"Nunca he dicho que haya que retirar las mascarillas antes de Semana Santa". Así ha desmentido Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) del Ministerio de Sanidad, que él hubiera hecho esa defensa. Muy al contrario. Ha señalado que, "después de lo vivido [con la covid] es mejor ser prudente", refrendando así el contenido del borrador de Sanidad que recomienda la retirada de las mascarillas una vez pasada la Semana Santa y mantenerlas de manera obligatoria en tres entornos: centros asistenciales, sociosanitarios y en el transporte.
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad ha hecho estas declaraciones poco antes de participar en las XXI Jornadas Científicas sobre vacunas y Salud Pública, celebradas en Las Palmas de Gran Canaria y organizadas por el Servicio Canario de Salud y la Asociación Española de Vacunología.
Simón ha pintado un escenario tras la retirada de las mascarillas en el que "habrá que aceptar cierto nivel de transmisión" y estará "asociado a las posibles variantes". Al tiempo, ha reconocido también que "hay una especie de miedo constante al cambio, tanto para desescalar como para no hacerlo; siempre hay algo que nos pone en riesgo, pero tiene que haber un momento en el que se tome si ese riesgo es bajo, manejable".
En la nueva estrategia de abordaje de la pandemia, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitaria ha recordado que hay que poner el foco en los más vulnerables, en la prevención "y en las UCI y los ingresos hospitalarios, al margen de los covid incidentales (con la infección, pero no con la enfermedad)".
A pesar de que los niveles de presión asistencial están muy por debajo de olas anteriores y que la letalidad del virus ha bajado considerablemente gracias a la vacunación, Simón sí ha querido dejar claro que "esto no se ha terminado. Los contagios confirmados con síntomas leves tienen que limitar su actividad social; no es necesario un aislamiento estricto. Y con ello asumimos el pequeño riesgo de transmisión. A los frágiles y los vulnerables sí hay que protegerlos y aquí sí que hay que aislar".
Mientras llegamos a la endemia, el sistema de vigilancia adopta una situación de control transitoria focalizada en la población en la que el virus tiene un impacto mayor. Porque Simón ha sido tajante y claro en afirmar que "el Covid no es una endemia. Es una pandemia. Tal vez en un futuro lo sea, pero no podemos hablar todavía de 'endemnización'".
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