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jueves, 27 de octubre de 2022

Philippe J. Sansonetti: "Podemos vivir una irrupción de un mayor número de casos y prevalencia de la shigelosis en Europa"

Microbiología y Enfermedades Infecciosas
saradomingo
Jue, 27/10/2022 - 09:10
Abarca Prize
El premiado con el Abarca Prize Philippe J. Sansonetti. Foto: JAVI MARTÍNEZ
El premiado con el Abarca Prize Philippe J. Sansonetti. Foto: JAVI MARTÍNEZ

La shigelosis es una enfermedad diarreica causada por un grupo de bacterias denominadas Shigella (S. sonneiS.flexneriS.boydiiS.dysenteriae). La infección puede provocar desde dolor abdominal, calambres, fiebre, vómitos y nauseas, hasta diarrea acuosa y sangre, moco o pus en las heces. Es muy contagiosa, se transmite por vía fecal-oral y puede afectar a personas de cualquier edad, pero sobre todo a niños menores de 10 años. Cada año origina más de 80 millones de casos en el mundo y es responsable de más de 700.000 muertes, especialmente en países en vías de desarrollo y en los más pequeños.

A entender varios aspectos de la patogénesis de la bacteria Shigella ha dedicado gran parte de su trayectoria profesional de más de 40 años el profesor Philippe J. Sansonetti, microbiólogo y director de la Unidad de Patogénesis Molecular Microbiana del prestigioso Instituto Pasteur (París). Esta labor le ha hecho merecedor del Abarca Prize, el Premio Internacional de Ciencias Médicas Doctor Abarca, que se entregó ayer miércoles y está dotado con 100.000 euros y un diploma acreditativo. Hablamos con Sansonetti, el segundo premiado con este galardón que se puso en marcha el año pasado para poner en valor ante la sociedad los avances médico-científicos que mejoran la salud de las personas y las poblaciones.

PREGUNTA. ¿Qué supone para usted este reconocimiento a su trabajo con el Abarca Prize?

RESPUESTA. Honestamente significa muchísimo porque no solo es un reconocimiento por el trabajo realizado. No solo es importante para mí en particular, sino para reconocer a los científicos y mostrarle al público figuras positivas. También enfatiza el interés de los Premios por toda la labor de investigación médica y particularmente por la salud infantil, sobre todo en los países en desarrollo, porque tendemos a ver la sanidad desde el prisma de los países desarrollados, con sus tecnologías tan sofisticadas, y este tipo de galardones lo que hacen es arrojar luz sobre la situación que atraviesan los niños en los países más pobres, aunque es cierto que queda mucho camino por recorrer.

P. ¿Cree que de alguna manera el Covid ha visibilizado en la sociedad la figura y el trabajo de los microbiólogos?

R. Espero que la pandemia haya ayudado con esa concienciación, pero soy un poco pesimista. Ciertamente la pandemia ha hecho que la población se familiarice más con todo lo que nos rodea, con los microbios buenos pero también los microbios malos, en particular los virus. De verdad espero que no dejemos atrás los estragos que la pandemia ha causado y lo que la ha provocado ya que me sorprende mucho que, aunque llegó estando todo el mundo al tanto de esa posibilidad -se había dicho en los periódicos, en conferencias, yo llevaba 12 años impartiendo charlas sobre enfermedades infecciosas emergentes en la Universidad en Francia-, cuando llegó fue como si todo el mundo estuviera redescubriendo cosas sin tener ningún conocimiento y yo veía atónito, sobre todo al inicio, cómo las autoridades gubernamentales intentaban lidiar con una epidemia y la gestión de muchos gobiernos realmente me dejó perplejo.

Así que espero que realmente tomemos conciencia del riesgo que tiene la microbiología y ciertas enfermedades víricas e infecciosas. ¿Cuánto tiempo permanecerá en la memoria? Como he dicho anteriormente, no soy muy optimista al respecto. No sabemos si el Covid desaparecerá o será endémico, pero creo que todo el mundo lo olvidará muy pronto porque ahora tenemos la invasión rusa a Ucrania, la inflación... y la pandemia se ha detenido, no porque el virus haya desaparecido, sino que la población decide que tenemos otras cosas en las que pensar. Creo que tenemos que encontrar una manera de mantener este conocimiento y que la población pueda recordar. Eso pasa por la educación como herramienta. No sé en España, pero la educación en Francia en aquello que llamábamos ciencias naturales se ha ido mermando e incluso es optativa. Otras cosas han ido ganando terreno en detrimento de las ciencias naturales en un mundo globalizado donde tenemos que hacer frente a fenómenos del cambio climático, de la microbiología... ¿cómo es posible que no exista la asignatura obligatoria de ciencias naturales en un plan de estudios? Como dicen los angloparlantes: literacy, es decir, alfabetización. En esta materia en concreto y específicamente en la importancia de la microbiología.

En este sentido, creo que los medios de comunicación tienen un papel fundamental, pero no es un sustitutivo de la educación, reitero, como verdadera herramienta. En los primeros inicios del Covid, en radio y televisión muchos de los periodistas no sabían nada del tema del que estaban hablando, parecía que estaban descubriendo la microbiología y esto me resulta increíble en un país como Francia, el país de Pasteur.

P. El premio reconoce la relevancia de su trabajo para entender la bacteria 'Shigella'. ¿Qué tratamientos hay disponibles para hacer frente ahora mismo a la shigelosis?

R. La 'Shigella' es un microbio que invade el tejido y sobre todo afecta a los niños. En teoría, se podría mejorar con el uso de antibióticos. El problema es que, por un lado, en ciertas regiones donde es más prevalente la shigelosis hay una carencia auténtica de antibióticos y, por otro lado, a veces con un tratamiento inadecuado de la enfermedad, por ejemplo, con una dosis insuficiente de antibióticos, lo que produce es una resistencia a los antibióticos que les hacen ser cepas mucho más potentes y eso es algo que estamos constatando en numerosas partes del mundo.

Al margen de eso, hay dos formas de controlar la shigelosis: con la mejora de las condiciones higiénicas, contar con condiciones adecuadas como lavabos y baños, por ejemplo, y esto, una vez más, entronca con la importancia que cobra la educación, es decir, enseñar a los niños la buena higiene de manos y a usar las letrinas. Por otro lado, se podría solventar con un programa de vacunación contra la 'Shigella', que es en lo que estamos trabajando varios años y está bien encaminado en este momento, pero todavía le queda un poco recorrido. Hay una nota positiva y es que es cierto que las condiciones higiénicas están mejorando en gran parte del mundo, por ejemplo, anteriormente la shigelosis era muy prevalente en Latinoamérica y ahora prácticamente está erradicada, pero a otras áreas les queda mucho camino por recorrer.

P. La importancia de desarrollar las vacunas reside en que no siempre se pueden mejorar esas condiciones higiénico-sanitarias en muchos sitios y por las resistencias a los antibióticos que mencionaba, pero ¿en qué punto exactamente está ahora mismo la investigación de esas posibles vacunas?

R. No hay una vacuna disponible, ni siquiera se cuenta con una licencia de vacuna contra la shigelosis. Si le soy completamente honesto, creo que no es una de las prioridades en la agenda internacional y hay pocos esfuerzos a nivel global encaminados a desarrollarla. A modo de ejemplo, hay solo una vacuna contra las enfermedades diarreicas, que es la vacuna contra el rotavirus. Es muy eficiente e incluso ha conseguido reducir al 50% los casos de diarrea en el mundo entero, sobre todo en África, y la muerte relacionada con la infección por rotavirus ha disminuido. Esto nos muestra que podemos hacer algo vacunando contra enfermedades diarreicas, contra este agente específico, el rotavirus. No hay razón por la que no podamos hacer lo mismo con la 'Shigella' y creo que si pudiéramos combinar el rotavirus y la 'Shigella' realmente podríamos, no digo tanto erradicar la diarrea a nivel internacional, pero sí al menos eliminar las formas más severas de diarrea en los niños en esos países y reducir la mortalidad.

En cuanto al desarrollo de la vacuna, estamos muy cerca de desarrollarla gracias a los fondos de la Unión Europea y ahora del apoyo de la Fundación Bill y Melinda Gates y con suerte podremos tener una vacuna en el mercado en 2025, que es el calendario que nos han propuesto en la Fundación Bill y Melinda Gates. Pero ojo, que esté la vacuna disponible no significa que se vaya a utilizar, es decir, esto ha sucedido con otras vacunas, como por ejemplo contra la fiebre tifoidea: está disponible, pero su utilización no es lo más habitual porque es una decisión de salud pública en estos países en concreto, donde las autoridades ya tienen mucho contra lo que lidiar y a veces es difícil. Pero con suerte habrá pronto una vacuna.

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P. Siempre se ha vinculado la shigelosis con países pobres y condiciones higiénico-sanitarias deficientes, pero en febrero el Centro Europeo para
El microbiólogo y director de la Unidad de Patogénesis Molecular Microbiana del Instituto Pasteur (París) ha recibido el Abarca Prize por su trabajo sobre la bacteria 'Shigella'. Off Rocío R. García-Abadillo. Madrid Off

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