"Hacer hoy el trabajo que surja hoy". Ésta es la máxima de la propuesta para la mejora del primer nivel asistencial que los Sindicatos Médicos de Atención Primaria de Aragón (Fasamet y CEMS-Aragón) han presentado hoy al gerente del Servicio Aragonés de Salud (Salud), José María Arnal. El objetivo del documento se resume en dos principios que, en teoría, pueden sonar contradictorios: que no haya más de 35 citas diarias (la mitad de las que actualmente tienen muchos centros de salud aragoneses) y que se acabe con las listas de espera en primaria.
Y todo ello -al menos, de momento- sin aumentar el personal de primaria, sino mediante la adopción de medidas que se basan en "la reorganización de los tiempos y de las funciones de los profesionales". El milagro que los médicos del primer nivel asistencial de Aragón han puesto sobre la mesa de Arnal tiene tres trucos: desburocratización, mejora en la gestión de las agendas y triaje para identificar las citas no demorables. Hay un corolario: la cita previa se mantendría, pero sólo para los controles y revisiones de patologías crónicas o agudas que requieran un seguimiento o para aquellos pacientes que no deseen una cita para el mismo día.
"Mientras los profesionales vemos razonable una demora de 2 días para que un paciente sea atendido por su médico de Familia por un proceso no urgente, el paciente, cada vez más, considera la inmediatez como un valor importante, y el no ser atendido en el mismo día, cuando así se requiere, es un motivo de insatisfacción creciente", apunta Leandro Catalán, presidente de Fasamet. Para empezar, el triaje debería hacerse en las unidades de admisión y no en la propia consulta, porque aquellas -apunta Catalán- "son su ubicación natural, donde siempre debió estar".
De esta forma, personal no sanitario podría, con unas pocas preguntas, conocer la causa de la visita y dónde dirigirla: "Si es una actividad burocrática, la atenderán fuera de las consultas; si es la revisión de un problema crónico, le darán cita en la agenda de Enfermería, salvo si el usuario pide ser atendido por su médico y en el mismo día, y si pide una nueva demanda de salud, lo citarán con su médico -si se trata de una demanda normal- o lo derivarán a su enfermero para que valore si es un caso urgente". Lección práctica del presidente de Fasamet para canalizar las demandas.
Los médicos de primaria estiman que este sistema combinado de triaje efectivo, desburocratización y racionalización de la agenda diaria permitiría limitar a 30 ó 35 los pacientes diarios, a los que se sumarían "huecos forzados" -como los denomina el documento- para hasta 7 pacientes más, además de turnos en los equipos de atención primaria (EAP) para atender las "urgencias reales". Y todo ello, según la propuesta, se traduciría en una mejora de los tiempos asistenciales: 7 minutos por paciente, 15 minutos para los pacientes complejos, media hora al día para telemedicina, y "un tiempo para investigación y formación". Si el Salud se pone las pilas, esos tiempos deberían lograrse este año.
"60 ó 70 pacientes son habituales en muchos centros, y no por la covid, sino antes"
"Las agendas tienen que estar limitadas en el tiempo y en número para poder garantizar la calidad asistencial que reclamamos. No se puede atender 50, 60 o hasta 70 citas al día, como ya está pasando en muchos centros de salud, y no sólo durante la covid, sino que es algo que ya se venía haciendo desde bastante antes de la pandemia", denuncia Catalán.
Implantar este modelo de "acceso avanzado" -como también lo bautiza la propuesta- implica, según los médicos, varios pasos previos, y el primero de ellos es conocer la demanda media anual de todos los profesionales del equipo y ofertar las citas necesarias para evitar la lista de espera. "Si de media anual atendemos a 30 pacientes por día, no podemos ofertar 25 citas, sino 30. Reducir la oferta de citas no reduce la demanda, sino que genera lista de espera", puntualiza Catalán.
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Además de adecuar la cita diaria a la demanda, hay que reducir la lista de espera preexistente, y después -añade el documento- "aplicar medidas correctoras cuando se genere de nuevo lista de espera". Entre esas "medidas correctoras", la propuesta plantea aumentar de forma temporal el número de citas ofertadas, "estableciendo claramente cuándo empieza y cuándo termina la medida", y prever refuerzos de personal en situaciones que lo requieran.
Revisión de plantillas
Aunque el primer paso es la implantación de medidas organizativas, los médicos son conscientes -y así se lo plantean al Salud- de que a medio plazo hay que adoptar otras que implican la revisión de las plantillas existentes. Así, ante la falta de médicos de primaria en algunas zonas rurales, Fasamet y CESM-Aragón plantean estudiar la situación de las plazas de equipos rurales con pocas tarjetas asignadas, así como revisar la actual situación de las zonas de salud.
Esas zonas, recuerda Catalán, "fueron aprobadas hace más de 35 años y han cambiado muchos de los factores contemplados en su diseño y organización: han mejorado las comunicaciones, ha disminuido la población en algunas de ellas, han aumentado las unidades de transporte sanitario...".
Otras medidas vinculadas al personal son la "necesaria actualización" del número de tarjetas sanitarias asignadas (TIS), tanto en Medicina de Familia como en Pediatría -algo que los sindicatos llevan años pidiendo- y centralizar la atención continuada que se presta en Zaragoza.
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