Los farmacéuticos comunitarios implicados en el estudio Indica+PRO para la implantación del servicio de indicación farmacéutica en síntomas menores han realizado, según los datos más actualizados, 15.595 registros. De los 14.083 registros contabilizados a fecha de diciembre del año pasado, 1.814 (12,9%) hacen referencia a síntomas menores respiratorios; 2.752 (19,5%), al dolor; 2.199, a síntomas digestivos (15,6%), y 2.603 (18,5%), dermatológicos. Estos son algunos de los resultados de este estudio que se presentó ayer viernes en el X Congreso Nacional de Farmacéuticos Comunitarios, que hoy sábado se clausura en Madrid y que ha sido organizado por la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (Sefac).
Los responsables de dar a conocer los últimos datos de esta investigación han sido Elena Pérez Hoyos, farmacéutica comunitaria en Gabaldón (Cuenca) y vocal de la Junta Directiva de Sefac; Vicente Colomer Molina, farmacéutico comunitario en Bocairent (Valencia) y secretario del COF de Valencia, y Fernando Martínez Martínez, del Grupo de Investigación en Atención Farmacéutica de la Universidad de Granada. Los tres han sido moderados por Jesús C. Gómez Martínez, coordinador del Grupo de Indicación farmacéutica de Sefac.
Sus inicios
Hay que recordar que Indica+Pro arrancó en 2017 gracias al impulso no sólo de Sefac, también del COF de Valencia y la Universidad de Granada junto con la de Sidney. También participaron en ese proceso inicial de codiseño la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) y la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), diversas asociaciones de pacientes, la Consejería de Sanidad y el Colegio de Médicos de Valencia.
Con el paso del tiempo, el proyecto se ha ido extendiendo a otros territorios españoles, hasta el punto de que en estos momentos participan en él 687 farmacéuticos de 518 farmacias pertenecientes a 48 provincias.
Según los datos aportados por Martínez Martínez, de los tipos de consultas registradas en Indica+PRO, 11.882 fueron consultas de síntoma menor (el qué me da para) y 2.171, se demanda un medicamento para un síntoma menor. El tiempo dedicado al paciente en cada una ha sido de 4,58 minutos en las consultas y de 4,85, en la demanda.
Actuación del farmacéutico
De las posibles actuaciones que podía llevar a cabo el farmacéutico (derivación al médico, modificación del tratamiento demandado por el paciente; recomendación de tratamiento farmacológico y recomendación de tratamiento no farmacológico), la derivación al médico se produjo en un 8,63% de las consultas y un 7,76% de las demandas de medicamento, siendo la detección de síntomas de alarma el motivo mayoritario de derivación. Como recordó el catedrático, estos síntomas de alarma están recogidos en la guía Protocolos de Indicación Farmacéutica y criterios de derivación al médico en síntomas menores y "reflejan la importancia del consenso entre profesionales sanitarios".
Respecto a "los cambios de medicación, se han producido en un 56,4%.
El profesor de la Universidad de Granada destacó que, gracias a la actuación del farmacéutico, los pacientes han obtenido una mejoría de un 8,7 en una escala que va de 0 a 10). Y de este dato hizo una valoración: "Estamos resolviendo los síntomas menores con la misma efectividad que nuestros compañeros médicos de atención primaria y de atención continuada. Por tanto, estamos respondiendo desde el punto de vista clínico con la misma efectividad".
El 'big data' llega a 'Indica+PRO'
Como adelantó Martínez Martínez, los impulsores del estudio están aplicando el análisis big data y el machine learning a todos los datos obtenidos en Indica+PRO, con el objetivo de "crear algoritmos y programas informáticos con los que se puedan detectar probabilidades para identificar pacientes de riesgo, mejorar la práctica clínica, impulsar una formación específica para farmacéuticos y estrategias de aprendizaje automático y analizar el conjunto de síntomas menores".
De hecho, están elaborando un modelo con el 70% de los datos (con el 30% se validará), teniendo en cuenta variables como el género, edad, provincia, síntoma menor, tipo de consulta, duración del síntoma, tipo de medicamento demandado, estado fisiológico, síntoma ya tratado y tipo de criterio de derivación, entre otras.
Los próximos pasos serán, con el análisis de big data, incorporarlo en el programa para aumentar la seguridad del paciente; identificar las diferencias en la práctica de diferentes tipos de farmacia para mejorar su formación; analizar las barreras y facilitadores para incrementar la implantación del servicio en la práctica diaria del farmacéutico; hacer análisis clínicos y económicos, para evidenciar el impacto del farmacéutico a paientes, población y al sistema de salud, y aumentar el número de protocolos consensuados para aumentar la seguridad del paciente.
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