La farmacia comunitaria ha vuelto a demostrar que las intervenciones de sus profesionales en prevención y detección de ciertas patologías son efectivas. En esta ocasión, ha sido en el campo de la hipercolesterolemia y lo han constatado en un piloto impulsado en 2021 por la Fundación de la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (Sefac), la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) y la Fundación Viatris, con el que se pretendía detectar precozmente a aquellas personas que pudieran tener riesgo de sufrir hipercolesterolemia y no estaban diagnosticados.
Como detalló Jesús C. Gómez, presidente de la Comisión Ejecutiva de la Fundación Sefac, durante la presentación de los resultados ayer en Madrid, en el cribaje participaron 232 farmacéuticos españoles, que se implicaron en la evaluación del control del colesterol (c-LDL) de 845 personas que, por determinadas causas, podían tener este parámetro elevado. "Tras una serie de preguntas que realizaba el farmacéutico, seleccionaba aquellos que reunieran una serie de criterios de inclusión, como tener más de 40 años, no ser una mujer embarazada, tener sobrepeso u obesidad (índice de masa corporal, IMC, superior a 30) y padecer diabetes o hipertensión arterial", ha indicado Gómez.
Para realizar una correcta actuación farmacéutica, Sefac y Semergen elaboraron un documento de consenso sobre el abordaje de las dislipemias, que, según José Polo García, presidente de Semergen, "es un punto de inicio para el buen control del paciente crónico”. En el protocolo se incluyó un algoritmo para guiar la actuación del farmacéutico y saber cuándo derivar.
Tras la medición en la farmacia de los niveles de LDL Colesterol y triglicéridos con los dispositivos homologados y, según los resultados obtenidos, se derivaba al médico o no. "A todos, el farmacéutico ofreció consejos de salud, pero a un 40% tuvó que derivar al médico, porque tenía patología o riesgo cardiovascular; el riesgo cardiovascular era alto o muy alto o porque tenía los siguientes valores: colesterol total ≥250 mg/dL; triglicéridos, ≥200 mg/dL, y colesterol LDL: >115 mg/dL.
De esta iniciativa se extraen otros datos como que a 173 personas (más del 20 %) se les instauró o bien un tratamiento. "En el caso de los tratamientos prescritos por el médico -especificó Gómez- el medicamento por excelencia fue la estatina, mientras que en la indicación farmacéutica, fueron los complementos alimenticios con monacolina, berberina o policosanol".
A tenor de estos resultados y de lo bien que ha funcionado esta primera experiencia, sus impulsores han querido ir más allá y van a volver a llevar a cabo el cribaje del 9 al 31 de mayo para presentar resultados a principios de octubre.
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