Medicina de Familia. 2005. Semergen. Vol. 31. Núm. 7. 319-324.
(5) Curso Síndromes Menores. Tema 11: el insomnio. El Farmacéutico.Disponible en: www.elfarmaceutico.es
(6) C. Hausser-Hauw et al. Sem Hôp Paris 1995; 71 : nº 23-24, 742-750.
7) Ver etiquetado en: dormi.es/wp-content/uploads/2022/10/DormiNatur-Triple-Accion1.pdf
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/8pBhbVY
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