"Es prematuro considerar una cuarta dosis de vacunas contra ´la covid-19 en la población general". Tras evaluar la evidencia disponible, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y los Centros Europeos para el Control de Enfermedades tienen claro que, de momento, no es necesario añadir nuevas dosis a la pauta indicada de forma masiva.
El único caso en el que las autoridades sanitarias consideran apropiado ampliar la recomendación de una cuarta dosis (ya indicada en personas inmunocomprometidas) es en "los adultos mayores de 80 años". La revisión de los datos sobre el mayor riesgo de enfermedad en este grupo de edad y la protección que proporciona el refuerzo con vacunas de ARN mensajero así lo indican, señalan los organismos en un comunicado.
"Pese a que los datos sobre la disminución de la protección que se produce en las personas muy ancianas tras el primer refuerzo [tercera dosis] sigue siendo limitada, debido a la fragilidad de esta población, su menor respuesta inmunitaria a la vacunación y su mayor riesgo de covid grave, podría administrarse en su caso un segundo refuerzo", aclaran. Esta administración debería realizarse, en todo caso, transcurrido al menos cuatro meses tras la tercera dosis, ya que no hay datos sobre su seguridad y eficacia en un intervalo menor.
Para Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), el posicionamiento de ECDC y EMA es el adecuado. "Entendemos que puede ser apropiado un segundo refuerzo en personas de más de 80 años, pero no creemos que sea útil en población general, ni tampoco en personas cuya edad se encuentre entre los 60 y los 80 años", indica.
"No hay evidencias de que una cuarta dosis proporcione un aumento sustancial de la protección de los adultos con un sistema inmunitario normal de entre 60 y 79 años", señala, en la misma línea, el texto difundido por la EMA y los ECDC.
"Si la situación epidemiológica cambiara y emergieran nuevas señales, podría ser necesario considerar una cuarta dosis en este grupo de edad", continúa. "Mientras tanto, las autoridades nacionales serán las encargadas de considerar la necesidad de indicar nuevas dosis". En cualquier caso, debería considerarse para este refuerzo que en los próximos meses estarán disponibles nuevas versiones de las vacunas, diseñadas específicamente contra variantes como ómicron.
En Europa, a día de hoy, nueve países recomiendan la administración de la cuarta dosis en diferentes tipos de población vulnerable, como las personas que viven en residencias de ancianos. Se trata de Chipre, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Irlanda, Holanda y Suecia.
Actualmente, en España la segunda dosis de refuerzo se indica únicamente en las personas incluidas en el Grupo 7 de la Estrategia de Vacunación, que incluye a personas de muy alto riesgo, como algunos enfermos de cáncer, trasplantados, en diálisis o hemodiálisis, mayores de 40 años con síndrome de Down o que toman fármacos inmunosupresores.
Salvo en este grupo concreto de individuos y en personas muy ancianas, lo que indica la evidencia actual es que una cuarta dosis no es necesaria, indica el presidente de la Sociedad Española de Inmunología. "La protección que proporcionan tres dosis frente a enfermedad grave es suficiente y estamos viendo que la caída de anticuerpos tras la administración de una segunda dosis de refuerzo es rápida", añade.
Esta misma semana, un estudio israelí publicado en la revista New England Journal of Medicine mostró que la protección adicional que proporciona una cuarta vacuna de ARN mensajero es de corta duración.
vacunación Off Cristina. G. Lucio. Madrid Política y Normativa Política y Normativa Política y Normativa Off
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