"La celiaquía no es sólo una intolerancia alimentaria infantil o una alteración gástrica. Es mucho más; es una enfermedad sistémica que si no se trata, mantiene una exacerbación que puede originar patologías más graves. Una de las comorbilidades más graves puede ser el desarrollo de linfoma de células T, asociado a esta enteropatía, que, a pesar de no ser el más prevalente en los celíacos, sí es de mal pronóstico", explica Teresa Nestares, catedrática de Fisiología de la Universidad de Granada (UGR).
Junto a otros investigadores de la citada universidad y del Hospital Regional Universitario de Málaga ha identificado por primera vez una conexión genética entre la enfermedad celíaca (EC) y este tipo de cáncer raro, pero muy agresivo.
El desarrollo de la investigación, publicada en International Journal of Molecular Sciences, ha sido posible gracias a la aplicación de métodos pioneros de minería o exploración de datos sobre estudios de asociación de genoma completo.
"Analizando estos datos genéticos se ha observado que la EC es un factor de riesgo de neoplasias y que, en el caso de este tipo de linfoma, se trataría de una asociación específica genética que pueden desarrollar los celíacos", considera Lara Bossini, del Departamento de Genética del Centro de Investigación Biomédica de la UGR.
El trabajo se ha realizado junto a investigadores del Instituto de Biotecnología, el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos 'José Mataix' del Centro de Investigación Biomédica de la UGR, así como expertos en Gastroenterología y Nutrición infantil.
Se estima que un 75% de personas que padecen la enfermedad celíaca carecen de un diagnóstico de su enfermedad. Sin embargo, una detección temprana es fundamental para evitar que el sistema inmunológico se mantenga descontrolado y prevenir así el desarrollo de enfermedades asociadas a la celiaquía.
Ambas profesionales destacan el valor de los datos de estos estudios, ya que "generan nuevas oportunidades para el manejo y seguimiento clínico de los pacientes y podrían permitir, en un futuro, identificar de manera precoz a aquellos individuos predispuestos genéticamente a desarrollar otras enfermedades o complicaciones clínicas".
Sin riesgo para otros linfomas
La minería de datos de estudios de asociación de genoma completo (GWAS, del inglés Genome-Wide Association Study) y a la aplicación de herramientas biocomputacionales novedosas han hecho posible identificar este vínculo.
En la investigación se especifica que hay datos genéticos muy relevantes sobre la EC, una enfermedad cada vez más frecuente entre la población española y cuya complicación más grave es la aparición de un tipo de linfoma de células T asociado a enteropatía (EATL por sus siglas en inglés).
El EATL es un tipo de cáncer raro (menos de un 0,5% de los casos de EC acaban desarrollándolo), pero de mal pronóstico. Las conclusiones del estudio establecieron que la EC ejercía como factor de riesgo para desarrollar linfoma de células T y NK maduras, un tipo de linfoma dentro del cual se encuadra el EATL, pero no para la aparición de otros tipos de linfomas o de cáncer de intestino.
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