Soy ginecólogo y hace unos días recibí un burofax en el que una paciente, a la que atendí el parto, me advirtió de que me iba a demandar si no llegábamos a un acuerdo. El motivo de su demanda fue la laparotomía e histerectomía que le practiqué tras dar a luz. El parto fue por cesárea de urgencia, porque así lo indicaban un registro cardiotocográfico patológico y el pH de calota fetal. Después, presentó una hemorragia que se evidenció con anemia aguda. ¿Qué actitud debería adoptar?
C.S.R. (Madrid)
En primer lugar, debería dar parte a su seguro que cubra la responsabilidad civil a fin de que puedan valorar el caso con sus letrados y peritos.
Dicho esto, en lo que a su asistencia médica se refiere, a groso modo podemos apreciar que la actitud en el parto fue correcta, al estar la paciente monitorizada en todo momento (como es habitual), apreciándose un registro cardiotocográfico en algún momento no tranquilizador. De ahí que decidieran tomar una muestra del pH de la calota fetal.
Parece ser que, tras la sospecha confirmada de pérdida de bienestar fetal mediante la prueba de pH, decidieron rápidamente realizar una cesárea, siendo dicha actitud igualmente conforme a los protocolos médicos.
En lo que respecta al postoperatorio, parece ser que presentó una hemorragia que se evidenció con una anemia aguda. En un principio, tendrá que dilucidarse si la anemia aguda pudo haberse diagnosticado con anterioridad, pero es bastante probable que no pudiese sospecharse de la misma. Por ello, deberá defender que únicamente se pueden adoptar medidas cuando aparece la sintomatología, siendo la complicación surgida una complicación imprevisible e inevitable.
En definitiva, lo importante es contactar con su compañía de seguros para que ésta le asigne un letrado si lo estima conveniente y valore la posibilidad de alcanzar acuerdo, pero a priori podría indicarse que la asistencia se prestó conforme a la lex artis.
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