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lunes, 1 de marzo de 2021

La covid aproxima a los sanitarios españoles al objetivo de vacunación de la OMS frente a la gripe

Microbiología y Enfermedades Infecciosas
cristinareal
Lun, 01/03/2021 - 09:00
Campaña 2020-21
La covid-19 y el riesgo de saturación del sistema han disparado las tasas de vacunación entre los profesionales sanitarios hasta casi alcanzar los objetivos de la OMS.
La covid-19 y el riesgo de saturación del sistema han disparado las tasas de vacunación entre los profesionales sanitarios hasta casi alcanzar los objetivos de la OMS.

La vacuna de la gripe es una de las que “más dificultades ha tenido siempre para conseguir unos ratios de vacunación razonablemente buenos e incluso para lograr una adherencia destacable por parte de los propios profesionales sanitarios”, afirma Amós García, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV). Así lo demuestran los últimos datos facilitados por el Ministerio de Sanidad, pese a revelar una tendencia creciente: 31,1% de tasa de vacunación en la temporada 2017-2018, 35% en la 18-19, y 39,4% en la 19-20. Muy lejos en todo caso del objetivo de vacunación de la OMS para la gripe, establecido en una cobertura del 75% para los colectivos considerados de riesgo.

Este año, sin embargo, en la campaña 20-21, la pandemia de la covid-19 y el riesgo de saturación del sistema sanitario que una epidemia de gripe coincidente podía generar han disparado las tasas de vacunación entre los profesionales sanitarios hasta casi alcanzar los objetivos de la OMS. Según datos del Gripómetro 2020, elaborado por Sanofi Pasteur a partir de 32.000 encuestas entre población general y 800 entre profesionales sanitarios, casi un 74% de los profesionales sanitarios se habría vacunado. Las cifras de cobertura se dispararían hasta el 79,4% en el caso de los sanitarios mayores de 60 años y alcanzaría porcentajes del 90% entre embarazadas y enfermos crónicos.

Información, concienciación e insistencia

“Estos resultados, lógicamente, nos llenan de satisfacción. Demuestran que el mensaje lanzado desde las administraciones sanitarias alertando de que este año, debido a la pandemia, era muy necesaria la vacunación frente a la gripe ha llegado a los profesionales”, se felicita García. Un optimismo que comparte Esther Redondo Margüello, miembro del grupo de trabajo de Actividades Preventivas de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), quien considera que en esta temporada marcada por la pandemia ha habido mucha información, concienciación e insistencia desde los propios centros de trabajo y gerencias para que los profesionales sanitarios se vacunasen, lo que en su opinión, vistos los resultados, ha dado su fruto, muy especialmente entre los profesionales de menor edad. “Sin duda alguna, la situación actual propiciada por la covid-19 ha sido en gran medida responsable de este cambio en los profesionales sanitarios. El reto que se nos plantea para próximas campañas es saber mantener esa comunicación, información, sensibilización e implicación de este colectivo”, afirma.

Los datos del Gripómetro 2020 reflejan ese impacto de la pandemia en las tasas de vacunación de la gripe. Sólo el 35% de los profesionales sanitarios encuestados reconocen directamente que la covid-19 ha influido en su decisión de vacunarse. Sin embargo, hasta casi siete de cada diez (67,9%) consideran que la situación generada por el coronavirus ha contribuido a incrementar la concienciación entre los sanitarios de la necesidad de prevenir la gripe vacunándose. Una labor de concienciación en la que también ha jugado un papel esencial la presión llevada a cabo desde las gerencias y los centros sanitarios. Tres de cada cuatro entrevistados apuntan que la presión sobre el colectivo sanitario para vacunarse frente a la gripe se ha intensificado mucho o bastante respecto a campañas previas.

Con la vista puesta en el futuro, uno de los datos más significativos y alentadores del Gripómetro tiene que ver con la adherencia de los profesionales sanitarios a la vacuna de la gripe. Según las respuestas obtenidas, el 71,6% de los encuestados asegura que se seguirá vacunando frente a la gripe en próximas campañas frente a apenas un 2% que tiene claro que no lo hará.

Factores de convicción

Por otra parte, “en diversos estudios sobre cuáles son los principales factores de motivación de las personas hacia la vacunación, el dato de mayor peso e influencia sobre la decisión de vacunarse es la recomendación por parte de su profesional de medicina o enfermería. Un profesional convencido y proactivo convence a su vez a la mayor parte de sus pacientes indecisos hacia una actitud favorable para vacunarse”, argumenta Redondo Margüello.

Los datos del Gripómetro refuerzan esta teoría. Un 32,7% de los pacientes encuestados reconoce que se ha vacunado de la gripe por recomendación. Tras casi un 70% de esas recomendaciones se encuentra la figura de un profesional sanitario. Los resultados de esta interrelación han sido muy positivos entre los grupos de riesgo que, sin llegar a las coberturas de los profesionales sanitarios, han visto incrementadas de forma notable sus tasas de vacunación. Concretamente, según los datos obtenidos, las personas mayores de 65 años habrían alcanzado una tasa de vacunación del 68,2% (13 puntos más que el año anterior y con picos de hasta el 73% en mayores de 80 años), mientras que los enfermos crónicos y las embarazadas han disparado sus cifras de cobertura hasta el 61,8% (22 puntos por encima de 2019).

Recomendación en patologías cardiorrespiratorias

Según datos del Centro Nacional de Epidemiología (CNE), la epidemia de gripe de 2019 se saldó en España con 619.000 casos de gripe confirmados en Atención Primaria, 27.700 hospitalizaciones con gripe confirmada (47% de mayores de 64 años), 1.800 ingresos en unidades de cuidados intensivos y casi 4.000 muertes atribuibles a la gripe. La trascendencia de la vacunación, como demuestran los datos, no es baladí. Como afirma Amós García, la vacunación de la gripe tiene un objetivo claro: evitar complicaciones y muertes.

En ese sentido, y aunque como señala el presidente de la AEV, en esta temporada (debido a las medidas de higiene y distanciamiento social impuestas a raíz de la pandemia y al incremento de las tasas de vacunación) “la gripe ni está ni se le espera”, profesionales como Francisco Sanz Herrero, coordinador del área de Tuberculosis e Infecciones Respiratorias de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), animan a aprovechar “la ola” generada por la covid-19 para mantener esta tendencia en la vacunación y promover entre la población, especialmente entre las personas con enfermedades crónicas, la idea de que la vacuna de la gripe permite prevenir de una manera eficaz una de las infecciones respiratorias más letales que existen.

El portavoz de la Separ recuerda al respecto la interrelación entre la gripe y determinados eventos respiratorios como el asma y la EPOC, especialmente grave en el segundo caso, en el que la gripe se relaciona “claramente” con un empeoramiento de la enfermedad, mayores ingresos en UCI y, sobre todo, mayores tasas de mortalidad. “Además del cuadro típico de gripe, la infección produce un agravamiento de la propia enfermedad de base. Pero el problema más grave en este tipo de pacientes es que el virus de la gripe erosiona el epitelio respiratorio y eso facilita muchísimo la creación de puntos de anclaje para la infección por otras bacterias, ya que deja el terreno abonado para estas infecciones”, asegura.

Epidemia e infarto de miocardio

En el mismo sentido se pronuncia Amelia Carro, miembro de la Asociación de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología, que señala a la correlación existente entre epidemias de gripe y el aumento de las tasas de infartos de miocardio. “El virus de la gripe es un agresor directo del corazón, pero también indirecto, ya que obliga al corazón a trabajar mucho más fuerte de lo que a veces es capaz, lo que puede desencadenar una arritmia o derivar en una miocarditis, que es más frecuente en gente joven y aparentemente sana”.

Los riesgos de la gripe para el corazón, señala esta especialista, son especialmente preocupantes en el caso de los grupos de población “más vulnerables, que suelen ser las personas que también tienen factores de riesgo de complicación (hipertensión, edad, obesidad, diabetes, tabaquismo, etc.) que, a su vez, coinciden con los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular”. Estos riesgos, añade, permanecen en el tiempo: incluso superada la gripe, el riesgo cardiovascular sigue siendo más alto en los años siguientes para estos pacientes.

Vacunar de la gripe reduce el riesgo cardiovascular entre un 15 y un 45%; un porcentaje de reducción del riesgo equiparable al que tienen las estatinas, los antihipertensivos o el abandono del tabaco”, explica Carro antes de destacar el esfuerzo realizado para informar y educar a la población de riesgo en los beneficios de la vacuna por los profesionales sanitarios, especialmente de los cardiólogos que, “concienciados de la necesidad de proteger a nuestros pacientes (de la gripe en sí misma y para evitar que tengan que frecuentar servicios de salud que potencialmente podrían ser foco de infección por coronavirus), nos hemos implicado mucho más y hemos recomendado más frecuentemente la vacunación”.

Según el 'Gripómetro 2020' casi el 74% de los sanitarios se han vacunado de la gripe este año frente a tasas que no han llegado al 40% en los años previos. Off Adrián Cordellat Off

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