Las comunidades autónomas están teniendo en esta fase de la pandemia una dificultad para el rastreo de los contactos de los casos de covid-19 muy superior a la encontrada en las primeras etapas. Ante esta situación varias de ellas han solicitado la colaboración de nuevo del Ejército, petición que ha sido resuelta de forma favorable ya en ocho casos.
Se trata de Asturias, Islas Baleares, Castilla y León, Comunidad Valenciana, La Rioja, Navarra, Comunidad de Madrid e Islas Canarias, comunidades que cuentan ya con el apoyo del Ejército para intentar identificar el mayor número de contactos posible cuando se detecta un caso de covid-19. En estas ocho comunidades la solicitud enviada al Ministerio de Defensa ha sido ya informada de modo favorable.
Dificultades de trazabilidad
La coordinadora de programas covid de la Consejería de Salud de Asturias, María José Villanueva, ha reconocido las dificultades que está encontrando su departamento para efectuar la trazabilidad de los casos y ha expresado su preocupación por los contactos que pueden estar escapando al rastreo.
Villanueva ha destacado la importancia del rastreo para cortar las cadenas de trasmisión y para evaluar su eficacia ha explicado que el escenario es muy diferente a las olas anteriores, resultando ahora “mucho más complejo y laborioso”.
Si en etapas anteriores los rastreadores se encontraban con entre dos y cuatro contactos por caso, un cumplimiento exquisito de las cuarentenas y cierta premura incluso en la realización de las pruebas de detección que fuesen necesarias “por temor real a la enfermedad y la ingreso”, según ha relatado Villanueva, ahora la realidad es distinta.
Los rastreadores se están encontrando con demasiada frecuencia con falta de colaboración de los casos para dar información de sus contactos, conocedores de que en ese caso se les comunicará la necesidad de guardar cuarentena. Y cuando sí dan la información “nos encontramos con una avalancha de contactos estrechos en las 48 horas previas, con listas de 10, 15 o 20 personas, lo que hace el rastreo muy complejo”.
Además se trata en la mayor parte de los casos de población joven o muy joven cuya forma de relacionarse dificulta aún más detectar el foco de origen “porque nos encontramos que son personas que han ido por varios lugares diferentes en interacción con distintos grupos, lo que nos dificulta mucho encontrar el punto de origen y el rastreo resulta muy laborioso”.
Escenarios frecuentes
El ocio en locales grandes y cerrados sin las medidas de protección adecuadas es uno de los escenarios frecuentes de contagio en la etapa actual, hasta el punto de que Asturias ha detectado cuatro brotes vinculados a este tipo de locales, con 172 casos positivos y 526 casos cuarentenados, derivados solo de esos cuatro brotes. Por este motivo, Asturias se suma desde esta medianoche a la lista de comunidades que han cerrado de forma temporal el ocio nocturno.
Ante estas dificultades Asturias ha vuelto a aumentar la contratación de rastreadores en los últimos días, 20 en un primer momento, 40 después y finalmente otros 50 hasta alcanzar la cifra de 153 rastreadores civiles trabajando para intentar cercar al virus, junto con sus coordinadores y supervisores, a los que desde este fin de semana se suman los rastreadores desplazados desde el Ejército de Tierra.
Otro dato que da idea de la elevada difusión del virus lo manifiesta la elevada positividad en los test de cribado a los que se ha animado a participar a la población joven. En el caso de Asturias son casi 10.000 los jóvenes inscritos en el formulario, hasta el momento han sido realizados y procesados 2.684 pruebas PCR, con un resultado positivo en 474 de ellas, lo que refleja una positividad del 17,6% “un dato impensable en otras ondas de la pandemia”, ha señalado Villanueva.
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