Siendo yo ya adulto, me hizo gracia comprobar que, en Madrid, cuando alguien falta a clase, dicen que hace pellas; me resultó curioso porque en Salamanca no hacemos pellas, sino novillos. No para ahí la cosa, porque en Barcelona hacen campana; en Bilbao hacen pira; en Canarias se hacen la huyona (también se pegan la juyona) o se fugan (de clase); en Castellón de la Plana salan clase; en Cuenca hacen gorra; en Extremadura hacen monta o capona; en Asturias piran clase o van de pira; en Huesca se pican (la clase); en Ibiza se hacen salera; en León se montan la clase; en Lorca se la fugan; en Mallorca se fullan (de clase); en Melilla hacen la guinda; en Murcia se fuman la clase o se fugan (de clase); en Vitoria hacen pirola; en Pamplona hacen borota; en Santander se la corren o hacen calva; en Soria hacen toros; en Valencia se pelan la clase o hacen fugina; en Zaragoza hacen pirola; en Huelva hacen la mona. Y fíjense bien que he escrito en Huelva, y no en Andalucía, porque en Cádiz, Granada, Jaén y Sevilla hacen rabona; en Córdoba se hacen la rata; en Málaga piardean o se hacen una piarda y en Almería hacen zonga.
Algo parecido ocurre en Galicia: los de Vigo piran o cuelgan; los de Lugo y La Coruña latan; los de Vigo copan y los de Ferrol, agárrense, palman. Ya se pueden imaginar el susto que me dio una ferrolana cuando me contó que una amiga suya estaba palmando.
No digamos ya si cruzo el charco y pregunto en América cómo dicen allá saltarse una clase: en Méjico se hacen la pinta, se van de pinta, pintan la venada o se la perrean; en Argentina se ratean, se hacen la rata o se hacen la rabona (también en Uruguay hacen la rabona); en Bolivia y Chile hacen la cimarra (bueno, en Chile también capean clases); en Colombia capan o maman clase; en Ecuador se echan la pera; en Honduras y El Salvador se van de capiura; en Perú se hacen la vaca o se tiran la pera; en Puerto Rico comen jobos; en Venezuela se jubilan (de clases); y en Cuba se comen la guayaba.
Pero «comerse la guayaba», «hacer pira», «copar a clase», incluso «hacer campana» ―que es lo que dicen en Barcelona, la segunda ciudad más poblada de España― no aparecen registradas en el diccionario académico. Sí figura, por supuesto, «hacer pellas», pero, ¡ojo!, sin marca alguna de localismo que avise al hablante de que esa expresión madrileña, en Salamanca ―a noventa minutos en tren de Madrid― ni se usa ni se entiende.
Fernando A. Navarro
En Madrid, cuando alguien falta a clase, dicen que hace pellas; y me resulta curioso porque en Salamanca no hacemos pellas, sino novillos. Off Fernando A. Navarro Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/LmNk6SE
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