La experiencia en la adquisición de vacunas para inmunizar a la población mundial frente a la covid-19, debe servir como reflexión para aplicar los principios de tensión competitiva de la contratación pública, en un mercado como el de los medicamentos y las vacunas. “No se puede dar la espalda a la complejidad de la producción de ciertos medicamentos, hay que atender al valor y no al precio más bajo”, ha explicado Jose María Gimeno, catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Zaragoza y director del Observatorio de Contratos Públicos, durante la tercera sesión de la 4ª edición de las jornadas Light on Vax, que organiza Sanofi Pasteur y cuya última sesión tendrá lugar esta misma tarde.
“El aprendizaje principal es que cuando hay voluntad, las administraciones son capaces de tener flexibilidad y de hacer una gestión eficiente”, ha afirmado por su parte Sonia Tamames, técnico facultativo de la Dirección General de Salud Pública de Castilla y León. En concreto, hay cinco puntos positivos que, si se mantuvieran en las gestiones futuras, mejorarían la cobertura sanitaria de la sociedad.
En primer lugar, el riesgo compartido en el desarrollo de productos farmacéuticos, después los compromisos de compraventa que facilitan la confianza en el producto, tanto por parte de las administraciones como de la propia industria. Además, la diversificación de proveedores, un aspecto que ha sido clave durante la pandemia de SARS-CoV-2 y ha proporcionado una provisión de producto aceptable.
Por último, hay mucho que aprender de la gestión de esta pandemia, como la posibilidad de aprovechar y mantener de cara al futuro la contratación pública de vacunas. En nuestro país, al haber una ausencia de compra centralizada, los precios de la adquisición de las vacunas por parte de las comunidades autónomas variaron entre unas y otras. El desarrollo de un acuerdo marco como modelo de compra significó una democratización de los precios entre todas las comunidades, que al mismo tiempo los abarató.
“El problema es que en la actualidad, este compromiso evita poder plantear elementos de la adquisición de una vacuna, fuera del contexto del precio. Dificultando la decisión en función de la calidad del producto porque el peso fundamental lo desarrolla el precio”, ha subrayado Amós García Rojas, jefe de la Sección de Epidemiología y Prevención del Servicio de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias.
“No puede ser que las vacunas en España sigan en el mismo proceso de compra que unas mesas o unas sillas”, ha sentenciado. La planificación presupuestaria y contratación ha de considerarse un aspecto clave, dentro de la sostenibilidad del ecosistema de las vacunas. Así pues, no debe de caer en una espiral de descenso de precio que lo ponga en riesgo. El acceso a nuevas vacunas innovadoras requiere de una planificación, para no retrasar el acceso a la misma.
Por su parte, Gimeno ha reclamado que “comprar medicamentos no debe ser un suministro ordinario”. Como ejemplo, ha citado las vacunas contra la covid-19, que se obtienen a través de un sistema de adquisición anticipada de vacunas, no de contratación pública, con un modelo de compra conjunta liderado por la Unión Europea.
Vacunas hexavalentes
En la sesión de ayer también se abordó la situación actual de la tosferina, que, según la encuesta de seroprevalencia que ha publicado el Ministerio de Sanidad, es una enfermedad infradiagnosticada, sobre todo en niños de entre seis y nueve años, además de adultos. “La inmunización es la mejor arma contra esta afección y tenemos muchísimos datos que documentan que todas las vacunas aprobadas para la tosferina tienen el mismo nivel de rendimiento”, ha explicado Emmanuel Vidor, diplomado medicina tropical bioestadística y el Grado de Maestría en Ciencias Biológicas y Médicas en Francia, que además es experto médico global, dentro del Departamento de Asuntos Médicos Globales de Sanofi Pasteur.
El experto ha citado un estudio estadounidense de 1998, realizado al poco tiempo de la introducción de las vacunas anti-tosferina acelulares, que siguió el recorrido y la efectividad de tres vacunas distintas, que varían en el número de componentes, durante cuatro años. La efectividad global estaba íntimamente relacionada con la cantidad de dosis administradas, no con el número de componentes.
“Desde un punto de vista inmunológico, sí existen diferencias significativas en cuanto a la infección natural y la vacunación, tanto con una vacuna de célula completa como con la vacuna acelular, que contienen componentes semipurificados o purificados de la toxina pertussis, bacteria que ocasiona la tosferina”, ha subrayado Fernando Fariñas, director del Instituto de Inmunología Clínica y Enfermedades Infecciosas y presidente de la Asociación Española Ynmun. “Tengo muy claro que las vacunas acelulares que tenemos hoy día ofrecen una gran protección, pero también es verdad que se puede mejorar”, ha añadido. En concreto se refiere a la búsqueda de un tipo de respuesta inmunitaria necesaria, por ejemplo, para eliminar el estado de colonización en nasofaringe.
En un informe publicado en el año 2015, se reveló que no pueden confirmarse diferencias significativas entre unas vacunas y otras basándose solamente en el número de componentes. “Con que lleven toxoide pertúsico, en principio sería suficiente” señaló José Antonio Navarro, consultor honorario del Área de Vacunas del Ministerio de Sanidad, experto nominado de la Comisión Europea para la selección de Vacunas frente a la Covid-19 y miembro también del Grupo de Seguridad de Vacunas de la OMS.
En este sentido, García Rojas se ha referido al caso de las comunidades autónomas que ponen diferentes vacunas hexavalentes, en las que el componente celular tiene diferentes componentes, y cuyo éxito radica en seguir manteniendo las coberturas vacunales elevadas, impidiendo su descenso.
En resumen, mantener un buen nivel de coberturas y vacunación a lo largo de la vida, son los dos factores más importantes en la prevención de la tosferina, ya que todas las vacunas comercializadas en España tienen el mismo nivel de eficacia.
Impacto de la Covid-19 en la recuperación de la cobertura vacunal
Tanto en Europa como en otras zonas geográficas como Asia y EEUU, el número de enfermedades reportadas durante la pandemia de coronavirus, sobre todo en pediatría y adultos, ha disminuido de manera significativa. La razón principal han sido las medidas tomadas contra la Covid-19 como el uso de mascarillas, el distanciamiento social y lavarse las manos.
Por ejemplo, el sarampión en la UE, que muestra un patrón de pico durante la primavera, el año pasado, por el confinamiento estricto, este no se produjo. “Estas medidas estrictas incluyeron que los niños no fueran al colegio, que es donde se contaminan. Un patrón que se repitió en el caso de la tosferina y la escarlatina”, ha explicado Juan Vargas, uno de los responsables de Sanofi Pasteur de la vacuna frente a la tosferina, polio y Haemophilus influenzae tipo b.
Esto de alguna forma ha compensado la preocupación que había al constatar un descenso de la cobertura vacunal durante la pandemia del año pasado. “A pesar de esa bajada, no se ha reportado un incremento de la incidencia de las enfermedades transmisibles, básicamente gracias a los mecanismos de prevención mecánica que se están recomendando como el uso de la mascarilla, el lavado de manos, la distancia física y la ventilación”, ha indicado Vargas.
Vargas ha apuntado también que, probablemente, en los lugares en los que la población tiene más ingresos, las tasas de vacunación se mantendrán altas o estables según la media del país. Sin embargo, donde pueden surgir los problemas es en las zonas desfavorecidas, en particular en las grandes áreas de población, que no están siendo vacunadas por falta de recursos o dificultades con la gestión. “Ahí es donde yo creo que probablemente se presentarán los primeros problemas, que se verán a lo largo de los próximos seis meses”, ha apostillado.
Estrategias post-covid
En cuanto a las estrategias a seguir, a partir de que se empiecen a relajar las medidas para controlar la covid-19, lo primero es entender por qué no se están vacunando las personas. Si hay desinformación y la población desconfía de las vacunas, si la razón es que temen ir al punto de vacunación por si se contagian. También hay casos, como el que ocurrió en Europa, en los que simplemente, con la medida de cerrar todo, se cesaron muchas vacunaciones.
“Por ejemplo, La Oficina Regional de la OMS en Europa, tiene una serie de guías en las que afirman que unos de los primeros pasos sería el aprovechar la vacunación a los más vulnerables y las vacunas combinadas para inmunizar lo máximo posible en una sola visita”, ha explicado Vargas.
La comunicación también es clave, manteniendo a la ciudadanía informada y poniendo en valor las vacunas para diferentes enfermedades además de la covid-19. Asimismo, el optimismo actual que acompaña al momento de inmunizarse contra el SARS-CoV-2, debería de aprovecharse para hacer campaña de otras vacunas como la de la gripe, en previsión de un posible repunte para este invierno, cuando las medidas de restricciones y distanciamiento social se hayan relajado. Como último apunte, Vargas ha sentenciado que posiblemente no se consigan los niveles de antes de la pandemia, “pero creo que vamos a seguir con muchas medidas de control de infecciones”.
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