Promover y alentar el talento femenino en el campo de la educación y las ciencias farmacéuticas; permitir que las mujeres alcancen su máximo potencial en los distintos ámbitos profesionales de la Farmacia; derribar muros cimentados sobre la desigualdad entre géneros, y despertar nuevas vocaciones entre las niñas y adolescentes. Con estos objetivos, la Federación Farmacéutica Internacional (FIP, por sus siglas en inglés) ha publicado su primer FIPWiSE Rising Stars, una lista compuesta por 20 farmacéuticas de 14 países distintos que son referentes y pioneras en distintos sectores de la Farmacia. Todas ellas son un vivo ejemplo de la enorme capacidad profesional que tienen las mujeres y de cómo su trabajo se traduce en logros, en innovación y en resultados en salud.
Dentro de este listado figura una farmacéutica española: Elsa López Pintor. Cuenta con un amplísimo currículum en el que destacan, entre otras credenciales, que es doctora en Farmacia por la Universidad Miguel Hernández (UMH), que es docente e investigadora en la Facultad de Farmacia de esta misma universidad, que cuenta con un máster en Atención Farmacéutica y que está especializada en uso racional de medicamentos. Además, es miembro del Grupo de Investigación en Salud Global de la UHM y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (Ciberesp).
Como integrante de esta referencia internacional publicada por la FIP, López Pintor explica a este periódico el enorme valor que encierra este proyecto: "Es una iniciativa preciosa que busca visibilizar a las mujeres en ámbitos, como son el académico y el científico, donde desgraciadamente todavía existen desigualdades de género. El objetivo es servir de inspiración a otras mujeres, sobre todo a las nuevas generaciones, para que desafíen retos, superen barreras y sigan avanzando".
Y es que, tal y como explica, formar parte de este listado supone una gran satisfacción personal y profesional. "Para mí estar en esta lista es un honor, ya que la integran mujeres que son pioneras en diferentes ámbitos de la profesión. Ser mujer y pionera en tu campo supone romper muchas barreras y tiene un impacto importante en tu vida, tanto en el ámbito laboral como en el familiar. Es esencial saber compatibilizar ambos, ya que la clave está en eso. Al final todo es proponértelo, trabajar y crecer".
Empezar desde cero
Uno de los grandes logros alcanzados por esta farmacéutica ha sido la puesta en marcha en la universidad de una línea de trabajo centrada en la atención farmacéutica. "Era un área que no estaba consolidada y que iniciamos desde cero. No estaba incluida en los planes de estudio y comenzamos a implantarla desde el principio, orientándola y acercándola al ejercicio de la profesión", explica.
Todo el trabajo que conlleva crear, desarrollar y mantener este proyecto educativo incluye diseñar planes, crear equipos de trabajo, buscar recursos y establecer sinergias; labores que, en muchas ocasiones, traen consigo muchas responsabilidades. "Nuestra línea de trabajo y de investigación se basa en establecer muchas sinergias con distintos agentes: la industria farmacéutica, las instituciones, los farmacéuticos comunitarios, los farmacéuticos de hospital...Al final, eso implica que tengas que salir de la universidad para acercarte a la profesión, y se traduce en viajes, en congresos y en es estar todo el día con la maleta en la puerta. A veces, cuando cierras la puerta de casa, piensas que estás dejando atrás cosas de tu vida personal y que te estás perdiendo momentos; pero esa es otra barrera que debemos romper. Hay que aprender a conciliar, a valorar que el tiempo que le dedicas a tu familia no se mide por cantidad sino por calidad, y a poner en valor que las mujeres debemos desarrollarnos profesionalmente".
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