Candela, una niña de 8 años y 20 kilos de peso de Esplugas de Llobregat, Barcelona, que llevaba 4 años en diálisis y que tras un primer trasplante fallido había desarrollado hipersensibilización, es la primera paciente pediátrico que en España se beneficia de un trasplante cruzado de riñón de grupo sanguíneo incompatible. El donante es del grupo sanguíneo A y el de Candela, del grupo 0.
El riñón que se le implantó a finales de diciembre, en plena pandemia, es de un donante adulto vivo de Sevilla, e implicó la donación a cambio de un riñón del padre de Candela. Al ser el donante de Sevilla un varón adulto, el riñón, muy grande, se injertó a arterias.
El procedimiento, un prodigio de cooperación entre organismos y centros nacionales y más de 20 profesionales, tuvo momentos de crisis como, por ejemplo, una hemorragia interna que obligó a reintervenir a la menor para solucionarla. La niña, actualmente, está en perfecto estado, aunque con una dosis de inmunosupresores más elevada de lo habitual y, por su riesgo de infección y la pandemia, aun no puede acudir a la escuela.
El caso, excepcional hasta ahora en pediatría, que no en adultos en España, se ha dado a conocer esta mañana en una rueda de prensa en la que han intervenido los directores médicos de Hospital Materno infantil de Sant Joan de Déu y el Hospital Clínic, los dos de Barcelona, que colaboran en trasplantes y otros programas de especial complejidad.
Han participado Miquel Pons y Antoni Castells, respectivamente directores médicos de los dos centros; Álvaro Madrid, jefe de Nefrología del San Joan de Déu; Ignacio Revuelta, consultor de la Unidad de Trasplante Renal del Clínic; Yolanda Calzada, nefróloga del Sant Joan de Déu, y Antonio Alcaraz, jefe del Servicio de Urología y de Trasplante Renal del Clínic. Además, han participado los directores de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Domínguez Gil, y de la Organización Catalana de Trasplantes (Ocatt), Jaume Tort, así como Alberto, padre de la joven paciente.
Candela fue diagnosticada a los 20 meses de vida de un síndrome nefrótico de origen genético que le provocó una insuficiencia renal progresiva. En 2016 recibió su primer trasplante de riñón pero fracasó y al cabo de 24 horas se le tuvo que extraer el injerto. Todos los intentos que se habían llevado a cabo, desde entonces, para trasplantarle un nuevo riñón resultaron infructuosos porque la niña había desarrollado muchos anticuerpos contra posibles órganos de donante. Por ello, ha tenido que recibir diálisis durante cuatro años; al principio, desde 2017, tres veces a la semana, y desde el 2019, tenía que ir cada día al hospital a recibir este tratamiento.
Ante la imposibilidad de que alguno de sus familiares pudiera darle un riñón, el equipo médico que atendía a la paciente en el Sant Joan de Déu decidió incluirla en el año 2017 el Programa de Trasplante Renal Cruzado de ONT, que ofrece a las personas que necesitan un trasplante y que disponen de un potencial donante incompatible la posibilidad de intercambiarlo con otra pareja. Finalmente, se optó por trasplantarle un riñón que, a pesar de ser compatible inmunológicamente (es decir, que no presentaba anticuerpos contra los antígenos leucocitarios humanos (HLA) del donante que ayudan al sistema inmunitario del cuerpo a reconocer y combatir sustancias y células extrañas), sí era de un grupo sanguíneo incompatible ".
Además del tratamiento inmunosupresor que se prescribe habitualmente antes de un trasplante para reducir el rechazo del órgano trasplantado, se llevó a cabo un proceso de depuración de anticuerpos anti-A de la sangre de la niña que reaccionarían contra la sangre del donante, que es del grupo A +. El trasplante duró cuatro horas y todo el operativo, incluida la extracción al donante y traslado de el órgano, más de doce.
"Un reto quirúrgico"
Alcaraz ha destacado que "los trasplantes de riñón en niños pequeños siempre son un reto quirúrgico. En el caso de la Candela, en quien se añadía el problema de una hipercoagulabilidad, se trataba de trasplantar un riñón de un adulto hombre (riñón grande) en una niña de 20 kilos de peso. Esto obligó a una cirugía iterativa sobre la cicatriz previa y utilización de la cava y aorta de la niña, bajo un régimen de descoagulación controlada".
Domínguez (ONT) ha informado, por su parte, de que “la mejor opción terapéutica para Candela era ese trasplante. El trasplante renal cruzado es muy complicado. En 2009 cuando la Fundación Puigvert y el Clínic (los dos de Barcelona) empezaron a trabajar en él, Federico Oppenheimer , del Clínic, se sentó con nosotros a diseñar el programa nacional, que consiste en que parejas incompatibles de donantes entre sí se someten a un sistema de selección para ponerse en contacto con parejas que sí son compatibles. Todos los centros implicados trabajan con un protocolo común. Los donantes no viajan. Requiere una perfecta coordinación desde la ONT con las organizaciones de trasplantes autonómicos y los centros implicados. Se han ido introduciendo innovaciones: donación altruista, internacionalización… . Este trasplante que damos a conocer hoy confirma que, gracias a la innovación e ingenio, podemos dar respuesta a casos muy complejos. Logramos un donante parecido histológicamente a Candela pero no compatible en grupo sanguíneo. Además, era un adulto. Y estábamos en pandemia. Todo el agradecimiento a los donantes. Y mis últimas palabras para los profesionales que merecen aplauso por seguir ahí apostando por la innovación y la mejora continua, a pesar de la pandemia”.
Tort (Ocatt) ha dicho que es excepcional lo que está pasando (la pandemia) y que eso no impida poner en marcha programas como éste. “Casi 1.000 trasplantes en Cataluña en pandemia es excepcional”, ha añadido.
Alberto, padre de Candela, también ha intervenido para “dar las gracias a todos por el esfuerzo. Para nosotros han sido 6 años de enfermedad y 4 de diálisis, que es duro… . El mensaje es de esperanza para otros pacientes que también pueden encontrar una solución gracias a vuestra profesionalidad y medios. Ahora que está de moda irse a Andorra, gracias a los que pagáis vuestros impuestos aquí que es como en España conseguimos cosas así”. “Solo hace tres meses que nuestra vida ha cambiado profundamente. Estamos muy contentos y damos las gracias”, ha añadido.
Para poder realizar este trasplante, entre otros muchas cosas, fueron necesarias dos donaciones son simultáneas. Una, la extracción realizada en el Hospital Virgen del Rocio de Sevilla, y otra, la de su padre, en el Clínic. El riñón del donante andaluz, destinado a Candela, viajó en transporte aéreo ad hoc.
Otras dificultades señaladas por los profesionales implicados: había que intervenir por la misma zona en la que la niña ya había sido antes trasplantada y la niña presentaba hipercogulabilidad. “Nos tuvo en jaque unos días. No somos de milagros sino de hacer las cosas de maneras muy sistemáticas aunque asumiendo riesgo. Pensábamos realmente que ésto iba a salir bien”, ha afirmado Alcaraz.
Domínguez (ONT) ha revelado que “el trasplante cruzado funciona con un algoritmo fijo pero lo engañamos para buscar una opción para Candela” y que la donación altruista “genera cadenas de donación” y en España ya se ha logrado a generar así hasta 6 trasplantes en cadena. Según los daos de la ONT, se han realizado ya 255 trasplantes incompatibles en España, unos 30 al año y en centros muy seleccionados. Entre ellos solo hay 13 niños como receptores.
El donante incompatible abre las puertas a otros niños ya a adultos. Tendrá impacto a corto plazo es la principal conclusión d este caso pionero en España.
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