Algunos de los fármacos que se administran para el tratamiento del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) también podrían servir para mejorar algunos síntomas de la enfermedad de Alzheimer, según datos preliminares de una investigación que recoge el Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry y en la que pacientes con Alzheimer que recibieron medicamentos para el TDAH obtuvieron "un beneficio pequeño, pero significativo en el rendimiento de la cognición y la función cerebral", según rezan los resultados.
El equipo, coordinado por Michael David, del Instituto de Investigación de la Demencia del Imperial College de Londres, Reino Unido, revisó los resultados de 19 ensayos clínicos realizados entre 1980 y 2021 que incluían más de 1.800 pacientes con enfermedad de Alzheimer o deterioro cognitivo leve.
El trabajo se ha centrado sobre todo en la actividad de los fármacos noradrenérgicos, entre los que además de algunos antidepresivos se encuentran también los que se administran en TDAH como la atomoxetina, el metilfenidato y la guanfacina y que se emplearon para tratar alteraciones del pensamiento, memoria y otros de tipo psiquiátricos en afectados por esta enfermedad neurodegenerativas.
Alteraciones en las primeras fases
Estos medicamentos centran su acción la noradrenalina, un neurotransmisor clave para procesos cognitivos como la atención, el aprendizaje, la memoria o la preparación para la acción.
Precisamente, en las primeras fases de la enfermedad de Alzheimer es cuando se originan alteraciones noradrenérgicas, responsables del desarrollo de alteraciones cognitivas y neuropsiquiátricas. "Este hecho, sugiere que el sistema noradrenérgico podría ser una buena diana farmacológica", considera David.
En los ensayos clínicos publicados entre 1980 y 2021 se buscó a pacientes con enfermedades neurodegenerativas, fundamentalmente con edades comprendidas entre los 65 y los 80 años, que hubieran tomado noradrenérgicos -atomoxetina, metilfenidato o guanfacina-, para mejorar potencialmente los síntomas cognitivos y/o neuropsiquiátricos.
Los datos de diez de estos informes valoraron cognición global: fluidez verbal, lenguaje y capacidad visoespacial, orientación, atención y memoria, mostrándose un un pequeño efecto positivo, pero significativo, sobre el influjo de los noradrenérgicos. La cognición global se medió con la escala Adas, que evalúa la gravedad de las alteraciones cognitivas del Alzheimer.
Todos estos datos hacen que exista "una sólida justificación para realizar ensayos clínicos específicos de tratamientos noradrenérgicos en la enfermedad de Alzheimer", sugieren los investigadores.
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/v7tzJWe
No hay comentarios:
Publicar un comentario