Hasta 92 proyectos y programas de salud desarrollados y adaptados a esta nueva realidad que ayudaron a mejorar la calidad de vida de 1.648.099 personas; más de 90 toneladas de medicamentos y equipos de protección individual (EPI) distribuidos para prevenir y frenar la covid-19 en 27 países del mundo, y 346 envíos realizados con equipos de protección individual para prevenir la covid. Este es el balance de la actividad realizada durante el año 2020 por la ONG Farmamundi, que ha presentado este jueves su memoria anual.
Según la información facilitada por la ONG, todo el equipo de logística humanitaria se volcó para suministrar los equipos de protección individual a las entidades humanitarias que solicitaron apoyo, destacando Cruz Roja, Médicos del Mundo y Cáritas, además de las entidades de distribución farmacéutica. En total, han sido 90.354 Kg de ayuda humanitaria enviada a 27 países del mundo, de las que casi cuarenta fueron material EPI para prevenir la covid.
Como explica a CF Joan Peris, director general de la entidad, la emergencia originada por la pandemia mundial ha aumentado sut rabajo, "sobre todo en nuestra área Logística Humanitaria, por la gran demanda de equipos de protección individual (EPI)".
En su opinión, "la pandemia ha demostrado que la desigualdad, la pobreza o el calentamiento global, no se solucionarán con medidas unilaterales y egoístas. Por ello, la acción de cooperación de Farmamundi se referencia en los derechos humanos, tiene en la solidaridad su motor de cambio y considera a las personas protagonistas de su propio desarrollo".
A pesar de la compleja situación, Farmamundi ha seguido trabajando, a través de 92 proyectos de cooperación y acción humanitaria en 19 países, adaptando las intervenciones al nuevo contexto, en coordinación con las autoridades locales y entidades socias de los países donde trabaja, para dar una respuesta efectiva y mejorar la salud de la población.
También en el ámbito educativo, tuvo que adaptarse al confinamiento vivido en España, habilitando plataformas virtuales y actividades telemáticas para el desarrollo de las más de 50 acciones educativas y la generación de conocimientos, este año centrados en la defensa de derechos en contexto de pandemia, logrando mantener la implicación y participación de 201.437 personas.
La actividad de Farmamundi también arroja otras cifras interesantes, como las 154.462 personas desplazadas internas y refugiadas de Uganda, RDC, Mozambique y Kenia (98.662 de ellas mujeres) acceden a servicios gratuitos de Atención Primaria en salud y salud sexual y reproductiva gracias a su ayuda, y otras 201.437 participan en las actividades de educación para la transformación social realizadas. Asimismo, son 83 los centros educativos y universidades implicadas en las actividades educativas, y se han alcanzado las alianzas con 75 entidades sociales, instituciones y colegios profesionales.
La organización no gubernamental también hace mención a las ayudas recibidas para llevar a cabo esta labor. "Hemos intensificado nuestro trabajo en alianza con las organizaciones socias locales, cuyo trabajo es imprescindible. Con las instituciones sanitarias de cada país, agentes locales de salud, promotoras, etc., y, por supuesto, con las entidades financiadoras que también se han adaptado a esta situación de pandemia, y con nuestra base social, la mayoría de ellos farmacéuticos, que nos apoyan económicamente y de forma activa a través de las campañas solidarias que impulsamos".
Preguntado si ha habido habido algún proyecto que se haya quedado sin realizar y que estaba planteado para 2020, Peris responde que han conseguido adaptar todos los que estaban previstos. "La pandemia nos ha obligado a reconducir las acciones -añade-, como, por ejemplo, apostar por más formación en salud preventiva e higiene".
Aunque en esta ocasión tocaba mirar atrás para valorar el trabajo realizado, CF ha querido que la ONG eche la vista al futuro y cuente cómo van a afrontar el próximo año. "En 2022 seguiremos trabajando junto a las poblaciones y comunidades más vulnerables de países de América Latina y África, promoviendo y fortaleciendo acciones preventivas y de vigilancia epidemiológica de los sistemas públicos de salud, la restitución de derechos de las mujeres que enfrentan violencia en situación de vulnerabilidad; mejorando la seguridad alimentaria y nutricional, así como garantizar el acceso al saneamiento y agua potable". A su juicio "en los próximos años, en un contexto mundial de enormes y complejos retos, la cooperación debe ganar protagonismo para seguir contribuyendo a la lucha contra la pobreza y la igualdad en salud".
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