El voto de calidad de la Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana ha permitido aprobar en la última Mesa Sectorial el proyecto de decreto de plazas de difícil cobertura y el acuerdo de alianzas estratégicas entre centros y departamentos, uno de los grandes objetivos del departamento que dirige Miguel Mínguez en estos últimos meses.
Sin embargo, se trata de un logro "agridulce", ya que todos los sindicatos mostraron su rechazo, porque, en la práctica, incluye "acuerdos entre gerencias para decidir movilidad forzosa entre profesionales, sin garantías ni control previo para la representación legal" de los trabajadores, según ha denunciado la Federación de Sanidad de CCOO en la Comunidad Valenciana.
Tal y como está planteado el proyecto, resalta CCOO, supone dar "carta blanca" a las administraciones sanitarias para dar "una vuelta de tuerca más" sobre aquellos profesionales que, por la escasez en sus categorías, "se les obliga a tener jornadas exhaustivas para atender las deficiencias del sistema".
Para el Sindicato Médico de la Comunidad Valenciana (CESM-CV), con este proyecto, Sanidad ha vuelto a poner en evidencia "su ausencia de voluntad para llegar a acuerdos con los sindicatos". Desde CESM-CV se apunta que para incentivar la voluntariedad en el desplazamiento a las plazas de difícil cobertura, la consejería ha fijado una retribución de "tan solo" 357 euros brutos al mes. Ello hace "inviable cualquier tipo de acuerdo; más aun, cuando prevé que, en caso de no conseguir facultativos de forma voluntaria en estas condiciones, se establezca la obligatoriedad".
Para el Sindicato Médico, esto supone una "evidente vulneración de los derechos laborales consolidados de los empleados públicos", lo cual supondrá que "tras consultar con las bases, se llevarán a cabo, de mantenerse dichas medidas, acciones en defensa de los derechos de los médicos".
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