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Bajo el lema Cuidado integrado en Salud Mental: personas, práctica y política, la Asociación Española de Enfermería de Salud Mental (Aeesme) ha celebrado su XXXIX Congreso Nacional de Enfermería de Salud Mental en Pamplona.
A este congreso, con más de 900 enfermeras inscritas del ámbito de la salud mental principalmente, y también algunas gestoras e investigadoras, se han presentado 22 proyectos de investigación de enfermeras residentes de Salud Mental, más de 500 pósters y cerca de 140 comunicaciones orales.
La clausura ha estado a cargo de Francisco Megías-Lizancos, presidente de Aeesme; al que han acompañado Isabel Iturrioz, presidenta del Colegio de Enfermería de Navarra, y Paloma Grau, vicerrectora de Investigación y Sostenibilidad en Universidad de Navarra. También, con el apoyo de la Sociedade Portuguesa de Enfermagem de Saúde Mental, se ha instaurado el 1 de septiembre como Día Internacional de la Enfermería de Salud Mental, conmemorando el nacimiento de Hildegard Peplau.
Durante el congreso, la Aeesme también ha rendido un homenaje a María Teresa Lluch, por su larga trayectoria profesional y dedicación a la causa de esta asociación por sus investigaciones en salud mental positiva, siendo a su vez la primera enfermera catedrática en España por la Universidad de Barcelona.
Megías-Lizancos ha querido hacer balance de la XXXIX edición de este congreso, después de dos años de pandemia en el que se ha tenido que celebrar de manera virtual,
PREGUNTA: ¿Por qué se ha elegido para este congreso el lema ‘Cuidado integrado en Salud Mental: personas, práctica y política' para el congreso de este año?
RESPUESTA: El lema pretende señalar la virtud de los cuidados que por definición son integrales, contemplando a las personas desde los aspectos biopsicosocial, cultural y espiritual. Este es el ámbito de la práctica diaria de las enfermeras y enfermeros. Estos conceptos deben ser de interés, y en este congreso se hace hincapié, para los gestores en la política de gestión de los servicios enfermeros, y todo ello va a tener que ver con la provisión de plazas de enfermeras especialistas en salud mental en todos los ámbitos de la atención sociosanitaria.
P: ¿Qué avances en los cuidados enfermeros en Salud Mental se han presentado en este congreso?
R: Los avances más importantes tienen que ver con la exploración de cuidados enfermeros como son el recurso terapéutico de la biblioterapia; así como los cuidados con adolescentes desde la prevención y la intervención, etapa de la vida en la que tras la pandemia, se observa un aumento de los trastornos de la conducta alimentaria, adicciones a las redes sociales, y la atención y seguimiento de la conducta suicida.
Se ha instaurado el 1 de septiembre como Día Internacional de la Enfermería de Salud Mental, conmemorando el nacimiento de Hildegard Peplau
También se ha avanzado en lo que hemos venido a denominar el lenguaje científico enfermero en salud mental, teniendo en cuenta nuestro ámbito cultural; y unido a ello, se ha insistido en la necesidad de asumir de manera clara y sin ambages, las competencias enfermeras, lo que compromete a las mismas, con un cambio de paradigma.
P: ¿Han aumentado los intentos de suicidio y suicidios entre los adolescentes?
R: Sí. Las autolesiones, los intentos de suicidios y los suicidios consumados han aumentado considerablemente entre los adolescentes. De hecho, los pensamientos suicidas entre jóvenes de 15 a 29 años se incrementaron en un 250% debido a la crisis de la covid-19.
Con la pandemia, se produjo una evidente limitación de las herramientas de socialización para el desarrollo de los adolescentes, que dejaron de llevar a cabo actividades compartidas, no solo de recreo, sino que también vieron interrumpidas todas sus actividades de la vida cotidiana, como es el ir a clase. Este aislamiento ha provocado en muchos jóvenes síntomas de tristeza y desesperanza, han visto todo negro alrededor de su vida y han pensado que no tenían otra alternativa, lo que les ha llevado a tener ideas suicidas.
Su única forma de socializar se vio reducida a las redes sociales y al uso de nuevas tecnologías, lo que ha creado en ellos importantes problemas de adicciones.
"Tras la pandemia, se observa un aumento de los trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes, adicciones a las redes sociales y conducta suicida"
P: ¿Cómo está en estos momentos la salud mental en España?
R: La pandemia de la covid se ha convertido es una de las etapas más duras para las personas en la historia reciente, no solo por el confinamiento y la convivencia ininterrumpida a la que nos hemos visto todos obligados durante un tiempo como medida para controlar la propagación del virus, sino también por la modificación de hábitos y costumbres que hemos tenido que asumir, la incertidumbre, el miedo, los fallecimientos y los cambios que se impusieron en nuestros rituales de despedida, o también las pérdidas de empleos, entre otros.
Esta situación ha dado lugar a que aparezcan emociones negativas intensas de rabia, enfado, ira, culpabilidad, soledad, desamparo o incomprensión, que son, ya de por sí, muy difíciles de gestionar y aún más, si tenemos en cuenta la excepcionalidad de la situación a la que nos enfrentábamos y en la que, el aislamiento social al que nos vimos abocados durante el confinamiento, ha hecho que muchas de esas emociones negativas se hayan cronificado.
Así que la respuesta es sí, la salud mental de la población española ha caído en picado desde la pandemia. Depresión, estrés, ansiedad, dependencias, autolesiones son problemas de salud mental que se han abierto camino entre la población general a pasos agigantados.
Como antes he dicho, los cuidados han de ser integrales contemplado no solo la esfera física de la persona, sino que han de abordar los aspectos biopsicosocial, cultural y espiritual de la misma. En este sentido, las enfermeras de salud mental han proporcionado atención y apoyo emocional tanto a afectados como a sus familiares, y se han constituido en vehículo de información entre ellos, aliviando la incertidumbre y el estrés... Además, han realizado una importante labor de propagación de herramientas para gestionar el estrés y de técnicas, tanto formales como informales, de regulación y descarga emocional, de relajación o escucha compasiva, entre otras.
Los datos señalan que ha aumentado considerablemente el consumo de ansiolíticos entre población general, así como las visitas a los servicios de salud por cuadros depresivos y ansiedad.
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