El cáncer de endometrio es el tumor ginecológico más frecuente en los países desarrollados que suele desarrollarse a partir de los 60 y los 65 años y que se acompaña de otras comorbilidades, como hipertensión y diabetes y obesidad.
En España, es la cuarta neoplasia más frecuente en mujeres, con 6.784 nuevos casos, según los datos de 2018. Su incidencia aproximada es de 13,7 casos por 100.000 mujeres al año y su mortalidad se sitúa en 3,6 casos por 100.000 mujeres al año, según el registro de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
En estadios iniciales, diagnóstico de la mayoría de los casos, se pueden obtener buenos resultados en cuanto a largas supervivencias, ya que la precocidad permite tratamientos combinados de cirugía, quimioterapia y radioterapia.
El problema surge con las mujeres con lesiones en estadios avanzados y metástasis a distancia en las que la supervivencia es de solo un 25% a los 5 años. En este grupo de afectadas, y desde hace 30 años, no se han producido mejoras significativas ni cambios relevantes en su tratamiento de primera línea basado en la administración de taxol y carboplatino, lo que justifica el escaso porcentaje de supervivencia.
Sin embargo, un nuevo estudio internacional, el SIENDO, ha mostrado la eficacia de incorporar el fármaco oral selinexor, un inhibidor del transportador de proteínas, al tratamiento en pacientes con cáncer de endometrio. La estrategia diseñada era administrar, después de recibir taxol y carboplatino, este inhibidor oral o placebo.
"Por primera vez se ha demostrado que un fármaco oral, añadido al taxol ycarboplatino, aumenta la supervivencia. En la serie global, la supervivencia era de un mes y medio aproximadamente. Pero, al analizar un grupo de tumores, los P53 no mutados o P53 wild type, la ganancia era de casi un año de beneficio; 10 meses concretamente", señala a DM Alejandro Pérez Fidalgo, investigador del Incliva, del Hospital Clínico de Valencia, y miembro del CiberONC.
El estudio, liderado por la red europea ENGOT (European Network for Gynaecological Oncological Trial groups), y en el que España ha participado a través del grupo GEICO (Grupo Español de Investigación de Cáncer de Ovario), que preside Antonio González Martín, con Pérez Fidalgo como coordinador nacional y segundo firmante de la comunicación, ponen de manifiesto, una vez más, la importancia del análisis de mutaciones para llevar a cabo un auténtico abordaje de precisión en oncología.
Recaídas y supervivencia
Los resultados del ensayo, que acaban de presentarse en la plenaria virtual de marzo de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO 2022) y en en el Congreso europeo de la Sociedad de Ginecología Oncológica (SGO 2022), son los más relevantes en tres décadas y confirman "la reducción en un 30% del riesgo de recaída y una ganancia de dos meses en la supervivencia en todos los casos de cáncer de endometrio avanzado, que puede ser del 60% y diez meses en este subgrupo concreto de mujeres", detalla Pérez Fidalgo, quien recalca que los nuevos datos representan un “verdadero hito y cambio en el manejo del cáncer de endometrio avanzado, pero el beneficio de la cohorte pre-especificada p53 wild type es tan importante que nunca se había visto en este tipo de tumor".
El ensayo se ha desarrollado entre los años 2018 y 2021 y ha incluido a 263 pacientes: 174 recibieron selinexor y 89, placebo. Las que respondían al tratamiento con taxol y carboplatino eran randomizadas a recibir placebo o selinexor.
El diseño es de un ensayo fase III clásico randomizando a las pacientes 2:1 a recibir selinexor o placebo una vez habían finalizado la quimioterapia de taxol y carboplatino y habían obtenido una respuesta a este tratamiento. De las 263 pacientes, 174 recibieron selinexor y 89, placebo.
Para el coordinador nacional del estudio, otra de las buenas noticias radica en que las mujeres con cáncer de endometrio y portadoras de P53 mutado representan entre un 15-20%.
El resto de tumores, presentan P53 no mutado o o p53 wild type, lo que indica que "la mayor parte de las pacientes se van a beneficiar de esta nueva estrategia terapéutica con este inhibidor oral. Es un claro cambio en el manejo de esta enfermedad y, sobre todo, en las mujeres con P53 no mutado mutado".
Un 20% máximo de cánceres de endometrio tienen P53 mutado. El resto son wild type, lo que supone que la mayoría se va a beneficiar
El análisis de mutaciones en cáncer de endometrio se lleva a cabo de forma sistemática. Pero, es que además, y según Pérez Fidalgo, "el p53 es un biomarcador que ya se está utilizando; es factible, no es costoso y forma parte del diagnóstico habitual". .
Según González Martín, presidente de GEICO, quien dice sentirse orgulloso de que este grupo haya contribuido de manera tan significativa a este avance para nuestras pacientes con cáncer de endometrio, los resultados son importantes porque "en más de tres décadas no habíamos asistido a ninguna novedad relevante en el tratamiento del cáncer de endometrio en estadios avanzados -con metástasis- en primera línea o primera vez que se administra tratamiento de quimioterapia en enfermedad avanzada".
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