La vacuna podría no ser una protección suficiente frente a la covid para los receptores de trasplantes de órganos sólidos. Los pacientes inmunodeprimidos no se incluyeron en los ensayos de las vacunas frente a la covid, de ahí que el interés por los datos que se van recabando a medida que avanzan las campañas de vacunación en todo el mundo.
La revista JAMA publica uno de los primeros estudios sobre la respuesta inmunitaria alcanzada en las personas trasplantadas con un órgano que han recibido la primera dosis de una vacuna de ARNm contra la covid. Los datos, por esperados, no dejan de ser poco alentadores.
Los investigadores, encabezados por Brian J. Boyarsky, de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Maryland, encontraron que la mayoría de los 436 receptores estudiados no generó respuesta de anticuerpos frente a la proteína S del coronavirus. En concreto, tras una media de 20 días después de recibir una dosis de vacuna de ARNm solo se registraron anticuerpos detectables en el 17% de los vacunados.
Los resultados contrastan con la inmunogenicidad observada en los ensayos de las vacunas de ARNm, en los que, si bien se llevó a cabo solo con población inmunocompetente, la eficacia de la vacuna medida en términos de anticuerpos era muy superior desde la primera dosis.
En este trabajo, de los 436 pacientes trasplantados (229 receptores de riñón), el 52% recibió la vacuna de Pfizer-BioNTech y el 48% la vacuna de Moderna. Hubo más casos de respuesta humoral entre los que recibieron la vacuna Moderna que los que recibieron la vacuna Pfizer-BioNTech (69% frente a 31%).
Aquellos tratados con inmunosupresión que no incluía antimetabolitos tuvieron más probabilidad de desarrollar los anticuerpos, comparados con los que recibían esta terapia (63% frente a 37%). De igual forma, los receptores más jóvenes presentaban la inmunogenicidad con más frecuencia.
"Los hallazgos de respuestas deficientes de anticuerpos antípico en receptores de trasplantes de órganos después de la primera dosis de vacunas de ARNm sugieren que estos pacientes pueden permanecer en mayor riesgo de covid-19 incluso con la vacunación", escriben los autores.
Para Beatriz Domínguez-Gil, directora de la Organización Nacional de Trasplantes, este tipo de resultados eran en cierta manera esperados, “porque la capacidad para desarrollar anticuerpos en los pacientes inmunodeprimidos ante cualquier vacuna es inferior a la de la población general, aunque se sabe, por la experiencia con otras vacunas, como la de la gripe, que se suelen alcanzar niveles adecuados para evitar la enfermedad o al menos para desarrollar formas menos graves”.
La directora de la ONT destaca, no obstante, que estos datos aún son preliminares, y falta tener la información de lo que ocurra cuando la vacunación se complete con la segunda dosis. Con todo, incide que “lo idóneo sería que los pacientes reciban la vacunación en lista de espera, lo que no significa que no deba vacunarse a los pacientes trasplantados”.
Dominguez-Gil también destaca otro punto que los propios investigadores reseñan en su trabajo y es la importancia de valorar la inmunidad celular. Estos autores indican por ello que hay que profundizar en la "caracterización de las respuestas de las células B y T de memoria”, un dato necesario para “determinar las estrategias de vacunación y las respuestas inmunológicas después de la segunda dosis".
En la última actualización de la Estrategia Nacional de Vacunación, junto al grupo de edad de 70 a 79 años, se especifica la vacunación simultánea para los pacientes de alto riesgo por covid, entre los que se incluyen, según el documento de Sanidad, “a personas con trasplante de progenitores hematopoyéticos, trasplante de órgano sólido y lista de espera para este”. Esta población recibirá, de momento, cualquiera de las dos vacunas de ARNm aprobadas.
La responsable de la ONT matiza asimismo que “dentro de nuestra población de pacientes (en lista de espera y trasplantados), uno de los principales factores de riesgo es la edad, al igual que ocurre en la población general, y con este criterio algunos ya han recibido de forma prioritaria las vacunas”.
Con todo, la información para profesionales recogida por la ONT recoge lo relativo a la vacunación de estos pacientes en un documento que probablemente se actualizará en los próximos días, “pues queremos sugerir que se centralice la vacunación de estos grupos en las unidades de diálisis y centros de trasplante”, avanza. “Pensamos que así se facilitará la logística y la información a este tipo de pacientes, al margen de que se podrá supervisar mejor la cobertura vacunal”.
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