Hace casi tres meses que las farmacias hicieron acopio de test de antígenos para dispensarlos sin receta una vez aprobada la modificación del correspondiente Real Decreto por parte del Ministerio de Sanidad. Este propuso en su web un borrador de RD para que la población pueda adquirir las pruebas rápidas para detectar antígenos de la covid-19 (TAR) en las farmacias sin necesidad de receta. Desde el 13 de mayo, con los test listos en las farmacias y con muchos países de la Unión Europea dispensándolos desde hace meses, seguimos esperando con creciente estupefacción, y ya indignación, que se autorice su venta.
En los últimos días se ha anunciado que la aprobación se producirá a finales de julio. Esperamos que sea así, ahora que empieza el verano y que urge su dispensación controlada, puesto que por internet y sin control profesional, ni garantía de calidad alguna, pueden ser adquiridos fácilmente, asumiendo los usuarios riesgos personales y la sociedad, de Salud Pública.
La posibilidad de incluir a las farmacias en la detección de la covid-19, ya sea participando en cribados en colaboración con el sistema sanitario o con la venta de autotest, o con su realización o supervisión, es una larga reivindicación del sector. En julio del año 2020, la Federación de Asociaciones de Farmacias de Cataluña (Fefac), trasladó este ofrecimiento a las autoridades sanitarias y a los partidos políticos, y desde entonces lo ha hecho en repetidas ocasiones.
Seguridad y colaboración en la prevención
¿Por qué es importante dispensar los test en las farmacias? En primer lugar, lo es para la seguridad de la sociedad, pues permite recuperar las relaciones seguras, al detectar personas infectadas, evitando episodios como los que hemos visto en los últimos días en sectores como el del ocio nocturno o entre los jóvenes, en Mallorca.
En segundo lugar, al permitir que la farmacia colabore activamente en la prevención y la lucha contra la covid-19 permite maximizar la detección rápida de casos sospechosos con seguridad del resultado. La gran demanda por parte de jóvenes o que quieren asistir a diversos eventos, u otras que se encuentran en contacto estrecho con un positivo son frecuentes. Cuanta más gente se realice un test, más positivos se aislarán y más fácil será controlar el virus.
En tercer lugar, y muy importante, permite descargar a los profesionales que incansablemente trabajan en la atención primaria, en unos momentos de fuerte presión asistencial, vacunación de la población, seguimiento, realización de PCR y recuperación de enfermos crónicos, y ante la amenaza de que las variantes del virus lo alargarán durante los próximos meses.
Seguimiento de los casos positivos
Además de poder dispensar, supervisar o realizar los test, es conveniente que desde la farmacia se pueda realizar un seguimiento de casos positivos, mediante el sistema de comunicación electrónico existente y que se utiliza para la receta electrónica o seguimiento de otros cribados. Las farmacias reclaman también a las autoridades sanitarias poder registrar y facilitar los certificados del resultado del test que tanto facilitarían la vida a las personas, y como ya sucede en otros países.
Es un despilfarro de recursos, en un momento en que son todos son imprescindibles, no aprovechar los existentes, y a los profesionales farmacéuticos, que son parte del sistema sanitario, que tantas veces se han ofrecido a colaborar a lo largo de esta pandemia.
Si algo hemos aprendido es que es necesario avanzar hacia una mayor integración de la farmacia en el sistema sanitario. La salud pública y la atención primaria son los ámbitos esenciales. Por sus características, la farmacia ha de continuar desarrollando, de forma coordinada con ambas, un papel activo en la detección de problemas de salud, participar en cribados, desarrollar campañas de prevención y promoción de la salud, participar en el seguimiento epidemiológico o colaborar en la mejora de coberturas de vacunación.
Basándose en el compromiso compartido, la colaboración, la comunicación eficiente y aprovechando las competencias y características de cada ámbito profesional, hay que buscar fórmulas que faciliten la obtención de las máximas sinergias en beneficio de los pacientes. El papel de la farmacia en la comunidad no es únicamente ni exclusivamente sanitario. Su aportación sobrepasa este papel, ya que muchas de sus funciones tienen un carácter social.
Durante las últimas semanas hemos oído a usuarios en nuestras farmacias decir que no queremos ayudarles porque no dispensamos test de antígenos sin una receta. Nos hemos visto en tesitura de tenerlos y no poder dispensarlos. De querer ayudar, y no poder sin saltarnos la ley. Solucionemos esto ya, agilicemos la autorización que permita su venta, que ya va con mucho retraso, y luchemos de la mano contra esta pandemia.
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